×Prólogo×

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Sentada en el suelo empecé a llorar por el golpe que me había dado. Mi madre se acercó a mí preocupada.

-¿Estás bien cielo?- Preguntó.

Yo negué la cabeza sin dejar de sollozar. Mi madre me abrazó y  me cogió en brazos. Luego miró muy rodilla. No tenía una herida muy agradable la verdad. Una madre se acercó a nosotros con un niño de la mano.

-Perdona que me meta ¿Se ha hecho mucho daño?- Preguntó la mujer.

El niño no dejaba de mirarme. Yo desvíe la mirada para que no me viera llorar.

-Se ha caído y se ha hecho una herida. Ahora la iba a llevar al centro de salud- Contestó mi madre.

-Soy enfermera, podríamos ir a mi casa y la curo allí. Podría infectarse y ser peor. El centro de salud está algo lejos de aquí y mi casa está al lado- Mi madre debatió mentalmente que hacer. Ella me miró y yo a ella. Aún me caían lágrimas por las mejillas.

-Está bien, muchas gracias- Dijo ella.

Fuimos hacia la casa de esa mujer. La dos se hicieron muy amigas. La mujer me curó y todos nos sentamos en el sofá.
Ellas hablaron alegres, mientras, el niño y yo nos miramos sin saber que hacer.

-David, llévate a ____ a tu habitación y jugáis un rato- Dijo la madre del chico.

Él se bajó del sofá y se acercó a mí. Extendió su mano con una pequeña sonrisa y yo la agarré. Me ayudó a bajar del sofá y fuimos agarrados de la mano hacia su habitación.

Estuvimos jugando y riendo más o menos una hora. Hasta que llegó mi madre y tuvimos que irnos.

-Mañana ven a jugar ____- Dijo David. Mi madre sonrió.

-Vale- Dije animada.

[...]

-Dios, quiero morirme en estos momentos- El tatuador empezó a reírse ante el comentario de David.

-Bueno te están clavando agujas con tinta muchas veces, supongo que es normal- Contesté mientras reía.

-Hay gente que tolera menos el dolor- Comentó el tatuador.

Yo reí con ganas y David fulminó con al mirada al tatuador. Le estaba haciendo un nudo tribal en el brazo y ahora iba a tocar hacerle las iniciales de su nombre, le estaba viendo cara de sufrimiento.
Salimos de la tienda de tatuajes.

-¿Estas bien?- Pregunté intentando no reírme.

-Adelante, llámame llorón que lo estás deseando- Solté una gran carcajada y el sonrió.

Me acerqué a él y le abracé por el lado contrario en el que se había echo el tatuaje. Luego le di un pequeño beso en la mejilla.

-Nunca te llamaría tal cosa. Hay gente que aguanta más el dolor que otra. Yo nunca habría podido ni siquiera plantarme hacerme uno, solo de pensar en la aguja- Me dio un escalofrío.

David contestó al abrazo y volvimos a casa. Su madre ya estaba haciendo la cena. Saludé a Mónica, la hermanita de David, y a mi madre la cual estaba poniendo la mesa.

-¿Te lo has hecho ya?- Preguntó la madre de David desde la cocina.

-Sí, casi llora pero sí- Contesté él me dio un leve empujón de broma, mi madre rió.

-¿A ver?- Mi madre se acercó y David le enseñó el tatuaje.

-Aún tiene que cicatrizar pero ha quedado chulo- Contestó David.

-Está muy chulo- Dijo ella- ¿Por qué las iniciales de tu nombre?- Preguntó.

-No lo sé- Contestó rápidamente. Hasta yo le miré extrañada.

-Bueno. Es precioso- Dijo ella. Luego se fue por la puerta de la cocina.

×Obsession× [Fargan y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora