Anna
Aplasté mi cabeza con fuerza sobre la almohada intentando que el dolor parara y que todo a mí alrededor dejara de dar vueltas. Llevaba solo quince minutos despierta, pero ya había maldecido a Emma mínimo en cuatro idiomas diferentes, y aunque en parte, también era mi culpa, si no hubiera sido por las constantes insistencias de mi mejor amiga yo no estaría con los terribles mareos y el dolor en cada pequeña partecita de mi cuerpo. Nunca debí haber ido aquella dichosa fiesta, nunca debí beber, y nunca debí haberme ido con...
La sangre se me congeló y los vagos recuerdos de la noche anterior aparecieron como imágenes de una película en mi mente. Neha sobre mí, sus labios, mis gritos, la sangre y después. Nada. No recordaba nada más. Me revolví entre las sábanas intentando recordar, sin embargo, el dolor en mi cabeza no quería colaborar y las náuseas tampoco eran una muy buena compañera.
Con cuidado intenté sentarme en la cama, llevé las manos a mi cabeza y comencé a sobar mis sienes mientras mis ojos luchaban por adaptarse a la claridad.
¿Por qué demonios había tanta luz?
-Buenos días, nena.
El grito abandonó garganta en el preciso momento en el que su voz algo ronca escapó de sus labios. El chico sentado justo a mi lado sonreía con descaro mientras sus ojos me recorrían sin pudor alguno. En un acto reflejo agarré las sábanas con rapidez y miré debajo de ellas quedando horrorizada al notar que solo llevaba las bragas y el sujetador.
- ¿Qué pasó? ¿Te comió la lengua el gato?
- ¡¿Cómo llegué aquí, dónde estoy?!-Chillé histérica presionando la sabana contra mi pecho con fuerza- ¡¿Dónde está mi ropa?!
-No recuerdas nada de lo de anoche, ¿verdad?
Su tono burlón y la sonrisa felina en su rostro hicieron que un leve sudor se escurriera por mi espalda baja. Los recuerdos volvieron a llegar como pequeños destellos fugaces. Podía verme a mi casi inconsciente siendo cargada por él en brazos, después yo quitándome la ropa, él intentando detenerme, yo riendo como idiota mientras me aproximaba hacia él semidesnuda. Y de nuevo nada, más lagunas, más preguntas sin resolver.
- Parece que al fin as empezado a recordar-Se acercó más a mi rostro provocándome un colapso mental-Siempre supe que las calladitas eran las más atrevidas, pero tú-Rio bajito-Nunca pensé que sabias hacer ese tipo de cosas con la boca, Anna.
Morí, literal, mi alma abandono mi cuerpo en aquel momento.
Aquello no podía estar pasándome a mí, llevé ambas manos a mi cabeza y comencé a negar una y otra vez. Cerré los ojos con fuerza, respiré hondo. De seguro todo era un sueño y nada era real, solo necesitaba despertar de la pesadilla y estaría en mi cama, con mi pijama de pocoyo. Volví a abrir los ojos notando como el chico frente a mi me observaba como si estuviese completamente desequilibrada. No, no era una pesadilla, aquello era real.
Jodidamente real.- ¡Oh Dios mío, mis padres van a matarme!
Una enorme carcajada retronó por toda la habitación, a mi lado, el chico de intensos ojos añil reía como si su vida dependiera de ello, dejándome con muchas más dudas que al principio.
-Tranquila, no es nada de lo que tu sucia cabecita esta pensando.
- Entonces anoche tu y yo...
-No pasó nada entre nosotros-Sentenció.
-Según tú nada paso anoche, ¿verdad?-Repetí intentando asimilar toda la información. Él asintió. -Entonces ¿Por qué no tengo ropa? y ¿Por qué mi último recuerdo es tan...-Pasé saliva antes de continuar sintiendo como mis mejillas se tintaban de rojo-Poco decente.
El suspiró y cruzó sus largas piernas un encima de otra.
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Tan Solo Una Mirada ( Editando)
Romance¡¡POR QUE ESTÁS HACIENDO ESTO!!-gritó la chica mientras rodaban lágrimas por sus mejillas. Él al contrario de ella estaba feliz porqué aunqué ella sufriera, era por su bien lo hacía para cuidarla de los demás , para que nadie le hiciera daño no q...