Capítulo #6

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Anna

No podía dejar de temblar, mi cuerpo entero se retorcía como lombriz de tierra, ¿Qué demonios había acabado de pasar? Alcé la vista. Mierda…mierda, mierda… todos, absolutamente todos me miraban, algunos con cara de sorpresa y otros con verdadero odio en los ojos.

Un leve espasmo corrió por uno de los costados de mi espalda baja cuando las uñas rosa chicle de Emma se aferraron sobre mi brazo y tiraron de mí, adentrándonos en los pasillos de la universidad. Mis pies se habían dedicado a seguir a la chica de cabellera rubia mientras me arrastraba hacia algún lugar, sin embargo, mi mente seguía en aquel beso, la suavidad de sus labios carnosos sobre los míos, el calor de nuestros cuerpos unidos, el brillo ardiente en sus ojos y la sensación de explosión que provocó su lengua dentro de mi boca.

—Te voy a preguntar esto una sola vez y quiero que seas sincera conmigo, Anna—Nos habíamos detenido. Mire a mi alrededor, estábamos en el salón de Biología— ¿Ustedes están saliendo?

—No

— ¿No?

—Bueno, es complicado—Afirmé sintiendo como la presión en mi pecho aumentaba—Estamos intentándolo, solo eso.

El ceño de Emma se frunció.

— ¿Desde cuándo?

—Unos pocos días.

— No te dije que tuvieras cuidado. Que  mantuvieras distancia —Cruzó ambas manos sobre su pecho, lanzándome una mirada de las que ella solía proyectar para comprobar si estaba mintiendo o si decía la verdad.

—El no parece ser tan malo, Em. Ademas despues de lo del pasillo nos volvimos a encontrar y el se porto super lindo—Una verdad con un leve toque de mentira. Ambos nos habíamos conocido en los pasillos desolados de la universidad, sin embargo, aquella maldita fiesta había sido la que terminó uniéndonos.

Un suspiro largo se arrastró fuera de sus labios, paso ambas manos por su cabellera rubia y camino hasta una de las mesas, para sentarse encima de ella. Los jeans azules se le ajustaban al cuerpo, y el top rosado combinaba con su esmalte de uñas. Me dio una mirada que no pude descifrar y luego con voz tranquila habló:

—Solo espero que no se aburra de ti, como pasa con todas las demás—La miré confundida, ella continuó—Adam, tiene fama de conquistador, para él, las mujeres no pasan de ser el ligue de una noche— Los rayos soleados que se filtraban a través de las enormes ventanas rosaban las gafas doradas ubicadas encima de su cabeza—Lo máximo que ha durado en una relación seria fueron tres semanas, Anna.
Espero que pienses en mí todo el día, preciosa.

Sus palabras resonaron en mi mente como el sonido de las olas en el mar. Un juego, aquello era un juego para él. Solo se estaba divirtiendo conmigo, quitándose el aburrimiento que le provocaba tener una vida llena de lujos y caprichitos. Apreté mis puños a los costados. Era una completa idiota por pensar que sus palabras cálidas eran sinceras, por confiar en el brillo de sus ojos, por permitirle a mi cuerpo sentir…, sentir esa chispa, esa explosión.

—Eres mi amiga y no quiero que nada malo te pase, no soportaría que alguien rompiera tu corazoncito.

—Tranquila, estaré bien—Me las arregle para sonreír—No tienes que preocuparte de nada.
—Espero que tengas razón.

Tan Solo Una Mirada ( Editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora