Capítulo #21

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Anna

—¡POR QUE ESTAS HACIENDO ESTO!—Grité sin poder contener las lágrimas que resbalaban sobre mis mejillas

El rostro del pelirrojo se ensombreció con una cruel mueca de carcajada mientras se aproximaba a mi dirección dando pasos cortos pero precisos

Cada paso que el daba me hacía retroceder mientras mi cuerpo se estremecía  sin control 

—Es por tu propio bien cariño—Acarició mi rostro con dulzura haciéndome sentir expuesta

—Por favor déjame ir—Mi voz tembló —Solo te pido eso, no quiero nada más—Supliqué una y otra vez sin descansar

De manera rápida e inesperada me vi presionada contra la pared. La expresión en su rostro cambió. La serenidad en su voz se desvaneció y la dulzura de su mirada es  estaba  remplazada por un vacío inconmensurable. Su cuerpo esbelto acorralaba mi débil y temblorosa figura. Aproximo su boca a mi oído. Cerre los ojos intentando contener los sollozos

—Te perdí una vez y no pienso volver a permitir que eso pase de nuevo Anna—Su respiración chocaba en mi cuello y sientía como las paredes me consumían. Estaba comenzando a sentrme cansada, muy cansada—En tiende pequeña, tú eres MIA—Es lo último que habló alcanzado a escuchar antes de desvanecerme.

***


No se cuanto tiempo llevaba encerrada, quizás ¿Una semana? o ¿Tal vez dos?

La verdad no estaba segura.

Los primeros días habían sido  los más duros. Me sentía asfixiada y desorientada, intentaba escapar a como diera lugar incluso pensé en la idea de saltar de la ventana. Sin embargo, al ver que estaba en un segundo piso  descarte la idea. Ahora solo pasaba  mis días encerrada en esta habitación, llorando entre las sabanas sin querer comer o hablar

Estaba prisionera en esas cuatro paredes sin posibilidades de comunicarme con el exterior, tampoco habia tenido noticias de mi familia o de Adam

Sientí el sonido de la llave en la cerradura. La puerta se abrió y Gabriel entró con otra vendeja.

—Tampoco hoy probaste bocado

No dije nada, ni siquiera tenía fuerzas para hablar

—Llevas semanas sin hablarme Anna..—Sientí como el colchón se hundía  a uno de mis costados y rápidamente sus brazos envolvieron mi cuerpo—Extraño tanto el sonido de tu voz

Sobrevive

Gritaba la voz en mi cabeza

El ojiverde retiró parte de la sabana que cubre mi rostro y acarició mi cabello.

Sobrevive

No me moví, mantenía los ojos cerrados

Sobrevive

Gabriel lanzó un suspiro y se puso de pie

¡SOBREVIVE!

—Gabriel—Dije en un murmuro casi inaudible—No te vallas.

Obligé a mi cuerpo a moverse sentándome en la cama. Lo observé  fijamente. Los ojos del pelirrojo se abrieron como platos y corrió desesperado hasta mi posición arrodillándose frente a mí

—Extrañé tanto el sonido de tu voz—Sonrió

—También yo

Nos miramos sin romper el contacto visual en ningún segundo

—Eres tan…—Alzó una de sus manos rozando con la yema de sus dedos mi cuello. Deje escapar un leve gemido—Perfecta

Sus ojos se desviaron y fueron hasta mis labios. Imité su acción mientras me iva inclinando hasta llegar a su posición, logrando que ambos se unieran. Gabriel tomó el control del beso llevándome hasta el suelo. Me subí encima de le a horcajadas  pasando la blusa por encima de mi cabeza. Sus ojos brillaron y yo me vitoree mentalmente moviendo mi pelvis en círculos hasta que sentir su erección chocar contra mi muslo

Tan Solo Una Mirada ( Editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora