A Train To Your Heart || Freebat

↬ ᴅᴀʏ 6

❅ᴊᴜᴇᴠᴇs❅

Hoy tomé un taxi hacia la estación. Realmente necesitaba verte.

El conductor me miró con pena por el retrovisor, odiaba esa mirada.

Mi sien estaba cubierta con una vendita adhesiva y tenía un pequeño moretón creciendo en mi mejilla,  todo eso a causa de los golpes de un tarado que me vio lo suficientemente débil como para defenderme.
Además, para llenar el combo de cosas malas, mis labios estaban paspados y más rosados de lo normal por el frío. Parecía un estúpido payaso.

Agradecí a mis ganas de hablar contigo y que la paliza no haya dolido tanto como otras veces, de lo contrario, no hubiese ni pensado en venir.

Aún así te preocupaste demasiado.

Había montones de personas circulando en el lugar, podrías haber aprovechado la oportunidad y cantado tus lindos covers (que se amoldan perfectamente a ti, por cierto) para ganar dinero extra, pero dejaste caer toda tu atención en mí.

Acariciabas con cuidado mi mejilla, examinando el golpe en ella; sé que no eres doctor, tú me lo dijiste, sin embargo permití que me tocaras.

Mientras tanto, mi mirada bajó hacia tu chaqueta color café, era bonita y se notaba acogedora, traías un gorro negro de lana con un pequeño pompón, totalmente distinto al mío de mil colores, y tus ojos, mierda, eran los más preciosos que había visto en mi vida.

Suspiré por tal imagen y tus orbes cayeron sobre los míos, te percataste de nuestra cercanía y diste un paso hacia atrás algo avergonzado.

─Amh, ¿quieres ir a tomar algo a la cafetería?

Fruncí el ceño algo confundido.

─P-pero tienes que tocar, el día está perfecto.

Desviaste tu vista hacia la gente mordiendo tu labio, al parecer buscabas alguna otra opción. Suspiraste pesadamente y volviste a acercarte.

─¿Podrías hacerme un favor?

Tenía miedo de lo que pedirías, aunque la verdad haría cualquier cosa por ti.

─¿Qué… qué favor?

─¿Te quedarías conmigo mientras canto? Por lo menos hasta que se vacíe un poco la estación, y luego iremos a la cafetería; todo esto si quieres y puedes, claro.

Eso más que un favor era un honor.

Digo, me pidió que me quede para hacerle compañía e invitó a tomar un café, o lo que sea que tomáramos.

¿Existe algo mejor?

Bueno sí, Batman es mejor… por ahora.

─¡Sí! No tengo nada para hacer, así que…

─¡Perfecto! ─volviste a sonreír radiante como siempre.

                                                                 
|•••|  

Caminábamos hacía la cafetería más cercana fuera de la estación, ya que la que estaba dentro de ella tenía precios muy grandes.

Hoy me dejaste sin palabras.

La cantidad de personas que se acercaron a dejarte dinero era incontable, otras pocas te saludaban animadamente y, cuando podías, me los presentabas.

De vez en cuando me mirabas al cantar y guiñabas tu ojo para luego sonreír.

No sé cómo es que sigo vivo.

─¿Qué pedirás? ─preguntaste atento del otro lado de la mesa.

─Supongo que solo leche con chocolate. ¿Tú?

Sonreíste sin dejar de mirar el menú en tus manos, no comprendí el por qué hasta unos segundos después.

─¡Oh eres un cerdo!

Tu carcajada se escuchó por todo el lugar, pero no te importó.

─¡No te he dicho nada! ─seguías riendo, provocando que tus lindos hoyuelos aparecieran.

Quería parecer enojado, pero fue tan irresistible el reír contigo que lo hice. Éramos un par de adolescentes llamando la atención de varias personas por disfrutar nuestro momento.

Solo nuestro.

Minutos más tarde ya teníamos los pedidos delante de nosotros, tomabas tu café con tranquilidad y disfrutabas cada sorbo como si fuera el último. Mi rostro reflejó la tristeza que sentí al pensar en tu situación, aun no me animaba a tocar el tema por respeto, pero no sería por siempre.

Alcé mi vista y te atrapé mirándome, sonreíste con suavidad en respuesta. Seguro estabas burlándote de mis labios al estilo Kylie Jenner en tus pensamientos.

─¿Alguna vez te han dicho que transmites cierta ternura?

Me equivoqué.

Sentí el calor recorrer por mis mejillas.

─Umh n-no… ésta es la primera vez ─reí nervioso─. G-gracias...

─¿No te lo dijeron? Que grave error.

Esos comentarios colapsarían conmigo en cualquier momento, aunque probablemente estaba mintiendo para quedar bien.

No entendía como hacía para ser tan directo y no temblar. En su lugar, ya hubiese explotado.

─Asusto a las personas con mi estúpida pierna y nunca tengo compañía. Sólo causo lástima, es como un súper poder ─alcé mis hombros desinteresadamente.

─Lamento informarte que te equivocas ─tomó aire─, cada vez que te veo me provocas de todo menos lástima.

Me sorprendí por su dulce respuesta y el color de mis mejillas aumentó aún más ¿En serio le “provoco de todo” de la forma en la que él lo hace conmigo?

No pude responderle porque siguió hablando.

─¿Sabes el nombre de quienes te hicieron eso? ─señaló su propia mejilla haciendo referencia a la mía herida, su tono parecía el de un detective.

Lo miré sin comprender a dónde quería llegar, por lo que contesté con indiferencia.

─Umh sí… Brett y Burke Breyer ¿Por qué?

Acarició mis dedos suavemente sobre la mesa y sonrió por milésima vez en el día.

─¿Te gustan los superhéroes?

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Cada vez que actualizo alguna historia o hay problemas técnicos, aviso por mi cuenta, les chupa un huevo pero igual

thanks uwu

 -ᴍ.