↬ ᴅᴀʏ 9

1K 124 115
                                    

─Desocupa una hora mañana, necesitamos hablar. Descansa, hijo ─Cerró la puerta de mi habitación con un semblante serio.

La había cagado, demasiado.

Debí haber sido precavido, sabía que uno de mis padres llegaría a la estación en cualquier momento, aunque no creo que alguien en su sano juicio hubiese tenido todos sus sentidos despiertos con Billy Batson a centímetros de tu cara.

¿Y ahora qué pasaría? ¿Me prohibirían ir a la estación de trenes de por vida? Pues, eso solo intensificaría mis ganas de ir... mis ganas de ir hacia Billy, abrazarlo, acariciar su hermoso cabello y besarlo. Mierda, hasta me emociono de solo imaginarlo y recordar el beso de hace una hora.

Tal vez me internarían en un hospital psiquiátrico para sacarme estas "ideas" homosexuales, pero, pensándolo bien, nunca se dio esa charla con Rosa y aún menos con Víctor; es decir, no estoy al tanto de su opinión con respecto al tema.
Sin embargo, no sé qué esperar de ese par, y pase lo que pase no dejaré solo a Billy.

Él es mi único amigo.

|•••|

El almuerzo estuvo envuelto de una energía incómoda que parecía afectarnos sólo a mis padres y a mi. De hecho, Mary lo notó y no dudó en preguntarme al terminar su comida, en privado, claro.

Contarle los hechos acontecidos hace menos de un día me costó un poco, considerando que primero tuve que salir del closet con ella, causando que una sonrisa de orgullo y felicidad naciera en su rostro para quedarse durante un rato.

"Ya comprendo porqué morías por ir a ese aburrido lugar."

Me ayudó bastante, a decir verdad, y mis nervios por la futura conversación con mi padre disminuyeron. Mary es la mejor hermana.
Además, se ofreció a llevarme ese día a la estación para conocer al afortunado, pero obviamente no la dejé.

El sonido de dos golpes en la madera de la entrada me erizaron la piel. Ya era hora.

El cuarto de mis padres lucía más intimidante, hasta combinaba con los ojos serios de Victor, quien me miraba desde la cama e incitó a que tomara asiento junto a él.
Mis manos temblaban y no podía relajarme por más que lo intentara.

─Freddy... primero quiero que sepas que puedes tener confianza conmigo ¿si? ─apoyó su mano en mi hombro y asentí lentamente─. Y ahora... Ahora necesito que me expliques qué hacías con ese muchacho.

Su voz sonaba dura y algo enfadada. Mi boca se abrió, mas no lograba soltar ninguna palabra, ni siquiera sabía lo que diría. El miedo me estaba ganando, y no tenía certeza de qué era lo que había desencadenado ese miedo.

─E-es solo un amigo... ¿Qué tiene eso de malo? ─Soltó una risa, como si mis palabras se hubiesen transformado en un chiste.

─¿Dónde lo conociste? ¿Y cuándo?

Su semblante volvió a su seriedad del inicio, lo cual me hizo dudar en si decirle la verdad o no, al final decidiéndo por una media-verdad.

─Umh, en la estación de tren, hace unos meses ─días─. No entiendo cuál es el problema, él es una buena persona y se preocupa por mi.

─¿El problema? ¿Quieres saber cuál es el problema, Freddy? ─el puño que creó con su mano hizo que me alejara un poco de él, nunca lo había visto así─. Conozco a ese chico desde antes que tú, es uno de esos delincuentes que se cree astuto por robar un par de frutas y escapar sin un solo rasguño.

¿Qué?

─¡No es cierto! Él se esfuerza por conseguir lo que tiene, trabaja en la estación y-

─¡Es un vagabundo, Freddy! ─oh, él no dijo eso─. ¿Sabes lo que fue para mi encontrarte casi revolcándote con ese bueno para nada? No me importa que sea un chico, ¿pero él? ─negó con su cabeza─. Podría contagiarte alguna enfermedad de transmisión sexual.

─¡Ya basta! ─mis ojos ardían por las lágrimas acumuladas─. ¡No lo conoces! ¡Sufrió mucho como para que lo acuses e inventes cosas sobre su vida!

─¿Y tu qué sabes de su vida?

Tenía la necesidad de correr hacia Billy, decirle que todas las etiquetas que la sociedad le imponía eran mentiras, que no los oyera porque sería una pérdida de tiempo, aún así si no sabía de la existencia de ellas... porque Billy valía demasiado.

─Sé mucho más de lo que t-tu crees ─Mi respiración comenzaba a fallar por la desesperación. ¿Por qué Victor tenía esa visión tan horrible sobre el dulce chico de la estación de tren?

Su risa volvió a hacerse presente y sentía que mis venas explotarían de la impotencia.

─Apuesto a que no sabe ni lavar sus calzones.

─¡Apuesto a que es mejor ser humano que tu!

Me levanté de mi lugar, dispuesto a irme de mi casa, podía escuchar los gritos de mi padre diciendo que nuestra charla aún no había acabado, y no me pudo importar menos.
Tomé mi mochila, en ella guardé algunas cosas, y luego salí por completo de mi hogar. El aire frío chocó contra mis mejillas y puse mi gorro de lana en su lugar, ya sabía a donde me dirigía.

No dejaré que nadie te haga daño, Billy. Lo prometo.

• ♪ • ♪ • ♪ •

Ok ni yo me esperaba esto

Perdón por no actualizar cuando debería, estoy teniendo un par de problemas jsjs ;(

<3

 -ᴍ.

A Train To Your Heart || FreebatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora