capítulo #14

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Capítulo 14

Anna

—Ana Revenclof, ¿aceptas casarte conmigo?

Las palabras pronunciadas por Adam desataron el caos a mi alrededor. Mamá lloraba de alegría, y la expresión de papá era la misma que puse yo a los 5 años después que mis primos me arrojaran un baldazo de agua fría.

Transcurrieron unos minutos y yo no había pronunciado palabra. Mi mente se debatía entre el bienestar de mis seres queridos y el mío. Al ver que yo no reaccionaba, mi madre intervino:

—Anna, cariño. Adam espera una respuesta.

Podría ser muchas cosas, pero egoísta era algo que no existía en mi vocabulario. Desde pequeña siempre antepuse la felicidad de mi familia antes que la de cualquiera, y esta vez no será la excepción. Además, mis padres lo habían hecho infinitas veces por mí.

—Acepto —pronuncié mirando sus azulados iris, en los cuales se apreciaban un brillo de la victoria. Tomó mi mano, y con delicadeza introdujo la argolla en mi dedo anular.

Todo era celebración a mi alrededor. El pelinegro se había quedado a cenar tras las súplicas hechas por mi obstinada madre. Una cena exquisita, un buen vino… ¿quién no estaría feliz con todo aquello? pues yo, no estaba para nada feliz.

La boda se llevaría a cabo dentro de dos semanas, a partir de mañana comenzarían los preparativos.

Largué un suspiro de frustración mientras llevaba los platos al lavadero. Pero me detuve de inmediato al sentir unos brazos fuertes rodeando mi cintura, y un delicioso aroma masculino invadía mi nariz.

Joder… puede que sea un maniático de mierda, pero nadie quita que esté muy muy muuuuuy (énfasis en el uy) bueno... no me juzguen, soy mujer. Ya saben la carne es débil y todo eso...

Acercó si boca hasta mi oreja para mordisquearla, acción que envió corriente a todas partes de mi cuerpo.

—¿Sabes lo que te haría en este preciso momento si tus padres no estuvieran aquí? —pronunció cada palabra entre susurros, haciendo que mi piel se erizara sin más.

—Adam… —pronuncié su nombre con un tono de advertencia. No lograba verlo a la cara, pero estaba completamente segura de que esbozaba una de sus características sonrisas lascivas.

—Sólo no te arranco la ropa y te follo aquí hasta no poder por el simple hecho de que pronto serás completamente mía. Así que valdrá la pena la espera, ¿no, cariño?

Abrí la boca indignada lista para maldecirlo, cuando su teléfono sonó. Utilicé aquella distracción a mi favor para distanciarme y salir disparada de la cocina.

Al cabo de unos minutos, el pelinegro volvió para despedirse. Era algo tarde y debía atender algunos asuntos pendientes, así que mis padres lo despidieron y yo fui obligada a acompañarlo a la salida.

—Adiós, princesa —fueron sus últimas palabras antes de subir a su Ferrari negro y pisar a fondo el acelerador.

***

Se suponía que los preparativos de una boda deberían inspirar felicidad y realizarse con la mayor disposición posible. Digo, “deberían”, pero en mi caso la supuesta "felicidad" se había ido a hawai de vacaciones. Y disposición, bueno, de eso ni hablar, tan sólo llevaba 15 minutos preparando cosas y ya me daba igual todo. Ustedes pensarán: "¿qué tanta complejidad puede tener escoger un pastel, una decoración y un vestido?". Pues sí, era complicado. Muy complicado.

Llevaba más de quince minutos sin moverme mientras la diseñadora tomaba medidas. La madre de Adam la había contratado exclusivamente para confeccionar el vestido de la boda, también pasé un bue tiempo eligiendo decoración, pasteles y preparando la lista de invitados. Me estaba volviendo loca.

***

Me despojé de mis zapatos y los lancé a un costado. Sin más voluntad me desplomé sobre la cama. Dios… parecía estar en un pedacito de paraíso. El cansancio doblegó mis parpados, poco a poco se cerraron como persianas de acero. No supe por cuánto tiempo permanecí dormida, no creo que haya sido mucho. El sonido del celular interrumpió mi reposo, con dificultad estiré el brazo para tomarlo de encima de la mesita de noche. Desbloqueé la pantalla y quedé pasmada al leer el contenido de la notificaciones: Adam se había encargado de anunciar nuestra boda en todas las redes sociales posibles, el buzón de entrada de mi correo explotaba entre mensajes de felicitaciones y típicos comentarios de chicas dolidas: "Ni que fuera tan linda”, “Adam merece algo mejor”, “Púdrete, zorra"… ya saben, lo de siempre.

Pero hubo uno en particular que logró quitarme el sueño, y me devolvió a la dura realidad, una que había ignorado por completo.

Anna, debemos hablar ...
                                        De: Gabriel

Él estaba al tanto de lo publicado acerca de mi casamiento, y al igual que yo de seguro estaba confundido. Estaba jodida, tenía decirle a Gabriel todo sobre el matrimonio, hacer que se alejara lo más pronto de mí. Así no correría ningún riesgo.

Debía mantenerlo lejos pero, ¿cómo alejar a una persona que era parte esencial de ti? ¿cómo alejarse de alguien que te ha ayudado a mantener tu vida estable? ¿cómo alejarse de alguien con quien has tenido un vínculo tan profundo que trasciende el tiempo y el espacio? Será doloroso, pero a veces haríamos hasta lo imposible por la seguridad y el bienestar de nuestros seres queridos.

Y yo, definitivamente quería a ese chico.


Wenaaas perdón perdón x la demora cositas bellas 😭😭  espero que les gustara el capítulo

MUCHAS GRACIAS  LOS QUIERO A TODOS BYE BYE

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( ˘ ³˘)♥












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