a little bit cute ↝bc + yji

Epílogo (1/2)

les advierto que no va a ser un final muy feliz, al menos no para ciertos personajes.

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Jeongin se encontraba sentado en la sala de espera de aquel viejo hospital de Seúl, el area de pediatría estaba completamente vacía, a excepción claro, de él y su madre, ambos estaban esperando que fuese su turno para ver a la doctora Bae.
La señora Yang Haneul siempre fue buena madre, pero desde el asesinato de su esposo había centrado sus energías en distraerse a si misma de la depresión, tanto así que realmente no le estaba prestando la suficiente atención a su hijo, y se sentía demasiado culpable al respecto, en el fondo sabía que aquello fue a propósito, su hijo le recordaba mucho a su esposo.

— sé que estas pensando en papá — dijo por fin Jeongin — se nota en tu mirada lo mucho que lo extrañas, incluso más que yo.
— bueno cariño, estuve casada con él 20 años y tu apenas lo conociste.
— si, pero es mi padre, y murió hace un año, se supone debería dolerme ¿cierto? Debería llorar al menos en su cumpleaños pero ni siquiera eso.
La mujer suspiró — él siempre fue un gran esposo pero nunca fue un buen padre, enlistarse en el ejército apenas naciste fue lo más estúpido que pudo hacer, pero no lo culpo, tenía miedo.
— ¿miedo de mi?
— miedo de no ser suficiente.
— entonces irse y solo mandar cartas en navidad era la mejor opción, vaya idiota.
Haneul soltó un pequeña risa — cuida esa boca, sigue siendo tu padre. ¿Sabes? No sé si te acordaste pero hace varios meses fue su aniversario de muerte y me puse muy mal porque a medida que creces te estás pareciendo más a él — la mujer hizo una pausa, dandose tiempo de respirar para controlar las lágrimas — eso me hizo alejarme de ti y lo siento pero lo sigo amando.

Su madre dejó caer su mano en una de las piernas de Jeongin y comenzó a acariciarle, recostó su cabeza en el hombro de su hijo y dudó en si seguir hablando.

— pero más te amo a ti, estuve todo este tiempo lamentandome por alguien que ya no está y dejé perder a quien si tenía, eres mi hijo Jeonginnie y pasaste por muchas cosas horribles y no estuve ahí para ti, solo quiero que puedes hablar conmigo.

Ahora las lágrimas eran innevitables, ambos estaban llorando, consolandose el uno al otro.

Jeongin días atrás le había contado a su madre todo lo que le estaba pasando, desde sus problemas con Jennie hasta su enamoramiento por su mayor. Después de haber discutido fuertemente con Chan y haber recibido aquel golpe, el chico pareció darse cuenta de que su salud tanto mental como física era mucho más importante que un amor de preparatoria.
El pequeño no había querido aceptar que tenía problemas alimenticios, los cuáles en ningún momento habían parado, lo cual lo llevó a perder hasta 20 kilos, y en estos momentos, no era algo de lo que estuviese orgulloso. Su madre entendió completamente la situación, aplicó la técnica de Jisung y comenzó a insultar a Chan y a su ex novia incluso en los momentos en los que no era necesario, Jisung por su parte estaba muy orgulloso de ver que no era el único con un odio irremediable hacia Jennie.
Su madre decidió que esto ameritaba otro tipo de ayuda y apenas pudo sacó una cita en el médico para que su hijo fuese revisado, todo con la intención de que aquella enfermedad no pasara a mayores. Jeongin logró terminar el año escolar exitosamente, sus notas no fueron las mejores pero sabía que para el próximo año las cosas irían bien.
Changbin se ofreció a cuidar de él los días en los que la señora Yang tuviese que trabajar ambos turnos, Seo aún tenía sentimientos por Jeongin pero últimamente sus citas con Felix estaban yendo cada vez mejor entonces se encontraba en una posición complicada. El pequeño por su parte pensó en darle una oportunidad al mayor pero luego de pensarlo mejor decidió que quizás estaba mejor solo.
Soledad, eso necesitaba en esos momentos, no quería involucrarse amorosamente con nadie, pero esa es historia para otro día, Jeongin estaba feliz al lado de su madre y de sus verdaderos amigos y muy lejos de Chan.

— encontré esto en el piso del baño esta mañana, supuse que se te cayó y no quería que se oxidara con el agua — lo que Jeongin había sacado de su bolsillo era un hermoso anillo plateado con una amatista en el tope — no te lo quería decir pero te escuché llorar esta mañana, nunca has sido buena ocultandote — una pequeña risita se escapó de los labios de la mujer, seguido de eso, un sollozo — nunca te averguences de haberte casado, ni de papá, deberías usar este anillo orgullosa porque gracias a este anillo haz podido demostrar lo fuerte que eres. Te amo y gracias por todo lo que haz hecho por mi en mis tristes 16 años.

Jeongin hizo algo que no había hecho en mucho tiempo y fue abrazar a su madre.

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no quiero pero esto tenía que acabar uwu, los próximos los subiré en unas horas.