Capítulo XXIII: Masquerade pt.I

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Taehyung caminaba de un lado a otro por la enorme habitación, intentando controlar sus nervios. 

Su pelo verde pastel goteaba todavía húmedo, ya que ni siquiera lo había secado desde que había salido de la ducha.

—...faltan dos horas y todavía no han llegado los trajes. —Taehyung vociferó. —Voy a matar a Taemin, aquel idiota. Le cortaré la yugular de lado a lado, lentamente. Maldita sea, no debí confiar en él.

—Relájate, cariño. —Jungkook lo tranquilizó desde la comodidad de la cama, en donde se encontraba recostado con Jimin en su pecho. —Taemin te adora, estoy seguro que debe estar por llegar.

—Estupido imbecil. —Refunfuñó el moreno mientras se dejaba caer en la silla de su tocador, frente al muy iluminado espejo. —Tengo unas ojeras enormes, no puedo creer que vaya a mi propio cumpleaños luciendo tan horrible.

—Taehyung, serás el hombre más hermoso de la fiesta. —Ronroneó dulcemente Jimin mientras se acomodaba en el pecho del heredero. —Y si alguien se atreve a siquiera opacarte, lo mataré.

Taehyung se volteó divertido por el comentario del pelinegro, y con una sonrisa en los labios, se levantó y se acomodó  en las piernas de Jungkook, a su lado.

—Sólo ustedes dos podrían opacarme.

—Nadie te opacará cuando veas tu primer regalo, bebé. —Jungkook acarició su cabello. —Jimin y yo lo elegimos juntos.

Taehyung elevó su cabeza para mirar sonriente a Jungkook.

El chico amaba recibir regalos, por lo cual su cumpleaños siempre había sido su fecha favorita del año.

Cada año, Jungkook se tomaba el trabajo de prepararle una linda sorpresa, un regalo lujoso o unas vacaciones en algún lugar precioso.

Nunca podías imaginar que podría ser el próximo regalo del hombre con más dinero, influencia y poder de todo el país.

Taehyung hundió sus largos dedos en la sedosa cabellera de Jungkook, besándolo con ansias y cuando sintió las suaves manos de Jimin en sus piernas, el sonido de unos golpes en la puerta interrumpieron el momento.

—¿Quién es? —Preguntó Taehyung molesto, succionando el labio de Jungkook antes de separarse totalmente de él.

—¡Soy yo, Taehyungie! —La fina voz de Taemin retumbó en las cuatro paredes.

Jimin y Jungkook se sonrieron divertidos cuando Taehyung saltó de la cama, olvidándose inmediatamente de lo que estaban a punto de hacer.

—¡Maldito imbécil, pensé que me dejarías plantado! —Taehyung golpeó a Taemin en la cabeza, regañandolo.

—Lo siento, es que los imbéciles de la tienda se tardaron demasiado en los bordados de tu camisa. —Taemin frunció el entrecejo. —¿A quién se le ocurre mandar a bordar con hilo de oro cientos de flores en una maldita camisa? 

Taemin entró en la habitación con los brazos repletos de cosas. Detrás de él entro su ayudante del salón de belleza, Yeji. Ambos llevaban trajes en enormes fundas protectoras negras, y varias bolsas del mismo color pero de variados tamaños y formas.

—Es el evento del año. Sólo yo podría usar algo así. —Taehyung sonrió orgulloso.

Cuando el estilista liberó sus brazos, corrió a abrazar al casi cumpleañero y llenó su cara de besos. 

—¡Jungkook, dile que me suelteeee! —Rogó el moreno mientras intentaba deshacerse del agarre de Taemin.

—Mi pequeño Taehyungie va a cumplir años. —Dijo agarrando sus mejillas.

The Hills 📍 GANG AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora