The Hills 📍 GANG AU

Capítulo XVIII: La cafetería.

—Jimin...—El pelinegro sintió como unas manos se entrelazaron en su cabello. — Necesito que te despiertes.

Al abrir sus ojos, lo primero que Jimin vió fue el rostro de Taehyung. 

Sus ojos estaban severamente hinchados, denotando que había estado llorando bastante.

Jimin se incorporó entre los almohadones de la enorme cama. Jungkook seguía durmiendo plácidamente a su lado.

—¿Me acompañarías? —Preguntó el peliverde mientras abría muchísimo los ojos.

—¿A dónde quieres ir? —Jimin lo miró intrigado. —¿Estás bien, Taehyung?

—Yo... —El moreno observó el rostro de Jungkook, quien se veía totalmente perfecto mientras solo se movía suavemente por el ritmo de sus respiraciones. —No lo sé, solo sé que necesito salir de la mansión.

—Bueno. —Jimin se levantó de la cama, logrando que Taehyung sonriera. —Entonces nos iremos.

—Gracias. —Dijo el moreno mientras lo tomaba de la mano. —Soy muy afortunado de que te hayas cruzado en nuestros caminos.

—Digo lo mismo. —Jimin le sonrió antes de abrir cuidadosamente el armario, tratando de no hacer mucho ruido y tomar una camisa.

Los dos jóvenes entraron al gigantesco garage aún tomados de las manos, sólo se soltaron cuando llegaron al panel de las llaves.

—¿En cuál quieres ir? —Preguntó Jimin.

—No quiero conducir... hoy no tengo ganas de hacer nada. —Respondió Taehyung mientras se encogía de hombros. —Pero creo que deberías estrenar el Lambo, ¿no te parece?

—Oh, definitivamente me parece.

Jimin se emocionó muchísimo por conducirlo por primera vez.
Todavía no asimilaba que tenía un maldito Lamborghini.
Sin dudarlo más, tomó la llave roja e hizo sonar la alarma de su brillante auto.

El viaje fue bastante silencioso.

Jimin disfrutaba de la adrenalina que le brindaba manejar un auto deportivo con semejante motor, pero en algunos momentos del viaje miró de reojo al moreno y lo vió derramar un par de lágrimas mientras miraba el paisaje.

Sin pensarlo mucho e intentando darle un poco de apoyo emocional, llevo una mano a su pierna.

Taehyung inmediatamente la tomó y la apretó fuertemente.

Jimin estacionó el despampanante auto frente a un gran edificio de departamentos.
Estaban en un barrio que él conocía perfectamente, pero que a juzgar por su cara, Taehyung nunca había pisado siquiera.

—¿Dónde estamos? —Preguntó el moreno, mientras imitaba a Jimin que se estaba bajando del auto.

—Estamos bastante cerca de Mapo-gu. —Jimin le sonrió pícaramente. — Te sientes triste, así que sólo se me ocurrió hacer para ti lo que hacía cuando yo me sentía triste. Esto es lo único que lograba animarme, ya lo verás.

Taehyung lo siguió bastante intrigado y curioso hacia el edicio, donde entraron y se subieron al ascensor.

Ambos se miraron en el espejo con una sonrisa, la verdad es que lucían bastante mal.
Taehyung se veía demacrado y con ojeras, y Jimin se había puesto lo primero que encontró, que no combinaba en lo más mínimo.

Cuando el ascensor se abrió, el moreno lo siguió hasta una puerta.

—Quiero que conozcas a alguien. —Le dijo Jimin antes de golpear la puerta.