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Me levanté muy cansado después de una noche de estudiar sin parar. Después de hacer el examen me sentí mejor. Durante toda la semana entraba en clase y esperaba a salir a última hora. Anhelé cada día durante cada segundo que Wooseok viniera a buscarme, que me diera señales de vida. Mi rutina era desearlo cada minuto del día, por la mañana asistir a la escuela y por la tarde estudiar en casa. Había dejado de enviarle mensajes a Yeo y Yeo había dejado de enviarme mensajes a mí. 

Cuando me desperté el sábado recordé que tenía hípica después de comer. Estaba más nervioso de lo normal. Mi corazón palpitaba rápidamente. Me probé unas seis veces la ropa que iba a llevar. Me sentía como un esposo el día de su boda. Pero al fin y al cabo sólo iba a ir a montar a caballo, ¿no? Pues no. En mi cabeza sólo podía pensar en que posiblemente vería a Wooseok y mi corazón estaba a punto de estallar en mil pedazos. 

Al llegar al sitio, Yanan me llevó a la pista y empecé a dar vueltas con Rey, mi caballo. Con la vista no podía dejar de buscar al chico que estaba metido en mi cabeza. 

- ¡Jinho céntrate! - me dijo finalmente Yanan. Entonces me di cuenta de que no podía seguir así. Había pasado tantos días pensando en Wooseok que el tiempo me había pasado volando, no había aprovechado los ratos con mis amigos y había dejado a mi novio Yeo al margen. Apreté las riendas evitando las lágrimas que querían salir de mis ojos. ¿Por qué tenía ganas de llorar? ¿Sería por que llevaba demasiado tiempo sin ver a Wooseok? Mis emociones estaban descontroladas pero me tragué las ganas de llorar. Hice que Rey corriese a más velocidad. No veía por dónde iba de la pista, sólo estaba concentrado en no llorar.

De repente, en una de las curvas, vi por el rabillo del ojo a una figura humana que se apoyaba en las vallas de la pista. Giré la cabeza para verlo mejor y la boca de Wooseok me sonrió.

Sentí que de mi corazón brotaban flores, sentí las mariposas en el estómago y mis manos se descontrolaron. Rey me lanzó al suelo y por el golpe perdí la consciencia.

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Desperté en una silla de la caseta privada de la hípica. Reconocí la sala por que fue donde Wooseok y yo nos lo montamos la primera vez. 

- Wooseok... - susurré intentando recobrar la consciencia.

- Sí, tranquilo, aquí estoy - me dijo una voz enfrente de mí. Mi vista lo enfocó y lo vi de pie detrás de Yanan que estaba agachado frente a mí. Wooseok iba con su ropa de trabajo y en su mano derecha sujetaba un refresco. Yanan le pidió el refresco y luego me lo dio a mí.

- Tómate esto - me dijo Yanan y lo bebí -. Te has caído del caballo y te has dado un buen golpe. Debo volver a la pista a poner a Rey en el establo pero Wooseok cuidará de ti. - asentí y le di las gracias antes de que se fuera por la puerta y la cerrase detrás de él.

Miré de nuevo a Wooseok quien se acercó mucho hacia a mí.

- Culpa mía, es que soy demasiado guapo y te he despistado - sonrió de una manera presumida.

- Idiota... - le susurré y lo aparté de delante mío para levantarme.

- No - me empujó a la silla -. No te puedes levantar ahora, podrías marearte

- Estoy bien - dije y volví a intentar levantarme. Wooseok volvió a empujarme a la silla y se sentó encima de mí dándome la espalda - ¿qué haces?

- No dejaré que te levantes. Debes quedarte aquí - suspiré e intenté quitármelo de encima. Forcejeamos y se giró quedándose sentado encima de mí con las piernas abiertas mirándome. Me cogió por las muñecas y puso mis brazos en el aire. No me podía mover. Se acercó lentamente a mis labios y mi respiración se volvió agitada. A unos dos centímetros de que nuestros labios se tocaran me dijo: -. Estás nervioso... - volvió a sonreír de esa manera picante y presumida que tenía de dar a entender que tenía todo el control de mis emociones -. Tranquilo, no te besaré... aun - hubiera preferido que me besara y me empotrara ahí mismo -. Antes tienes que solucionar algunas cosas con alguien. - no sabía a lo que se refería.

Soltó mis muñecas y se levantó de encima mío. Me señaló refiriéndose a que no me levantara de la silla y lo obedecí.

- Wooseok... - me sonrojé - ¿dónde has estado estos días? - se rió y se mordió el labio.

- ¿Me has echado de menos? - se apoyó en una pared y no respondí por que tanto él como yo sabíamos la respuesta a la pregunta  -. Yuto se enfermó - recordé que Kino me lo había mencionado - y lo he estado sustituyendo esta semana. 

Se relamió los labios y sacó del bolsillo de su pantalón un bálsamo labial. Se lo puso. Luego me miró y se acercó a mí. Pasó el bálsamo por mis labios y sentí que de alguna manera indirecta me acababa de besar. ¿Sería esa su manera de ligar conmigo?

De repente se escuchó a alguien fuera de la caseta y Wooseok se alejó de mí. Seguidamente entró Hui que parecía que acababa de correr. Se agachó frente a mí y empezó a examinarme la temperatura y mi vista.

- Yanan me ha dicho lo que te ha sucedido y he venido deprisa - miró hacía detrás suyo donde Wooseok estaba con los brazos cruzados esperando a las siguientes órdenes -. Wooseok, cancela las clases de Jinho para mañana - Wooseok asintió -. Será mejor que mañana descanses, además, así podrás disfrutar de tu aniversario - puse los ojos como platos. No me gustaba celebrar mi cumpleaños, no me gustaba que nadie supiera cuándo cumplía los años.

- ¿Mañana es tu cumpleaños? - me preguntó Wooseok. Tragué saliva.

- ¿Cómo lo sabías? - le pregunté a Hui.

- Al apuntarte a la hípica nos has dado tus datos personales, ¿no lo recuerdas? - se levantó -. Bueno, voy a avisar a Yanan de que mañana no vendrás.

Cuando Hui se marchó miré a Wooseok quién me miraba con una mirada que no sabía lo que quería decir.

- ¿Qué? - le pregunté cruzándome de brazos.

- ¿Por qué no me has dicho que mañana es tu aniversario?

- ¿Qué te importa a ti?

- Está claro - lo miré extrañado -. Me importa por que eres mi futura esposa - me guiñó un ojo y me sonrojé.

- Para - se rió -. No me gusta celebrar mi cumpleaños... - le expliqué.

- ¿Dónde vives? - dijo de repente.

- ¿Qué?

- Da igual, lo puedo mirar en la base de datos de la hípica.

Yanan entró.

- Wooseok, encárgate de limpiar a Rey - le dijo Yanan.

- Tú encárgate de otros asuntos - Wooseok parecía enfadado con Yanan.

- Cállate, ahora no - respondió Yanan. Sentí  mucha tensión en el ambiente hasta que Wooseok salió de la sala. ¿Des de cuándo Yanan y Wooseok se llevaban mal? 

Yanan me ayudó a levantarme y entró Shinwon.

- Ahora bajo a la ciudad a ver a mi novio - dijo Shiwnon -. Lo puedo llevar hasta su casa si se encuentra mal. 

- Claro - respondió Yanan.

- ¿Necesitas ayuda? - me pregunto el novio de Hongseok. Negué con la cabeza y lo acompañé hasta su auto. Metimos mi bicicleta en su maletero y amablemente me dejó en mi casa.

Esa noche soñé una y otra vez en todo lo que había sucedido en la caseta con Wooseok. No había pasado ni un día y ya echaba de menos su olor, su voz, su sonrisa presumida...

Quiero montarte [Wooho/Wooseok x Jinho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora