Elyas sujetaba la hoja donde estaban los detalles más importantes para su investigación sobre lo que Elizabeth le había contado. Su mano temblaba, aunque no lo hubiera vivido él, sin duda se sentía con un nudo en la garganta.
La noche llenaba la ciudad de Los Ángeles y con ella el silencio en la ca losas de nuestros protagonistas que les facilitaban mirar al teléfono nada más recibir un mensaje de Arsilex. Todos recibieron exactamente el mismo.
"Necesito reunirme contigo mañana a las 20:00 en mi oficina. Es importante"
Seguido de este mensaje aparecía su dirección. Elizabeth fue directamente a preguntar a Elyas por el mensaje, dándose cuenta de que su primo había recibido el mismo. Samuel y yo comparábamos nuestros
respectivos mensajes, preguntándonos porqué habíamos recibido el mismo.
De la misma forma que Sandra fue directamente a la habitación de _____ a preguntarle.Elyas quiso preguntar a Herny pero aparentemente estaba durmiendo, ya que había estado entrenando mucho. Pero cuando Elyas cerró la puerta de su habitación, Herny miró su móvil. Arsilex había escrito por el grupo.
"Ya le envié el mensaje a todos, mañana a las 20:00 esperaremos"
Mónica planteó la pregunta de posibilidad a que nadie viniera o faltara gente que no se fiaba.
Arsilex contestó defendiendo su posición."Yo he hecho lo que me habéis pedido"
Herny no dijo nada y prefirió quedarse callado. Pero el último integrante del grupo contestó.
"Sí no vienen solos, les traemos. Es necesario que sepan la verdad"
Herny dejó el teléfono sin contestar y simplemente cerró los ojos rezando por poder dormir esta noche.
[...]
Me desperté a la mañana siguiente. Todo estaba normal, no parecía que mi otra personalidad hiciera de las suyas.
Bajé las escaleras y me encontré a Vegetta desayunando. Me serví un poco de café y me senté con Samuel en la isla.-¿Cómo te encuentras hoy?- Preguntó.
-Bien...parece que esta noche no he salido- Contesté frotando mis ojos.
-Ayer no escuché nada raro, supongo que estuviste dormido toda la noche- Dijo poniendo una mano en mi hombro. Yo le sonreí un poco- También tengo que decirte algo- Le miré atento- Hablé con Sandra y le conté todo...
Sentí como el corazón empezaba a latir muy fuerte. Tragué saliva y me aclaré la garganta.
-¿Todo?- Pregunté.
-Todo. Era la única forma de que no pensara que eras un psicópata. Me entendió y me prometió que iba a hablar con ____ e iba a convencerla de que hablara contigo- Dijo mirándome.
-No sé si estoy preparado...- Dije pasando una mano por mi pelo.
-Estaré yo mientras lo haces ¿Vale?- Preguntó.
Yo solté un suspiro largo.
Terminamos de desayunar. Llamamos a Lexosi, era el que estaba disponible para acompañarnos. Este se quedó en la puerta y yo entré junto con Vegetta. Saludamos a Alex.-Bien David. Lo que vamos a hacer hoy es un poco delicado- Miré un momento a Samuel, quien estaba mirando a Alex extrañado- Lo que vas a hacer es una terapia especial, literalmente voy a hipnotizarte.
-¿Qué?- Dije perplejo.
-¿Estás hablando enserio?- Preguntó Vegetta.
-Totalmente enserio de Luque- Dijo directo- No eres el primer paciente al que se lo hago ya que no eres el único con este tipo de trastorno. Simplemente es hipnotizarte para que dentro de tu mente tu parte cuerda y normal hable con tu parte mala. Debes pensar bien con qué le tienes que preguntar y, lo más importante, cuándo se va a ir. Lo más probable es que te pida algo a cambio, él mismo sabe cómo va a destruirse.
Miré a Vegetta, él me miraba a mí esperando una respuesta. De verdad que necesitaba saber cómo quitarme a este ser de dentro de mí.
-Está bien...- Contesté.
Me cambié de sitio con Alex. Seguí sus indicaciones, como sentarme recto y tener una respiración controlada.
-Es necesario que sigas tu respiración y te centres en ella y en mi voz. En nada más...cierra tus ojos y empieza a imgianar que ya no estás aquí...
Cada vez oía más distorsionada la voz de Alex. Sentía como me estaba subiendo el calor a gran velocidad desde los pies a la cabeza. Una vez llegó ahí, me quemaba tanto la cabeza que tuve que abrir mis ojos.
Ya no estaba allí. Estaba en una un sitio totalmente negro. Y una luz venía desde arriba. No podía saber de dónde procedía esta.
Oía pasos, no me podía mover y el agobio me hizo empezar a respirar un poco más alto.Los pasos cada vez se oían más cerca y comenzaba a desesperarme el no poder mover ni un dedo.
-David Alonso Romero- De entre la penumbra salió mi otro yo.
Exactamente igual a mí, con la misma voz y la misma ropa. La única diferencia que él se veía seguro de sí y yo estaba completamente atemorizado.
-¿Por qué me haces esto?- Pregunté después de tragar saliva. Él soltó una pequeña risa.
-No te estoy haciendo nada...- Contestó con esa sonrisa totalmente de psicópata- Estamos trabajando juntos. Para poder vengarnos por fin.
-¿Vengarnos de qué? Papá murió hace años- Dije mirándole.
-Sí...- Dijo acompañado de un largo suspiro. Se quedó un momento en silencio- Otro lo hizo ¡Porque tú fuiste incapaz!- Gritó alterado- Por eso estoy aquí. Para que ese miedo que tienes se vaya...
-No te netecesito para eso...- Dije con desprecio.
-¿Ah no?- Preguntó- Creo que se te olvida el hecho de que sin mi fuerza de voluntad y sin la seguridad que yo tengo, tú ni de lejos serías el campeón de boxeo. Absolutamente todos tus combates habrían acabado como el de Herny y tendrías que haberte retirado.
Apreté el reposabrazos del sillón con rabia. No podía levantarme y pegarle un puñetazo.
-No viene al caso hacer daño a gente inocente ¿Qué gracia tiene entonces vengarse?
-Si no es a ellos es a quienes se parecen. Samuel y su padre son idénticos, igual que Herny y el suyo. Solo quiero ver arder todo aquello que me hizo daño, ver cómo se destruye. Y qué mejor que esa forma...
-¿Cómo hago que te vayas de mi mente?- Pregunté sin querer alterarme.
-Ya te he dado la pista...- Dijo antes de irse con esa sonrisa de psicópata.
Volví en sí. Estaba demasiado mareado, Alex y Sam se pusieron a mi alrededor.
-Voy a pedir una camilla, necesitará descansar- Oí decir a Alex.
Continuará...
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×Obsession× [Fargan y tú]
FanfictionDavid es un boxeador profesional desde hace más de 10 años. Su afición por este deporte es debida a que sufre de una enfermedad, llamada trastorno de identidad disociativo, que le hace tener dos personalidades. Esta enfermedad viene a raíz de un tra...