Poco a poco se adentraron al mediano lugar; el ambiente era aterrador, algo oscuro, silencioso y frío, perfecto para ser habitado por arañas.
Freddy se acercó tímidamente al cuerpo más alto, apretando sus manos aún unidas. Se sentía en una película de terror, de esas que sabes que el personaje va a morir a causa de un asesino suelto, y del que no tiene forma de salvarse. Billy sintió las vibras de temor que le transmitió con eso.
─Hey, no pasa nada, aquí estamos seguros ─con la mirada incrédula de Freddy comprendió que sus palabras no funcionaron en absoluto─. E-es decir, mientras no nos separemos, nada malo sucederá.
El azabache sólo se limitó a asentir un poco más relajado, y preguntó:
─¿Aquí podremos "estar en paz"?
─No... bueno sí, pero no exactamente aquí ─tomó aire─. Sólo espera ¿si? Ya casi llegamos.
Tres minutos después de no intercambiar ni una palabra, Billy separó sus manos para sacar una llave del bolsillo de su chaqueta, acción que provocó un pequeño escalofrío en Freddy por la repentina ausencia de calor.
Una puerta, un tanto gastada y con rasguños, resguardaba la entrada de lo que parecía ser una oficina.
Ya adentro, Freeman examinó todo el blanco cuarto: era limpio y cálido, todo lo contrario al exterior; había un colchón tendido en una esquina, junto a una caja con ropa; a unos metros, una mesa con una taza y velas encima, y cuatro sillas distintas alrededor. Lo mejor era la antigua y gran chimenea paralela a la cama, la cual estaba siendo encendida por... Billy.Allí vivía Billy.
El mencionado sacudió sus manos y se dirigió hasta Freddy, leyendo de inmediato sus facciones.
─Umh, no es mucho, pero idiotas como los de hace rato no están permitidos aquí ─rió nervioso.
─¿Qué? ¡Esto es genial! Tienes tu propia chimenea y ¡cómics! ─se acercó al mueble en donde varios de ellos descansaban y los ojeó con emoción─. ¡Son increíbles! ¿Dónde los conseguiste?
El mayor se quedó paralizado, pensando en una respuesta diferente a la verdadera, pero se resignó al no encontrar una.
─T-tu sabes, tiendas de por ahí...
─¿Cuáles? ¿Están en el centro? ¿Cómo se llaman? ─Le miró y volvió su vista a las hojas.
─Amh... no los recuerdo, lo siento.
Realmente lo sentía, pues, no le había mentido, pero sí ocultado gran parte de lo sucedido.
Digamos que los adquirió de manera "gratuita" y no muy amablemente, por lo que prefería no recordar ni el título de tales negocios.Freddy caminó con dificultad, aún con los comics en la mano, los pocos metros que lo separaban de las sillas para sentarse en una de ellas y, al contacto, suspiró de alivio. La adrenalina que experimentó mientras escapaba del par de hermanos, hizo que olvidara el punzante dolor en su pierna.
El ojiverde se aproximó preocupado, poniéndose de cuclillas para quedar a su altura y, posteriormente, acunó la fría mejilla de su invitado con su mano.
─¿Te encuentras bien, cariño? ¿Necesitas algo? No tengo medicamentos aquí pero podría comprar algunos... Sí, iré a comprar ─Intentó levantarse para buscar dinero suficiente que pudiera servirle.
Freddy estaba algo sorprendido. Nadie nunca le había puesto un apodo, además de su madre adoptiva, y menos uno tierno; todos los que había recibido eran ofensivos o con respecto a su físico, era lindo que alguien le llamara de forma antónima a éstos.
Salió de su trance cuando el más alto quiso alejarse de él.
─¡No! ─aprisionó la mano de Billy en su piel─. Estoy bien, en serio. Quédate conmigo... por favor.
Billy le miró con dulzura y reveló otra de sus sonrisas, transmitiendo seguridad. Lo sentía pequeño bajo su toque, pero tan grande dentro de su corazón*.
─Descuida, no me iré.
Sus orbes se conectaron durante más tiempo de lo que acostumbraban. El espacio entre ellos comenzaba a estorbar y, extrañamente, los labios de Freddy se abrían y cerraban levemente tratando de decir algo, pero fallando en los intentos.
Quería decirle lo mucho que le quería, a pesar de conocerse hace unos días, y tenía la necesidad de salvarlo de su miseria.
─Billy, yo...
─Shh.. no digas nada ─Las palabras de ambos eran menores a un susurro, estaban siendo ahogadas por el ruido de la madera muriendo y, a su vez, dándole vida al fuego.
El mayor se acercó a la tersa piel del rostro Freddy, depositó uno, dos, tres y hasta seis besos sobre sus mejillas, nariz, frente y mentón, causándole cosquillas. Las zonas presionadas se calentaron, delatando cierta timidez y felicidad que habitaba el cuerpo del azabache.
El último beso fue suave y con unos segundos extras, plantado en la comisura de sus labios.
Freddy podía decir que no sólo su estómago se encontraba dando vueltas, sino cada parte de su cuerpo, y se sentía increíble.Billy se alejó y le sonrió con calma.
─¿Ahora realmente te sientes bien?
─Creo que... estoy peor ¿Y si lo vuelves a hacer?
Comenzaron a reír, mientras se transmitían la calidez de sus corazones un poquito más a cada minuto.
• ❅ • ❅ • ❅ •
*Por si no se entendió: Billy al no tener a nadie cercano en su vida, Freddy es el único que está comenzando a ocupar completamente su corazón, por lo tanto, lo siente grande dentro de él ahre sonó re mal
Me voy a ver la premiere de It AAAA <3
-ᴍ.
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A Train To Your Heart || Freebat
FanfictionBilly Batson se dedica a cantar en la estación de trenes más conocida de Filadelfia con tal de conseguir dinero para comer. Freddy Freeman adora ir a la estación de trenes con tal de ver al bonito chico que canta. • ♪•♪•♪• Fanfic 100% mía. No acepto...