Jimin siguió a la señorita que acababan de conocer, esa tal Irene, sin hacer preguntas. Bajaron varias escaleras, hasta llegar a una habitación donde habían varios grados de más en la temperatura del ambiente.
El lugar estaba lleno de hornos de fundición y personas forjando oro al rojo vivo. Siguió a Irene hasta que llegaron a un extremo del salon donde habia un escritorio y un hombre vestido de traje examinando unos diamantes bajo el lente de una lupa, la cual hacía ver sus ojos totalmente extraños.
—Señor Lee, el amo Jeon ha venido a verlo.
El señor regordete levantó la mirada, sonriéndole a los recién llegados.
—Jungkook, querido, cuánto tiempo sin verte. —El señor Lee le hizo una reverencia.
—Lee, veo que estás disfrutando de esos diamantes. —Jungkook se sentó en la única silla que había frente al escritorio, así que instintivamente Jimin y Taehyung se colocaron a ambos lados de su espalda. —¿Cómo van los números de este mes?
—Excelente, excelente. —El hombre rebuscó entre unos papeles que estaban desordenados sobre el escritorio. —Dejame buscar el libro de estas semanas, ha habido un incremento en la venta de los de mayor kilaje.
Jungkook le hizo una sutil seña a Taehyung, quien metió la mano en el chaleco de su traje, donde Jimin pudo observar que tenía un arnés que sostenía varios cuchillos. Al ver que Jimin lo observaba, Taehyung le guiñó un ojo antes de sacar una preciosa navaja mariposa y entregarsela al joven heredero.
—Dime, Lee... ¿En verdad no pensaste que me iba a enterar de tu pequeño negocio con los rusos? —Preguntó Jungkook con una voz que denotaba calma, una voz totalmente aterciopelada, tal como un buen licor.
El rostro del señor palideció en el mismo segundo en el que vió como Jungkook abría rápidamente la navaja mariposa y la clavaba en el escritorio, a unos pocos centímetros de su rostro.
—Yo.. Yo.. Señor Jeon, no es lo que usted cree. —El hombre levantó ambas manos y las puso en alto a los lados de su cabeza.
—Bien, Lee, por fin haces algo bien. —Jungkook sacó la navaja y la paseó entre sus dedos, acariciando. —Dime Señor Jeon, porque ya no soy Jungkook. Soy tu amo, tu lealtad es hacia mí y me has fallado, Lee. Y nadie le falla a Gangcheol Mae.
Jimin vió al hombre tragar saliva y observó movimientos a su lado, así que vió a Taehyung colocar una mano en el hombro del heredero y apretar un poco.
—Taehyung, levántalo.
Jungkook se levantó del asiento con el cuchillo en sus manos, y cuando se acomodó el saco del traje, Jimin pudo observar el leve brillo del arma negra en su pantalón. Nunca había visto a Jungkook armado y sentía un poco de nervios al respecto.
En los entrenamientos, Taehyung le había enseñado a usar los cuchillos un poco, así que se imaginaba lo bueno que era. Pero Jungkook, diablos, a él nunca lo había visto hacer nada.
[N/A: Violencia explícita]
Jimin observó con bastante sorpresa como Taehyung arrastraba al hombre por toda la habitación sin un ápice de esfuerzo, siendo que el hombre lo doblaba en peso.
Taehyung lo depositó en una silla y comenzó a amarrar sus extremidades al mobiliario con unos precintos de plástico negro. Cuando acabó su labor, se levantó acomodándose el traje y le regaló una bonita sonrisa a Jimin, pero en su mirada podía recibir una clara advertencia, todo estaba por comenzar.
—Lee, espero que no des muchos problemas ni hagas mucho ruido hoy. —Jungkook se acercó al hombre arrastrando otra silla y antes de sentarse se quitó el saco negro y lo colocó cuidadosamente en el respaldo. —Las cosas están cambiando en Gangcheol Mae. Mi padre ya no está al mando, ahora lo estoy yo, así que vamos a mostrarte cómo funcionan las cosas ahora.
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The Hills 📍 GANG AU
FanfictionJeon Jungkook es la definición de peligro. Luego de la muerte de su padre, se convierte prematuramente en el líder de la mafia más poderosa de Asia, Gangcheol Mae. Jimin sólo es un joven siguiendo su sueño de ser cantante, luchando por el día a día...