¿¡El novio eres tú?!

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Me despierto por la mañana, genial hoy sería mi fabulosa cita con mi amiga, su novio y un chico el cual no conozco absolutamente nada de él que no sea que es amigo del novio de mi amiga Ginny... Simplemente genial...

Me levanto, todo está en calma y mi madre me espera sentada en la cocina tomándose un café y unas magdalenas.

-Buenos días cariño

-Buenos días mamá

-¿Qué tal ayer? Viniste y no me contaste nada-. Me replica. Medio dormida voy a la cocina y tomo un bollo de chocolate, mis favoritos. No hay nada mejor que el dulce para olvidarme de mis problemas, al menos durante unos segundos...

-Pues me he comprado un vestido y esta tarde tengo una cita con Ginny, su novio y otro chico...

-¡Un chico! ¡Vaya Hermione por fin sales!-. Me dice emocionada

-Mamá... Sabes que no quiero hombres.

-Eso mismo dijiste la última vez, y mira por donde, acabaste acostándote con Malfoy-. Me quedo asombrada y a la vez avergonzada, no entiendo cómo ha llegado a saberlo, ¿se lo habrá dicho Ginny? ¿O se lo contó él? Rápidamente descarto la segunda opción, no le creo tan ruin como para hacer eso, además que no lo conoce, ¡qué tontería! Pero de alguna manera u otra se ha enterado...

-¿Y qué te hace pensar que lo haya hecho?-. Pregunto con un tono un tanto interesada.

-Hija mía, te fuiste de cita con él y no volviste en toda la noche, estas soltera, tienes veinticinco años, y él es muy guapo. No creo que hablaron toda la noche, y menos de asuntos de trabajo.

-¡No fue una cita! Y respecto... a lo otro...-. Mierda. Me estoy sonrojando y evito mirarla a la cara, me estoy delatando yo sola. ¡Rápido Hermione di algo!

-No hace falta que te inventes excusas, yo sé que lo hiciste aunque me lo niegues mil veces... Te gusta, y eso no puedes negarlo

-¡No me gusta! Es... Demasiado arrogante, egocéntrico y...

-Y guapo, educado, un hombre que no se rinde con facilidad y ¿he dicho ya que es irresistible?

-Sí mamá, desde que le viste en televisión...

-Hermione, no sé cómo has desarrollado esa incapacidad para admitir que te sientes atraída por él, pero no está mal admitirlo, te prometo que algún día te despertarás por la mañana con un anillo en el dedo y serás la mujer más feliz de este mundo.

-No me siento atraída por él, odio que para poder ponerme a su nivel tenga que rebajarme tanto

-Tú te especializaste en divorcios, ¿de alguna manera lo relacionaste con tener clase?-. Ruedo los ojos y me siento en el sofá, pongo la televisión en un falso intento de entretenerme un rato. Voy haciendo zapping hasta que vi algo que nunca pensé que iba a ver en la televisión. Subo el volumen para escuchar el programa, Draco Malfoy en la tele. Genial ya tengo entretenimiento...

-Ganar el caso de Longbottom ha sido más que suficiente-. Pongo cara de asco, egocéntrico...

-Sus enfrentamientos en el tribunal con la abogada Granger se han convertido en la comidilla de los círculos, ha estado muy reñido el caso-. Genial, una pregunta referida a mí a ver que dice ahora para ridiculizarme más... Se queda callado, parece nervioso... Me meto una galleta en la boca y sigo esperando su respuesta.

-Que quiere que le diga, Hermione Granger es... La mejor abogada que he conocido... En serio es maravillosa, simplemente extraordinaria-. Me quedo sin palabras, ¿Qué cambio de actitud es esta? ¿En serio pensaba eso de mí? ¿O era su disculpa por ponerme en ridículo en el tribunal? Por un momento creo que me he quedado embobada mirando la televisión por sus palabras, que resuenan en mi mente. Creo que me ha dado un vuelco el corazón al oírlo. ¡Hermione para! ¡Te ha avergonzado públicamente, no puedes sentir nada por él que no sea odio!

-Creo que le gustas-. Me dice mi madre detrás de mí haciéndome saltar del asiento. Estaba tan absorta pensando en cómo me había descrito delante de la prensa que ni me había percatado de que mi madre estaba en el comedor.

Pasaron las horas y ya era por la tarde, quedaban pocas horas para que empezara la cita doble a la que Ginny me había obligado a ir. Bueno, no me ha obligado, pero era de muy mala educación decirle que no, se la veía emocionada. Llevo dándole varias vueltas a como es el novio de Ginny, desde que me dijo que trabajaba en los tribunales no dejo de pensar en cómo será o si acaso he llegado a tratar con él alguna vez. Por cómo suena esto parece que la estoy intentando quitar el novio, pero no, no quiero hombres en mi vida, y solo voy a la cita por haberme insistido tanto, en mi defensa diré que simplemente es mera curiosidad, no es muy habitual que alguien le regale a su novia un descapotable, debe de ser un abogado de éxito como yo como para poder permitirse ese lujo.

Falta una hora para salir y empezar la noche, y tras mucho insistir de mi madre me pongo para la cita el Parkinson negro que me compré ayer. Me dejo el pelo suelto para variar, una sombra de ojos, un rímel y para los labios un rojo claro, no es escarlata pero es más discreto.

Mientras me ocupo de los últimos retoques llaman a la puerta, seguramente será Ginny con mi cita y su chico.

Me miro por última vez en el espejo y bajo al salón, no he estado tan nerviosa desde que empecé el juicio de los Longbottom. "Ya voy" grito mientras bajo la dichosa escalera, no es muy cómodo bajar una escalera con unos tacones de vértigo... Al bajar al salón hago una paradita rápida en la cocina, me cojo una magdalena y me la como, lo sé ¿qué demonios hago comiendo esto ahora? Pero es lo único que me calma los nervios rápidamente. Me peino el pelo, suspiro y abro la puerta.

Mi cara es una sonrisa, pero al ver quien estaba al lado de Ginny agarrándole la cintura, hace que se me caiga la felicidad y se cambie por una mueca de asombro, creo que me he puesto pálida y todo...

-¡Hermione!-. La voz de Ginny hace que salga de mi pequeño shock, todavía no lo asumo, ¿¡Draco con Ginny?! ¿¡Esto en es enserio o es una broma del destino que intenta hacerme la vida más complicada de lo que ya es?!

-Perdón, ha sido la impresión-. Le suelto sin pensarlo

-¿Impresión de que?-. Pregunta confusa. Mierda. He pensado en voz alta... ¡Inventa algo, rápido!

-De... Lo guapa que estas

-Oh gracias Hermione-. Por fin se suelta de los brazos de su novio y ahora me está dando uno de sus famosos abrazos. Me quedo mirando a Draco, que ahora va muy informal y me mira con una sonrisa triunfante, ¿de qué demonios va?

Cuando por fin me suelta, me fijo en el otro acompañante, un chico castaño, alto; casi tan alto como Draco, delgado, con unos ojos verdes preciosos y una sonrisa igual de bonita

-oh que maleducada soy... Hermione, este es mi novio, el exitoso abogado de divorcios, Draco Malfoy.- Le miro, todavía no entiendo cómo ha podido encontrar Ginny algo de amor en él, ¿celosa? ¡No! Ahora me explico el descapotable, debí haber sospechado que era él en cuanto Ginny dijo que se dedicaba a lo mismo que yo.- Y este es mi amigo, Theo Nott.-. Ahora el castaño se acerca a mí y me saluda con los tradicionales besos en la mejilla. A primer golpe de vista tiene pinta de ser un buen chico, con una sonrisa muy bonita por cierto.

-¿Tu amigo?-. Pregunta Draco un poco confuso.

-Vaya Malfoy, sales con una chica ¿y no sabes de sus amigos?-. Le suelto, hoy no me voy a callar nada, será mi oportunidad para vengarme por todo lo que me ha hecho, hoy va a ser una noche muy... Larga...

Amor a JuicioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora