×Obsession× [Fargan y tú]

×Capítulo 23×

-Fargan...Fargan...- Oí la voz de Vegetta distorsionada. Me dolía mucho la cabeza- David...

Me desperté por completo, Vegetta me miró totalmente serio. Se apartó un momento y pude ver a Sandra quien me miraba preocupada.

-Sandra...- Ella soltó una pequeña sonrisa y se acercó a mí.

-Lo siento...por todo lo que te pasó...-Dijo poniendo una mano sobre mi hombro. Yo me limité a mirarle con agradecimiento.

-Gracias por...creernos...y no pensar que soy un psicópata- Dije tranquilo.

-No me gusta juzgar si no sé la verdad...- Dijo con una sonrisa- En cuanto a _____, está esperando fuera...

Casi se me para el corazón. Tragué saliva y mis manos comenzaron a temblar cuando Sandra salió de la habitación y volvió acompañada de _____.

Me acomodé en la camilla y ella me miró. Se la notaba nerviosa e intranquila.
Sandra se puso junto a Samuel y ambos me dieron una muestra de apoyo con su mirada.

-Solo quiero saber una cosa...- Su voz sonaba temblorosa- ¿Por qué lo hiciste?- Respiré hondo, miré mis manos.

-Porque no era yo- Contesté.

-¿Y entonces quién fue?- Preguntó cruzándose de brazos.

A pesar del contexto de la situación, se la notaba como si no quisiera ser grosera conmigo. Parece que Sandra le había dicho que fuera así.
Me aclaré la voz.

-Como sabes, siempre he vivido en la misma casa...en el mismo barrio de Los Ángeles. Pero la casa que visitabas a menudo, no tenía nada que ver con la que tenía que aguantar yo- Ella me miró seria- Mi padre tenía una de las empresas más prestigiosas de todo el mundo y con varios socios que aparentaban ser los grandes padres de familia. Pero nada que ver...todos los días de mi vida recibía una paliza distinta...en la espalda, en la cabeza, en el pecho...todas me dejaban en el suelo- Ella miró hacia otro lado- Empecé a usar el maquillaje de mi madre para esconder las heridas, siempre rezaba porque todo acabara o porque fuera solo una mala pesadilla. Pero también empezó con mi madre y luego con mi hermana...- Mi voz se quebró. Sandra se abrazó a Samuel- Mientras mi hermana era terriblemente violada por nuestro padre, bajé las escaleras y me los encontré a ambos en el sofá. Mi hermana no paraba de gritar que le soltase y de llorar.

Vi como la cara de _____ se deformaba a más avanzaba la historia. Sandra estaba totalmente abrazada a Samuel y este me miraba.

-Mi padre se percató de mi presencia al intentar salvar a mi hermana, ella tenía 16 años y yo estaba a punto de cumplir los 18, me tiró hacia la mesa de café dándome así en la cabeza y dejándome totalmente mareado. Entonces me dijo "Veo que tú también quieres"- Se me quebró por completo la voz de nuevo y ahí no pude contener las lágrimas- Me agarró y lo hizo...me violó...mi hermana no pana de gritar que me soltase. Cuando acabó, nos dejó allí a los dos solos. Prácticamente no me podía  mover, mi hermana se acomodó la ropa y se acercó a mí adolorida. Me ayudó a recomponerme y ambos nos quedamos abrazados llorando. Mi madre llegó, le contamos lo que había pasado y nos reconfortó. Esa noche ocurrió el accidente, no fuimos al hospital para ver si estaba bien y Samuel tampoco fue a visitar a su padre, porque también recibió maltrato de su padre.

Vi como Vegetta bajaba la mirada y Sandra se abrazaba más a él para darle protección y apoyo. ______ tenía sus ojos llorosos y sus manos temblaban.

-Por esa época ya había tenido comportamientos extraños y fuera de mí. Había tenido peleas con otros compañeros, había bajado mis notas y sinceramente no sabía que pasaba. Un día me miré en el espejo, y me sentí como si no fuera yo. Fue entonces cuando decidí hacerme este tatuaje con las iniciales de mi nombre, para nunca olvidar quien era. Le conté el caso a mi madre y me recomendó ir al psicólogo. Pero ninguno quería tratarme, ya sabían lo que tenía, pero no querían ayudarme. Cuando tenía 20 años, a uno de ellos se le ocurrió encerrarme en un manicomio, mi hermana se negó en rotundo, fue ahí cuando mi madre me abandonó porque me tenía miedo. Mi hermana y yo nos mudamos de casa y a los pocos meses, ella consiguió hacerse con la empresa de nuestro padre y tuvo que volver a España para poder ocuparse de ella.
Llamó a Samuel y ambos empezamos a vivir juntos, hasta que empecé con el boxeo. Me mantenía relajado, lo suficiente como para no hacer daño nadie. Toda la rabia la descargaba en ese deporte y de ahí empecé a presentarme a torneos y ganarlos junto a Samuel. Y ya, definitivamente, me convertí en el campeón en 10 años.

Con un poco de duda vi a ______ acercarse poco a poco. Me abrazó muy fuerte y me sentí en paz por una vez en mucho tiempo. Como si me estuviera quitando todos los males de encima.

-Supongo que tu otro tú era quien me espiaba por las noches- Empecé a oir murmuros muy bajitos al fondo de la habitación, Samuel y Sandra se habían ido ahí para hablar.

-Y fue quien sacó esas fotos y las puso en mi sótano. Intenté quitarlas pero siempre volvían...daba igual lo que hiciera...

-De verdad que siento mucho todo lo que te pasó ¿Por qué no me lo contaste antes?

-Porque pensé que también me ibas a tener miedo, como lo tuvo mi madre- Ella agarró mis mejillas entre sus manos.

-David...eras y seguirás siendo mi mejor amigo, a pesar de todo, nunca te habría dejado de lado. Me arrepiento tantísimo de no haberte escuchado antes...

-Entonces...¿Nada va a cambiar?- Pregunté con esperanza.

Ella sonrió y se acercó a mí para besarme. Fue mágico volver a hacerlo, la echaba tantísimo de menos.

-Chicos...- Oímos a Sandra y nos separamos- ¿También vais a reuniros con Arsilex?

-¿Recibisteis el mensaje también?- Pregunté bajándome de la camilla.

-Sí ¿Qué hora es?- Preguntó _____.

-Las 19:50...- Contestó Vegetta.

Continuará...