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Los días transcurrían demasiado tranquilos, o al menos así los sentía Jeongin, desde la última vez  que fue a la escuela y habló con Jennie no había pasado absolutamente nada.
Las vacaciones de verano comenzaron una semana después y él no había hablado con sus amigos, no había visto a Chan, sólo había pasado encerrado en su habitación viendo dramas coreanos.
No había derramado ni una sola lagrima, no se sentía bien ni siquiera para llorar, él solo se mantenía ahí, apenas existiendo y sin comer, ya no vomitaba, ya no había nada que vomitar, simplemente pasaba de las comidas con una tonta excusa que le daba a su madre.
Para Jeongin nada de eso era grave, había ignorado cuando la palabra "anorexia" salió de la boca de Jennie, porque para él aquella enfermedad implicaba mucho más cosas que sólo dejar de comer por un par de semanas. Ahora se sentía bien consigo mismo, aún así su peso ideal aún rondaba por su cabeza evitando que el pequeño ingieriera alimentos.

Decidió que no sería el mejor momento para descuidarse a sí mismo, por lo cual abrió las cortinas, esta vez no quería respirar la penumbra. Tomó su celular y lo encendió, apenas el teléfono reaccionó miles de mensajes comenzaron a llegar, el pequeño los ignoró sin siquiera asegurarse quienes los enviaban. Buscó el contacto de Felix el cual eventualmente había guardado y le escribió.
Lee respondió en una milésima de segundo y eso dio paso a una conversación enriquecedora.

Felix era el tipo de chico que no dejaba morir el chat, siempre tenía algo que decir por más raro que fuese, a Jeongin le gustaba eso. Woojin las noches anteriores le había advertido al menor sobre el pecoso pero de nada sirvió porque aquel niño era más terco que una mula.
El niño divisó la hora en su celular y recordó que en menos de 8 horas estaría de camino a la casa de los Bang para presenciar lo que sería su sufrimiento más grande. Changbin le había dado la opción de no ir, incluso se ofreció a pasar la noche con él con tal de animarlo, pero quien diría que en realidad Yang si quería asistir a tan putrido evento.

— quiero verlo con mis propios ojos, hyung.

Eso le había dicho a Seo el último día de clases, y así sería, por eso Jeongin había tomado un elegante traje del closet de su difunto padre y se preparaba mentalmente para lo que iba a suceder. Hyunjin pasaría por él en su auto, el menor se pudo ir solo en un taxi pero el más alto había insistido en presentarle a alguien esa misma noche y este no se pudo negar en lo absoluto.
No estaba feliz pero tampoco estaba triste, se mantenía a sí mismo en un estado de indiferencia crónica, que a la larga le terminaba lastimando, pero aún así, no lo suficiente.

Un golpe en la puerta lo trajo de nuevo a su realidad.

— pasa mamá — la mujer abrió la puerta con delicadeza y asomó su cabeza con una sonrisa.
— Jeonginnie cariño, ya planché el traje que me pediste, ¿estas listo para la reunión de los Bang? ¿Hyunjinnie vendrá por ti?
— gracias mamá, y si, hyung pasará por mi antes de las 8.
— ¿llevarás a alguien contigo? — las cejas de la mujer subieron y bajaron con picardia y Jeongin solo rió.
— de hecho mamá, tengo a alguien que quiero invitar.

Felix.

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— creo que voy a vomitar.
— ¿y que se supone que vas a vomitar? inútil, si no tienes nada ahí adentro

Los comentarios pesados y fuera de contexto de Hyunjin estaban poniendo de mal humor a Jeongin quien ya de por si quería morirse por los nervios.
Eran las 8:50 p.m, el auto del mayor parecía más frío que de costumbre, la avenida estaba vacía y cada vez se acercaban más a su destino, Jeongin miraba por la ventana tan concentrado en no perder la cordura que ni siquiera se dio cuenta del desvío que tomó el chico. Ahora el auto se había detenido en frente de un hotel barato y el menor frunció el ceño.

— si querias tener sexo conmigo no te hubieras tomado estos lujos, Hwang, en tu casa hubiera sido excelente para mí — el mayor rió ante la declaración y le hizo un gesto de burla bajandose del auto y pidiendo que esperase.

Bromear en estos momentos era lo mejor que el chico podía hacer, si no reprimia su tensión probablemente explotaria, miró su celular una vez más y leyó el mensaje de Felix diciendo que en menos de media hora saldría hacia la mansión. Jeongin suspiró aliviado, no creyó que en realidad el pecoso aceptaría, considerando la planeación de último minuto.

La puerta se abrió dejando entrar a un chico que Jeongin jamás había visto, lo analizó por medio del retrovisor y espero a que Hwang entrara de piloto para él hacer sus respectivas preguntas de copiloto.

— Jeongin-ah, te quiero presentar a Seungmin, el chico del que te hablé — la voz del mayor sonó nerviosa, no daba para mas, la aprobación de su mejor amigo hacia el chico que le gustaba era para él necesaria. Se mordió el labio al ver como ambos se tomaban las manos en forma de saludo.
— un gusto conocerlo, hyung, he escuchado muchas cosas buenas de usted.

Y ahí acabó todo, nadie habló los 10 minutos restantes.
A los ojos de Seungmin aquella mansión era casi el paraíso, pero a los ojos de los dos chicos restantes, los cuales habían pasado gran parte de su pre adolescencia y adolescencia en aquel lugar, no era más que una simple casa. Todo el lugar olía a lavanda, un olor que era característico de los gustos de la señora Bang, nada más entrar vieron copas de Champagne que se extendían en una larga mesa y cada uno tomó una.

— ah no — la copa de Jeongin fue arrebatada de sus manos — los menores no deben consumir alcohol.

Aquel tono pícaro sólo podía salir de los labios de Changbin, el menor se giró y se encontró con los ojos de su mayor mirándolo fijamente. Seo ya estaba pasado de copas.

— hyung, ya soy grande, cumplí 16 la semana pasada ¿no lo recuerda?

La risita de Jeongin le restó importancia al hecho de que nadie se pudo comunicar con él aquel día, todos habían dado por sentado que el niño quería estar solo entonces ni siquiera se esforzaron en ir a visitarlo. Pero Changbin si lo recordaba y aún estaba esperando el momento para darle aquel regalo que con tanto amor le había comprado.

— ¿aún no empieza la ceremonia? — está vez fue Hyunjin quien habló.
— el novio idiota aún no llega, los Kim están que se arrancan los pelos de la nuca — Jisung apareció detrás del mayor de todos y sonrió hacia Jeongin — es bueno verte pie aquí, innie, te extrañamos mucho — aquella sonrisa se convirtió en una pícara — sobre todo Changbin, el señor "I love dark" casi pierde la cordura cuando no contestabas el celular.
— ¡oye!

La risa de los cuatro mejores amigos se hizo sentir, el único perdido allí era Seungmin, el chico giró su mirada y tomó la mano de Hyunjin disimuladamente, al menos así no se sentiría tan alejado.

Jeongin pocos minutos después divisó a su pecoso amigo entrando por las puertas y corrió hacia él, Changbin frunció el ceño.

— ¡hyung! Llegó, que bueno verlo.

Felix vestía tan elegante como todos los demás pero algo hizo click en el corazón del menor, porque aquel chico rubio se veía fastidiosamente hermoso.

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n/a: aburrido, lo sé, pero ahora se viene lo chido jeje

a little bit cute ↝bc + yji Donde viven las historias. Descúbrelo ahora