capítulo #17

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Capítulo 17

Desperté con una enorme resaca y un poco de dolor en mi entrepierna. ¿Qué pasó anoche? no lo sé, sólo recuerdo haber bebido de más en la fiesta después de la boda, luego mi mente se volvió un lienzo en blanco.

Retorcí mi cansado cuerpo cubierto por sábanas, la cama estaba vacía y la puerta que daba al mar estaba abierta.

Froté mis ojos con fuerza para aclarar mi vista. Miré hacia un costado y encontré una caja blanca con una pequeña nota:

"Te espero afuera, princesa".

Tras leer su contenido fruncí levente el ceño, abrí la caja y descubrí lo que ocultaba: un vestido gris demasiado traslúcido para mi gusto.

«Estás muy equivocado si crees que usaré esto».

Dejé a un lado la vistosa prenda y busqué mis maletas por toda la habitación, pero no aparecían. El ropero no albergaba ninguna prenda femenina.

«Maldito hijo de... su bella mamita».

Agarré y me puse el vestido con frustración, casi no se nota la diferencia entre estar desnuda y tenerlo puesto. Solté un largo suspiro y salí a toda prisa para buscar a ese mal nacido.

La brisa salina envolvía mis sentidos; el viento revolvía mi cabello con fuerza; el sol brillante me cegaba; y con cada paso iba dejando pequeñas huellas sobre la arena. La playa estaba vacía, ni una persona en 2 km a la redonda. "Así podrán estar solos y sin interrupciones", aún recuerdo el día que mi madre había pronunciado esas palabras.

Estábamos en el sofá debatiendo todo con respecto a la boda: el vestido, los padrinos, el pastel, el local de la fiesta y todo eso que... Agh, simplemente me ponía loca de sólo recordar. Como les decía, estábamos reunidos y de momento surgió esa pregunta un tanto incomoda:

«¿Dónde será la luna de miel?»

Desde viajes al Caribe, hasta islas desiertas en el medio del océano; un tour por toda Europa, caminatas en la luna… Ok, exageré un poco pero créanme que si lo hubiera mencionado alguien en ese momento, lo hubieran tenido en cuenta.

Entre la madre de Adam, la tía Madison y mi propia madre no sabían que más sugerir. Lo que a una le parecía lindo a la otra poco romántico, hasta que surgió la idea de "la playa".

Sería algo romántico: el mar, las olas, el cielo nocturno repleto de estrellas sobre nuestra cabeza… una noche desbordante de pasión y deseo... así lo describieron ellas y siendo sincera me daba completamente igual en ese momento. Así que sin pensar en las consecuencias de mis actos lo aprobé.

Pero nunca me imaginé que mi luna de miel tuviera lugar en una playa desierta en Dubái. Pude enterarme dos días antes de la boda, y todo porque se le escapó a mi mamá mientras cenábamos. Ella sólo se excusó con un:

—Así podrán estar solos y sin interrupciones.

Me guiño un ojo y salió del comedor rumbo a la cocina.

(...)

Tras recorrer el extenso terreno arenoso por cinco minutos, divisé a lo lejos una figura masculina.

—Te ves hermosa vestida así —Musitó Adam nada más me aproximé

—Ojalá pudiera decir lo mismo de ti.

—Vamos, no me digas que no te gusta lo que ves —Dio un pequeño giro en el lugar, exhibiendo su torso desnudo. Unos boxers cubrían su parte baja. Rodé los ojos y negué con la cabeza, este chico enserio no tenía remedio

Tan Solo Una Mirada ( Editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora