Capítulo XV: Mad House.

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[N/A: El estudio de tatuajes al que irá nuestro trío, forma parte de mi historia Mad House, es un Crossover. "J" es el Jungkook de esa historia. ]

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Jimin entró luego de Taehyung. 

El lugar era enteramente oscuro por lo cual tuvo que sacarse las gafas de sol.

Se notaba a leguas de distancia que se trataba de un estudio de tatuajes, ya que había un letrero gigante de luces de neón donde se podía leer claramente "Mad House INK".

Los cuadros colgados en la paredes también demostraban que era un lugar leal a Gangcheol Mae, cientos de diseños de tatuajes de halcones pintados en distintos estilos adornaban el salón.

Un joven moreno, bastante alto y musculoso llegó al vestíbulo para recibirlos, haciendo una leve reverencia cuando noto de quienes se trataba.

—Señor Jeon, que gusto verlo.

—Namjoon, amigo, tanto tiempo. —Jungkook no le devolvió el saludo, sino que directamente lo abrazó amistosamente.

—Ha pasado un tiempo, si, ahora que creciste ya no vienes a ver a tu amigo. —Namjoon sonrió mientras le devolvía el saludo. —Aunque estoy contento de que ya estés liderando, querido amigo, te queda. —Namjoon miró a los otros dos. — ¿Qué los trae por aquí?

—Gracias, Nam. —Jungkook se corrió hacia un lado, dejando ver a Jimin que estaba detrás suyo.— Venimos para que le hagas un tatuaje a él. 

—Bien, ¿cómo es tu nombre? —Namjoon se cruzó de brazos, flexionando sus músculos y Jimin notó lo muy tatuado que estaba.

—Jimin, Park Jimin.

—Soy Kim Namjoon, Jimin. Me crié con estos dos. —Namjoon abrazó a Taehyung y frotó su cabeza con el puño, despeinandolo. —Mi padre tatuó a sus padres, así que ya sabes, estamos en confianza, puedes decirme Nam.

—Bien. —Jimin sonrió ante la escena, era genial cuando veía esos pequeños momentos.

—¿Ya sabes dónde vas a tatuarte? —Namjoon le preguntó, a lo que Jimin asintió, seguro. —Perfecto, entonces sígueme. Ustedes dos...—señaló a Taehyung y a Jungkook que estaban a punto de seguirlos. —...se quedan afuera, quiero conocer al chico.

Jimin sonrió ante la expresión de ceño fruncido de Jungkook, mientras se sentaba en uno de los sillones refunfuñando para si mismo.

—Me encanta hacerlo enojar. —Namjoon le hizo una seña para que lo siguiera. —Aunque eso provocó que Taehyung me cortara un par de veces cuando éramos niños. Sólo puedo imaginarme lo que sería capaz de hacer ahora si alguien se atreve a acercarse a él.

—Hoy amenazó con arrancarle las uñas una por una a su propio primo, así que algo bastante retorcido, supongo. —Jimin y Namjoon se rieron porque ambos sabían que era verdad.

—Es que Seokjinnie logra ponerle los pelos de punta a cualquiera. —Rió. —Bueno, Jimin, ahora sácate la camisa y recuéstate en la camilla. —Namjoon comenzó a preparar el espacio y a ponerse guantes. —¿Dónde y cómo lo quieres?

—Uhm... ¿Está mal si te pido que me tatúes dos diseños?

—¿Dos? —Le preguntó Namjoon mientras se colocaba un cubrebocas negro. —¿Por qué querrías hacerte dos halcones? 

—Solo un halcón. —Respondió Jimin.—Quiero hacerme una pantera también.

—Oh, el emblema Kim... Interesante. —Dijo Namjoon, creyendo entender por donde iba el asunto. —Bien, entonces necesitaré un poco de ayuda.

Namjoon golpeó un par de veces la negra pared que tenía detrás suyo y luego de unos segundos apareció un chico tatuado, con su cara tapada por un cubrebocas.

—¿Qué quieres, Nam?

—El chico quiere dos emblemas y el Señor Jeon está esperándolo, no queremos retrasarlo.

El chico nuevo se puso unos guantes y se sentó a la izquierda de Jimin, mientras él se acostaba.

—¿Jimin, no? — el chico asintió. —Bien, puedes llamarme J. —Dijo mientras comenzaba a trazar un par de líneas sobre su piel. —Yo voy a tatuarte la pantera.

Jimin lo miró de reojo mientras intentaba descifrar porque ese chico le resultaba tan conocido, tenía un aura familiar. 

Luego de unos minutos, Namjoon comenzó a tatuar el halcón en la parte derecha de su cintura, el lugar donde él mismo había elegido.

Los tatuajes deberían empezar en su cintura y bajar hasta su cadera, casi rozando la pelvis.

Siempre le había gustado ese lugar de su cuerpo. Sus músculos firmaban una pequeña "V" que los tatuajes resaltarían.

El otro joven también empezó a tatuarlo y Jimin tuvo que contener un gruñido por el dolor de las dos agujas sobre su piel.

—¿Estás bien, niño? —Le preguntó Jota.

—Si, y no soy un niño. —Jimin odiaba que le dijeran así.  —No te recomiendo llamarme de esa forma.

—Veo que te entrenaron bien. —Jimin pudo jurar que debajo de su cubrebocas se había formado una sonrisa.

—¿Vas bien, Jimin? —Preguntó amablemente Namjoon. — Avísame si quieres parar unos minutos.

—No, tranquilo, estoy bien. Terminemos esto.

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Cuando Jimin salió de la sala de tatuajes, Jungkook y Taehyung abrieron mucho los ojos cuando vieron que tenía los dos costados del abdomen envueltos con papel film.

—¿Qué? —Taehyung se acercó a verlo. —¿Por qué te tatuaste dos veces?

—Yo... —Empezó Jimin, sin poder terminar la frase.

—Wow.

Taehyung deslizó su dedo lentamente por los límites de las cintas que protegían el tatuaje. 

Luego miró a Jimin con una mezcla de sentimientos que se veían claramente reflejados en sus ojos.

—Oh cariño, no tenías que hacerlo. —Taehyung sonrió dulcemente y luego se irguió para darle un fugaz pero significativo beso en los labios, y le susurró en el oído para que nadie más pudiera oírlos. —Voy a recompensarte.

—Los dos te quedan bien, me agradan.—Dijo Jungkook mientras le sonreía brevemente. —Bueno, ustedes dos vayan y tómense el día, pueden ir a tomar un café o algo. Yo voy a quedarme un rato con Nam. —Jungkook sentenció. —A las noche los veo en las colinas.

—Bien, nos vemos luego, querido. —Taehyung lo besó para luego tomar el brazo de Jimin y arrastrarlo fuera del lugar.

—Tu y yo iremos a un salón, quiero teñirme y algo de vida a tu cabello no le vendría nada mal. —Taehyung le sonrió. —El rosa pastel te quedaría estupendo.

—Hmm, los colores no son mi estilo, además creo que sólo tú puedes verte intimidante de esa forma. —Inquirió Jimin.

—Oh, no lo había pensado de esa forma, quizás tienes razón. —El moreno no le dio mucha importancia mientras sacaba el móvil para llamar a un chófer. —No importa, ya inventaré algo.

The Hills 📍 GANG AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora