─Freddy, tú no usas bufandas.
Mi hermana mayor se acercó al sillón en el que estaba leyendo un cómic. Como parte de mi vestimenta, llevaba una bufanda roja decorada con ciervos y copitos de nieve, me gustaba pero era bastante incómoda a decir verdad. Necesitaba quitármela de encima.
─Me comprometí a ser más navideño este año ─soné lo más desinteresado posible. Pasé a la página siguiente─. Deberías intentarlo.
Entrecerró los ojos. ¿Soy muy obvio?
Cuando menos me di cuenta tiró de la tela dejando mi cuello al descubierto y, al mismo tiempo, revelando mi secreto. Ya estaba hecho. Las carcajadas no tardaron en abandonar su garganta.
─¡Mary! ─le reproché.
─Oh, dios. Si no supiera qué son y de quién vienen ya estaría denunciando a alguien por maltrato ─Fingió quitar una lágrima.
─¡No te rías! Ayúdame con esto ─Quité la bufanda de sus manos para envolverla otra vez en mi cuello.
─Tranquilo, son cosas que pasan ─intentó aguantar su risa, fallando en el intento─. Bien, ahora en serio. Te ayudaré si me dejas aconsejarte sobre un par de cosas relacionado a esto.
La miré horrorizado, lo último que quería era hablar con Mary sobre sexo. Prefería informarme por medio de Internet o morir virgen.
─¿Sabes qué? No necesito tu ayuda. Pero gracias, hermanita ─le di un par de palmadas en su hombro y comencé a caminar hacia mi habitación con el cómic en mi mano.
─¡Puedo taparlos con maquillaje! ─Me detuve.
No era mala idea. ¿Cómo no lo pensé antes?
|•••|
─¿Podrías poner tu cabeza un poco más atrás?
Nos encontrábamos en su habitación, ambos sentados sobre su cama mientras ella trataba de tapar hasta la más mínima marca.
─¡Estoy a punto de desnucarme!
─¡El desgraciado te hizo uno en la mandíbula! ¿A quién se le ocurre?
─¡No le digas así!
─¡Bien! ─suspiró frustrada─. Entonces hablemos.
Oh no. Sabía lo que se venía.
─Mejor sigamos discutiendo.
─Freddy, en serio quiero ayudarte en esto. La primera vez no es algo fácil de afrontar ─abandonó su trabajo en mi piel durante unos segundos─. Espera. ¿Ya lo hicieron?
─¿Qué? ¡No! Claro que no ─negué con mi cabeza─. ¡No!
Sentí el calor subir por mis mejillas, no me sentía para nada cómodo en esta situación, y se estaba convirtiendo una razón más para elegir como súperpoder volar y salir volando de esta conversación.
─Sólo quería asegurarme ─sonrió─. Y... ¿Tú eres el que recibe?
Era suficiente.
─¡¿Podrías dejar de preguntar estupideces?!
Me observó con sus ojos más abiertos de lo normal y sus cejas alzadas.
─¿Acaso me equivoco?
─Me voy.
Tomé mi muleta, comencé a caminar hacia la salida, ya solo faltaban un par de pasos y saldría de este infierno... si no fuera porque Mary trabó la puerta y escondió la llave. Me di la vuelta y la miré serio, esto no me gustaba.
─Sabía que escaparías. Ahora ven, aún no termino.
─¿Podrías dejar de entrometerte en mi vida? ─dramaticé mis suplicas.
─Si me dejas decirte cuatro cosas te daré la llave ─sonrió con calma─. Freddy, en serio quiero ayudarte, pero no puedo hacerlo si no me escuchas.
Su mirada transmitía cierta preocupación, quizás no lo hacía para torturarme, no del todo. Aún así, me acerqué algo inseguro a la cama y tomé asiento. Mi rostro reflejaba una mezcla de miedo y enojo.
─Bien. Primero que nada, asegúrate de que sea la persona correcta o, al menos, alguien con quien realmente te sientas cómodo. Si uno de los dos no está seguro con la situación, deben parar ─buscó mi mirada, pero me mantuve observando mis manos. Estaba por explotar─. Y esto nos lleva al segundo punto: si tú no te sientes seguro, reemplazarás ese sentimiento por los nervios, lo cual no ayuda en nada porque tus músculos se contraerán y... dolerá más.
Explicaba todo ayudándose de sus manos, ya entendía a lo que se refería con ayudarme. Lo único que pensé que iba a hacer era cómo colocar un preservativo utilizando una fruta. Que patético.
No sabía qué decir, era obvio que yo sería al que le romperían el culo, pero comenzaba a sentir miedo. No quería que me rompieran.
─Es decir, es normal sentir nervios, pero lo mejor es deshacerte de ellos lo antes posible. Déjate llevar. Les recomiendo que alarguen los "juegos" previos ─se quedó estática, quizás pensando en lo que diría─. Como tercer punto, asegúrense de que sea un buen lugar, en donde no los puedan interrumpir y ambos estén tranquilos ─me miró con advertencia─. Nada de lugares públicos.
─¡Por dios, Mary! ─grité asqueado─. Jamás lo haría...
No en mi primera vez.
─¡Lo digo por si acaso! Puedo esperarme cualquier cosa de ustedes ─suspiró─. El cuarto punto es obvio: usen protección y lubricante, facilita las cosas.
─¿Es todo?
Estaba impaciente por irme, aunque no había resultado tan malo. Eran sólo consejos que mejorarían la experiencia.
Sacó la llave de su bolsillo, me la entregó y rápidamente salí de allí, no sin antes agradecerle.Realmente esperaba que funcionaran.
• ♪ • ♪ • ♪ •
FELIZ 2020<33
Ay, primer capítulo del año y ya nos acercamos a lo interesante ahre
Espero tengan un 2020 lleno de sueños cumplidos, felicidad, amor, buenas notas, plata, paz y autoestima, y que manden a la mierda a cualquier cosa o persona que los haga sentir que no valen nada, porque ustedes sí valen, más de lo creen.
Lxs adoro, nos estamos leyendo<3
Tkm
-ᴍ.

ESTÁS LEYENDO
A Train To Your Heart || Freebat
FanfictionBilly Batson se dedica a cantar en la estación de trenes más conocida de Filadelfia con tal de conseguir dinero para comer. Freddy Freeman adora ir a la estación de trenes con tal de ver al bonito chico que canta. • ♪•♪•♪• Fanfic 100% mía. No acepto...