¿¡Casados?!

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Me despierto, pero aún sigo con los ojos cerrados, relajada profundamente, había sido una noche muy larga la de ayer, unas cuantos whiskys por allí otros tantos por allá. Se podría decir que anoche me emborraché pero bien. Ahora creo que estoy recordando la boda de ayer, fue tan bonita... Ahora la pareja cambia, somos Draco y yo en el altar, pronunciando los votos y poniéndonos los anillos. Se veía muy bien, ahora nos estamos dando un beso y riendo como locos, fue una boda preciosa... ¡Un momento! ¿¡Draco y yo?! Me incorporo y miro alrededor, uf, solo ha sido un sueño... Dios mío que susto... Me llevo las manos a la cara y al quitármelas me fijo en mi mano izquierda, llevo algo brillando en mi dedo anular, enfoco la vista ¿¡un anillo?! Oh no... Miro alrededor y descubro que no es mi habitación y que Draco está profundamente dormido a mi lado.

Cada vez que miro algo mis sospechas se están confirmando poco a poco, me empiezo a poner nerviosa, más bien histérica, voy a salir de la cama y me doy cuenta que estoy en ropa interior, ¡Oh dios mío! Me envuelvo en una sábana y salto de la cama.

-Oh dios, ¡despierta Malfoy!-. Le grito

-¿Qué? Buenos días

-Puedes hacer el favor de mirar tu mano izquierda, por favor

-¿Qué?

-Por favor hazlo-. Se mira la mano y se queda por un momento asombrado

-Oh un anillo que bonito-. Dirige su vista hacia a mí.- Oh tu llevas otro-. Empiezo a preocuparme profundamente, doy vueltas a la habitación, pensando en que hacer para anular todo esto, pero nada, no se me ocurre nada.

-Draco, ¿no nos... habremos casado anoche verdad?-. Pregunto con voz temblorosa. Necesito que ya me lo diga directamente porque todavía no me lo creo...

-Me parece que sí, no recuerdo muy bien los detalles pero la novia estaba preciosa vistiendo un vestido rosa de seda y...-. En ese momento me derrumbo, me he casado... Por una borrachera... Y lo peor de todo, ¡con el hombre al que odio y me enfrento cada día en el tribunal! Lágrimas empiezan a caerme por la cara como cataratas, esto es penoso....- ¿No estás contenta?

-¿¡Contenta?! ¿¡Como quieres que este contenta?!

-No sé, te has casado, todas las mujeres el día de su boda están felices

-¡Pero me he casado por error! ¡Nos hemos casado por un error, iba borracha! ¡Tenemos que encontrar al responsable de esto y decirle que no iba en serio!

-¿Y si yo sí iba en serio?

-Claro que no por favor, eso es imposible ¡tú no quieres estar casado conmigo!-. Me voy corriendo envuelta en la sábana a mi habitación, me visto y empiezo a hacer la maleta, oh dios mío qué demonios he hecho... Genial, ahora estoy oficialmente casada en todos los estados y el mundo entero...

Hago la maleta y ya estoy de camino al lado de Draco en el avión con destino Nueva York, no puedo soportar ni un día más allí, ahora ya no podré volver a Las Vegas porque me acordaré del tremendo error que he cometido.

-Nos divorciaremos en cuanto lleguemos a Nueva York, será como si nunca hubiera ocurrido

-Y porque no lo dejamos estar, lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas.

-Por eso debemos divorciarnos, será como si nunca hubiera pasado y con el tiempo se quedará como un recuerdo del que nos reiremos años después.

-Piensa en positivo, al emborracharnos seguimos nuestros verdaderos instintos, eso significa algo.

-Sí, ¡que bebimos demasiado y cometimos un error, otra vez!

-Tonterías...-. Me quedo en silencio, pensando en cómo actuar, qué hacer para arreglar esta locura, esta vez sí que sí que no vuelvo a beber en lo que me queda de vida... El alcohol solo me ha traído nada más que problemas y más problemas.

-Oh dios mío, ¡estando casados no podemos ser abogados contrarios!-. Exclamo preocupada

-¿Por qué no?

-Haríamos el ridículo, si antes me contradecías para ponerme en ridículo, ahora dirás algo que me contradiga solo por llevarme la contraria.

-También es mi matrimonio sabes

-Ahí tienes un ejemplo... Oh va a estallarme la cabeza... ¿¡Y Ginny?! ¡Oh dios mío no quiero ver cómo le afectará cuando sepa que me he casado contigo!

-Tranquilízate, Ginny está bien y no se va a llevar ningún disgusto

-¿¡Como que no, es tu novia?!

-Corrijo, era mi novia

-¿¡La vas a dejar por mí?! ¡No puedes hacer eso, la romperías el corazón!-. Le riño, como se atrevía a dejar a su novia actual por haberse casado conmigo por error, simplemente no puede... Y Theo... Pobrecillo, él, esperando a que le dé una respuesta, él, que me ha dado una oportunidad para volver a empezar de cero y rehacer mi vida, y ahora simplemente le tendré que decir que no por haberme casado accidentalmente...

-¡Lo dejamos ok! -. Le miro y por una parte me tranquilizo, por lo menos Ginny no se llevará el disgusto de su vida. Espera un segundo, ¿¡Lo han dejado?!

-Espera, ¿Lo dejaron?

-Sí

-¿Te puedo preguntar el por qué?-. Le pregunto con la mirada baja. Draco me mira y suspira, no se esperaba que fuese a indagar tanto en su relación con mi amiga.

-No importa

-Creía... Que te iban las pelirrojas...

-Y qué más da, Ginny no importa ahora mismo, lo que importa somos nosotros-. Nos miramos, vaya, eso no me lo esperaba...Así que resulta que lo había dejado con Ginny... Pero no me quedo tranquila, seguramente la ha dejado por mí... Ya he perdido una amiga por un chico, ¡genial Hermione estás que arrasas!

Paso el resto del viaje relajada, no sé porque, pero al decirme Draco que no estaba con Ginny había supuesto un respiro para mí, aunque ahora nos tocaría afrontar los problemas mayores, como por ejemplo, divorciarnos y mantener la discreción.

Por fin llego a mi casa y mi madre me está esperando con los brazos abiertos. Rápidamente le cuento todo lo que me ha ocurrido, y mi madre en estos momentos es una mezcla de asombro, emoción y confusión, todo expresado en una simple mueca.

-Te conozco desde hace veinticinco años y el alcohol siempre te ha sentado fatal, te vuelves hiperactiva, incluso agresiva, pero esto de casarse es nuevo-. Ríe

-No quiero que nadie del despacho se entere, averiguaré alguna forma para solucionarlo

-Pide el divorcio aquí

-Oh enserio, ¡no lo había pensado! Solo hay un fallo técnico, a la prensa le llevaría dos segundos enterarse de que me emborraché, me casé con mi enemigo número uno en los juzgados y me divorcie, todo en veinticuatro horas. Qué bonita historia de amor-. Ironizo

-Dada mi amplia experiencia en divorcios, podrías conseguir la anulación si...- Se queda pensativa mientras se toma una copa de Martini.- Olvídalo

-Empezaré a moverme mañana mismo, pero por ahora me voy a dormir

-¡Qué tengas dulces sueños amorcito!-. Subo las escaleras, con la maleta a cuestas y la dejo en un rincón de la habitación, ya la recogeré por la mañana, pero por ahora solo tengo que dormir para estar fresca, mañana para arreglar toda esta locura. 

Amor a JuicioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora