The Hills 📍 GANG AU

Capítulo VI: ¿Eso te asusta, Jimin?

Jimin siguió al misterioso joven mientras atravesaban los largos pero magníficos pasillos de aquella mansión, completamente en silencio, intrigado por todo lo que estaba pasando e intentando captar con poco éxito todos los detalles a su alrededor.

La decoración de la casa era bellísima, con objetos antiquísimos de colección como jarrones y tapices, por lo Jimin estaba totalmente seguro de que eran valiosos para la historia del país.

Pasaron  de varias puertas hasta que llegaron al final del pasillo, donde se notaba que era la única habitación que tenía las luces encendidas.

Jimin tuvo que respirar profundo y tragar saliva cuando vió a la persona que estaba sentada al final de la larga mesa de roble oscuro, acariciando tranquilamente la cabeza de un gigantesco perro.

El bellísimo joven que estaba sentado levantó la mirada para chocarse duramente con sus ojos completamente fijos en él.

Jimin nunca había visto algo así... Él era terroríficamente hermoso.

El mismísimo Jeon Jungkook estaba allí, devolviéndole la mirada más indiferente del mundo, con unos ojos que parecían hechos del cielo nocturno mismo.

Jimin se recompuso del primer impacto de la visión e hizo un breve escaneo de la habitación, en la que extrañamente no estaban solos.

A los pies del joven amo se encontraba no solo el gigantesco perro negro que parecía ser un mastín tibetano y un dóberman, también estaba acompañado por un majestuoso Akita y otro perro tan blanco como la nieve que obviamente era un Samoyedo.

Cualquiera de esos perros valia mas que la vida de Jimin.

En la otra punta de la gran cocina y comedor se encontraba un cocinero, claro que Jungkook tenía un chef profesional para cocinar para él, Jimin no podía imaginarselo ensuciandose sus preciosas manos para preparar algo tan mundano como la cena.

Jimin se vió obligado a tener que pestañear varias veces para entender lo que estaba pasando.

Estaba parado como un idiota hipnotizado ante las dos personas mas peligrosas de todo Corea, en su casa y ni siquiera se había presentado.

—Señor Jeon, Señor Kim, perdonen mi falta de educación. Mi nombre es Park Jimin. —dijo lo más educadamente que pudo e intentó ocultar su nerviosismo pero fue totalmente inútil, así que procedió a hacer una reverencia muy profunda, tanto que quedo mirando el suelo.

—Miralo, cariño. Es tan tierno.

Jimin trago saliva cuando escucho la grave voz de Taehyung y elevó la mirada hacia él, para verlo enroscarse en el cuello de Jungkook mientras sonreía pícaramente.

—Jimin, ¿has cenado? —Su voz era estúpidamente agradable, Jimin nunca habia escuchado algo así, parecía hecha de testosterona pura, como si fuera una droga solamente escucharlo.

—N-no.

—Bien, entonces ven y siéntate con nosotros. Veo que ya conociste a Taehyung.—El moreno llegó hasta el joven Jeon y se sentó en su regazo, cruzando los brazos por detrás de su cabeza, mirándolo con una sonrisa y guiñandole un ojo. —Él es mi compañero, mi mano derecha.

Jimin no podía estar más sorprendido, siempre había pensado que el Señor Jeon y él Joven Kim eran familia.

—Espero que te guste la comida italiana.

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La cena transcurrió tranquilamente y Jimin ya se había tranquilizado bastante.