Quiero montarte [Wooho/Wooseok x Jinho]

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- En la fiesta Hyuna cortó conmigo por que me porté como un capullo. Me porté así expresamente para que rompiéramos ya que descubrí lo que era la atracción sexual y emocional y sólo me pasa en hombres

- Osea que eres... ¿gay?

- Sí...

- Está bien, eso está bien - Kino me decía mientras nos dirigíamos en casa de Hongseok.

- Y me gusta mi instructor

- ¿El patas largas de antes?

- Sí...

- ¿Por qué estaba enfadado?

- Por que es un antipático, se amarga la vida, siempre me riñe por todo, me culpa de todo y se enfada por...

- Por todo... - sentí con la cabeza -. Pero aún así te gusta

- Exacto, y me encantaría que no, por que además tiene novio, pero cuando estoy con él es como que yo no me controlo.

- Entiendo

- No, no lo entiendes. A ti sólo te gusta tu crush de Instagram al que ni siquiera conoces ni te has hablado con él. - Kino paró en seco y me miró decepcionado. Me acababa de comportar muy mal y me arrepentí mucho -. Lo siento Kino, lo siento mucho.

- ¿Y qué sabes tú de mi relación con el chico de instagram? Quizás somos amantes y no lo sabes por que no te importa una mierda mi vida y sólo te importa la tuya. Por eso haces daño a la gente, a Hyuna, a Hyojong, a tu instructor... - suspiró apretó el puño -. Sólo intentaba ayudarte y así es como me lo agradeces. - dio la vuelta y caminó por un sendero de tierra y piedras.

- Ya he dicho que lo siento, ¿a dónde vas? La casa de Hongseok está por ahí - señalé a la otra dirección y no me respondió. Siguió caminando por el sendero y esperé a que retrocediera pero no lo hizo. Cinco minutos después decidí seguirlo.

La bicicleta se me quedó encallada en una piedra y cunado la pude sacar descubrí que había perdido de vista a Kino.

- ¿¡Kino!? - chillé en desesperación. Suspiré y seguí el sendero hasta que me encontré otra vez delante de la hípica.

Decidí entrar vigilando que nadie me viera. Pasé por delante de la caseta de recepción y fui hasta los establos. Lo busqué por todas partes, ¿pero como iba a estar ahí dentro?

- ¿Jinho? - recé para que fuera la voz del dulce príncipe Yanan pero al mirar por donde venía la voz vi a Wooseok que continuaba igual de enfadado que antes o un poco más.

En vez de responder, mis piernas empezaron a correr y detrás de mí siguió Wooseok. Pasé por las duchas y busqué un sitio donde esconderme. Miré por todas partes y entonces vi la caseta donde se guardan los cascos y las botas.

Corrí a abrir la puerta corredera de madera.

Podía notar a Wooseok en mi espalda, corriendo, pisando rabiosamente la tierra.

Cuando al fin la abrí me quedé paralizado por lo que alcancé a ver.

Me giré y vi a Wooseok a unos metros detrás de mí mirando lo que acabábamos de descubrir, él también se quedó paralizado.

Kino y Yuto se estaban besuqueando con poca ropa en la caseta de los accesorios encima de una silla de montar de caballo.

El mundo se me cayó en los pies, el tiempo pareció romperse y ese momento fue eterno.

Kino me miraba asustado y Yuto miraba a Wooseok. Yo sólo podía ver los ojos llorosos de Wooseok y él a la nueva pareja de la hípica.

- Sabía que te hablabas con alguien por Instagram, dime, ¿es él? - dijo Wooseok a Yuto y este tragó saliva. Y fue esa tarde que descubrí que el chico de Instagram del que Kino hablaba era Yuto, el "teóricamente" don perfecto.

Las lágrimas de Wooseok salieron unos segundos después y se cubrió la cara con las mangas de su camiseta. Se fue corriendo y miré a la parejita que ya se estaban vistiendo.

- Mierda - dijo Yuto. Y me fui corriendo detrás de Wooseok.

Me lo encontré sentado en la hierba con la cabeza entre las rodillas. Me senté junto a él y decidí no decir nada. Entonces él levantó la cabeza y la apoyó en mi hombro. Su nariz era roja y sus mejillas estaban llevas de lágrimas.

- ¿Por qué me duele aquí? - se señaló en su pecho derecho, le cogí la mano y se la puse en su pectoral izquierdo.

- El corazón está aquí - me miró y me abrazó. Escucharlo llorar me hacía sentir muy mal. Y así, abrazados y mirando en el cielo pensaba: "Wooseok, eres un sol".