a little bit cute ↝bc + yji

especial (1/?)

Sus ojeras eran profundas, claro, no daba para menos, Hyunjin no había dormido bien en varios días pensando en su mejor amigo. Si bien él no era ciego sabía de ante mano que todas estas últimas semanas no había estado muy atento a lo que pasaba a su alrededor, y todo porque no podía despegar su vista de su celular.

— hola pequeño — su voz sonó seductora y escuchó al chico detrás de la línea reír.
— hola Jinnie~

Esa voz, podía escuchar aquella voz todos los días de su vida y no se cansaría de hacerlo. Llamar a Seungmin por las mañanas se había vuelto una encantadora costumbre, pasaban desde las 6am hasta las 8am hablando, y cortaban solamente porque el menor tenía clases, sino podían seguir todo el día. Hyunjin solo se sentía capaz de usar su tono meloso con aquel chico, es más, si Changbin llegase a verlo en esa situación seguramente sería su objetivo de burla hasta que se graduasen de la universidad.
Seungmin por otro lado nunca fue alguien que expresara su cariño fácilmente y cuando alguien quería sobrepasarse con él solía alejarlo, pero con Hwang las cartas cambiaron. Él primero en decirle un apodo al otro fue Kim, y el primero en decir te quiero también, una sorpresa para ambos pero que fue gratamente recibida.

— ¿qué harás hoy? — La pregunta sonó un poco distorsionada por la comida que estaba en la boca del mayor.
— no mucho, hoy no tengo clases y papá me pidió ayuda en un par de cosas ¿y tú, Hyunjinnie? ¿Estudiaste para tu examen de química? — en parte Seungmin se escuchaba normal, pero al mismo tiempo su voz temblaba en alguna que otra palabra, aún así el mayor ni siquiera lo notó.
— química es una mierda, no entiendo absolutamente nada, tienes suerte de no tener clases hoy ¿te adelantaron las vacaciones? Pensé que salias este lunes.

Hyunjin emprendió camino hacia su escuela aún con celular en mano, su sonrisa no se podía disimular y tampoco quería hacerlo, si por él fuese le gritaba al mundo lo enamorado que estaba.

— pues si, era mejor salir hoy viernes que el lunes realmente, aunque puede que hayamos persuadido a ciertos profesores para lograr lo que queríamos — la risa de Seungmin sonó cómo el cielo a oídos del mayor.

Hyunjin nunca tuvo que tomar el bus, vivía a menos de 10 cuadras de la escuela y la caminata le resultaba agradable, miró su reloj, y mientras contestaba las banales pero adorables preguntas del chico al teléfono decidió entrar en una tienda a comprar un par de dulces para sus clases, compró más de los que debía por si lograba ver a Jeongin hoy, definitivamente haría que el niño comiese así sea por las malas.

Seungmin se escuchaba cada vez más agitado, su nerviosismo era demasiado palpable y el mayor ya se estaba preocupando, sabía que en esa semana el pequeño le confesaria a sus padres acerca de su orientación sexual, se preguntaba si aquel afán era por ello.
Hyunjin nunca tuvo que pasar aquel nerviosismo por contarle a su familia, su padre había fallecido antes incluso de que él naciese y su madre es la persona más abierta que él a podido conocer, por eso sólo bastó con un "mamá me gustan los chicos" y el tema fue entendido y olvidado.

— Seungmin-ah~ ¿sigues ahí? — el menor de había quedado completamente callado en los dos minutos que él había gastado en entrar por las puertas de su colegio.
— s-si solo que papá m-me pidió que cuidara unas cosas de la tienda — Seungmin no era bueno mintiendo pero él sentía que no tenía de otra.

La ida hacia el salón para Hyunjin fue tediosa, no entendía pero sus pasos eran cada vez más flojos, comenzar la clase implicaría colgarle a su chico y después de ahí estaba seguro que pasaría todo el día desconectado del mundo tratando de seguir manteniendo contacto con él.

¿Por qué enamorarse es tan difícil?

Pero Hyunjin no se había enamorado de cualquiera, se había enamorado de un chico que vivía a kilómetros de él y con una en un millón de posibilidades de verse. O al menos eso pensaba él.

Apenas cruzó la puerta de su aula una multitud se giró a verle, todos sus compañeros estaban parados al lado de su escritorio, y al parecer lo esperaban a él, se sorprendió mucho, nadie nunca notaba cuando él llegaba pero ahora parecía ser que él era lo único que notaban.
Se acercó aún con algo de sorpresa y miró lo que estaba encima de su escritorio. Cuando quiso hablar al teléfono este emitía un tono pausante, Seungmin había colgado.

Una carta, un peluche y un ramo de sus flores favoritas, claveles.

Sus labios se abrieron por la impresión, los únicos que sabían cuales eran sus flores favoritas eran Jeongin...y Seungmin. Una idea descabellada pasó por su mente y fue fácilmente descartada.

Hwang Hyunjin, te estas volviendo loco si crees que eso es posible.

Dirigió su vista de nuevo a las flores y se dijo a sí mismo que todo era una coincidencia.

— ¿una admiradora secreta? — unos de sus compañeros, Wooseok, habló desde la esquina del salón.
— a juzgar por la caligrafía de la carta parece más un admirador — una chica llamada Tzuyu habló y seguido de ella un par de risitas del resto de sus compañeras.

Hyunjin levantó la carta y la leyó.

Jinnie~ porque sé que eres muy fan de BT21 te regalo a Tata, porque sé que te gustan las cartas escritas a mano te regalo este pedazo de papel que estás leyendo, y porque lloré cuando me contaste porque los claveles eran tus favoritos, te regalo el ramo.
No necesito motivos poéticos, solo necesito que sean importantes para la persona más importante de mi vida en estos momentos.

Te quiero.
Att: Busan.
Pd: run Hyunjinnie run!

Hwang leyó la carta tres y cinco veces, la palabra Busan se repetía en bucle en su cabeza ¿acaso era posible? ¿Era alguien jugandole una mala broma? Se tomó un minuto para analizar qué ni siquiera Changbin, el rey de las bromas, se tomaría el tiempo o el dinero para hacerle tal cosa.

Corre Hyunjinnie corre.

Y eso hizo, comenzó a correr lejos del aula, realmente no sabía hacia dónde se dirigía, nunca había estado en situaciones parecidas y el desespero comenzaba a ser partidario de sus emociones. Los pasillos estaban repletos de estudiantes pero él a empujones y palabras groseras logró salir del bloque principal.
Los jardines se mostraban florecidos y hermosos delante de él, respiró cansado, trataba que todo el aire posible en sus pulmones.

Levantó la vista. De repente se había olvidado de todo, de sus clases, de sus amigos, de Jeongin, de sus propios problemas, incluso comenzó a dudar sobre cuál era su nombre. Sus ojos se llenaron de lágrimas y una sonrisa apareció sin previo aviso, se dejó caer de lleno al suelo sintiendo la suave grama en sus rodillas y palmas.

¿Estaré alucinando?

La figura masculina se acercaba cada vez más rodeado de una luz brillante que vendría siendo el sol a sus espaldas, toda su aura era angelical, Hyunjin quería pararse, quería recibirlo como se merecía pero sus piernas fallaron y solo podía pensar en llorar porque podía jurar que así te recibían en el cielo.

— Hyunjinnie~ corriste — la risita que soltó aquel chico fue como la delicada nota de la más fina arpa.

Seungmin se sentó al lado del más alto dandole un abrazo por el cual ambos habían estado esperando más de 2 meses, un abrazo que duró lo que tenía que durar y transmitió más de 10 emociones al mismo tiempo. Dos chicos, sollozando en el húmedo pasto, porque por fin habían conocido a su amor.