×Obsession× [Fargan y tú]

×Capítulo 9×

Llegué a casa totalmente seria. Me encontré a Sandra y Samuel hablando alegremente en el sofá. Ambos me miraron yo sólo éstas parada ahí.

-Ya has llegado, ____- Dijo Sandra con una sonrisa. Yo hice un intento de sonrisa, que se parecía más a una mueca.

-¿Y Fargan?- Preguntó Samuel.

Las lágrimas querían salir de nuevo.

-Se ha ido a casa- Dije yendo rápido a mi cuarto y sin mirarles.

Me quité los zapatos y me senté en la cama. Empecé a llorar de nuevo. Mi maquillaje tenía que estar por toda la cara pero no me importaba.

Alguien entró por la puerta, miré un momento, era Sandra.

-Samuel ya se ha ido...¿Qué ha pasado?- Dijo sentándose a mi lado.

-David se ha enfadado conmigo- Dije mirándola, ella me abrazó y dejé que me consolara- Tenías razón...David esconde algo...- Me aparté un momento de ella y en ayudó a limpiarme un poco la cara- Le he preguntado que si me ocultaba algo relacionado con su padre...me ha preguntado porqué pensaba eso y no le he contestado, porque me he puesto nerviosa. Entonces me ha gritado «¿Lo piensas porque no he querido ser un puto niño rico y mimado que hace daño a los demás?»- Dije recordado sus palabras- Actos seguido ha dejado dinero al lado de su plato y se ha ido.

-Dios, ____. Lo siento mucho, no te tendría que haberte metido en esto- Dijo arrepentida.

-No te preocupes- Contesté mirándola- ¿Has averiguado algo de parte de Samuel?

-Sí...me ha dicho que su padre tenía mano dura con él- Solté un suspiró.

-No me lo puedo creer- Dije sorprendida.

-A mí también me ha parecido un choque ¿Nunca has conocido a su padre?- Preguntó.

-No, como mucho solo he conocido a su madre porque era amiga de la madre de David. Pero con Samuel nunca he tenido mucha relación o tanta como con él. A Eduardo nunca le conocí- Dije sincera.

Ella se levantó y empezó a dar vueltas por la habitación. Luego soltó un quejido de desesperación y llevó sus manos a su cabeza.

-No me gusta pensar mal de él pero...¿Quiénes iban en el coche cuando se produjo el accidente?- Preguntó mirándome.

-Iban el padre de David, el padre de Samuel y dos socios más- Contesté intentando recordar- Aunque, según Herny, su padre también murió en un accidente de coche- La miré.

-Vale, entonces puede que el padre de Herny estuviera en el mismo coche y muriera en el mismo accidente- Dijo deduciendo.

En la misma ciudad y a la misma hora, Elyas había averiguado algo nuevo. Elizabeth bajó las escaleras y le trajo un vaso de zumo a su primo.

-Gracias Eli- Dijo Elyas con una amplia sonrisa.

-De nada ¿Has averiguado algo? Te veo muy contento- Contestó ella.

-Me acabo de dar cuenta de algo, que no me puedo creer que no me diera cuenta antes- Contestó. Eli le miró extrañada- En el informe se habla de cuatro muertos, uno de ellos mi padre. Pero mira esta foto policial- Señaló una foto en la que aparecían dos coches.

-Hay dos coches...- Dijo Eli.

-Mira bien- Dijo Elyas.

Elizabeth se acercó más a la foto.

-Le falta la matrícula- Dijo mirándole.

-Ese es el coche que chocó contra el otro, sin embargo el informe policial decía que solo se encontraron cuatro cuerpos y esos estaban en el coche que tiene la matricula. Lo que significa...- Elyas dejó que Eli terminara la frase.

-Que la otra persona se dio a la fuga- Elyas asintió.

-Y que el accidente estuvo planeado, ya que el que se chocó con ellos quitó matrícula de su coche para no ser descubierto-
Elizabeth se quedó sin palabras, su primo tenía razón, el accidente fue planeado- No solo se queda ahí. En esta foto se puede ver una señal de tráfico en el suelo. La carretera se dividía en dos caminos, esa señal indicaba que solo se podía ir hacia la derecha, si venías desde el camino que se dividía.

-¿Crees que alguien la tumbó para que no la vieran?- Preguntó Elizabeth.

-Ahora mismo, toda teoría es válida- Contestó Elyas antes de dar un trago al vaso de zumo.

[...]

P.O.V. Fargan

Golpeé el saco con todas mis fuerzas. Tan solo recordar la cara de mi padre me hervía la sangre. No me podía creer que le haya gritado a _____. A fin de cuentas, ella me lo cuenta todo y yo le oculto cosas...como mis sentimientos.

La puerta del gimnasio se abrió, no le presté atención y seguí a lo mío.

-¿Qué ha pasado Fargan?- La voz de Vegetta resonó por todo el gimnasio.

-¿Por qué preguntas?- Contesté.

-Porque ____ ha vuelto a casa llorando- La seriedad de sus palabras me dejó helado.

Agarré el saco para detenerlo y luego le miré.

-¿Qué?- Pregunté.

-Estaba con Sandra y de repente ella a llegado. Ha intentado disimularlo pero se la notaba triste y que estaba llorando- Suspiré.

Me quité los guantes de boxeo y pase las manos por mi pelo. Me senté en uno de los bancos.

-Me ha preguntado por mi padre y me he alterado...- Contesté.

-David...- Que me llamara por mi nombre, hizo su me recorriera un sudor frío por la espalda- Entiendo enormemente tu dolor, yo también sufrí los platos rotos y lo sabes. Pero si cada vez que te hablen de Alejandro vas a gritar a medio mundo y volverte loco...

-No es David Alonso Romero el que se vuelve loco, es esa segunda personalidad que hay en mí y que me quema el pecho. Si quiero vivir una vida normal, tengo que quitarme esa sensación, tengo que quitarme esa persona de mí. La única forma, es quitarme a esa persona de mi interior- Dije.

-Y lo conseguiremos- Dijo agarrando mis hombros.

Continuará...