─¡Lo siento! Fui demasiado rápido ─Agachó su cabeza apenado y sin saber cómo recuperar el ritmo.
Billy le observó con una sonrisa por lo tierno que Freddy podía llegar a ser hasta en momentos como este. No le importó el dolor, pues no había sido causado con tal intensión; además, seguía teniendo en cuenta que su futuro novio estaba transitando por sus primeras experiencias sexuales.
Tomó las mejillas inundadas de pecas y plantó un beso lento en sus labios, quitando toda tensión en ambos cuerpos. Retiró la adorable camiseta de murciélagos que Freddy llevaba y se permitió tocar cada centímetro de la obra de arte que tenía delante, acarició su espalda y trasero mientras succionaba su cuello, ya sentía el líquido rojo ajeno mezclarse con el suyo propio dentro de su boca por la acción de crear una marca, la cual evidenciaba lo sucedido.─Dios mío... ─Batson sonrió ante el susurro casi inaudible de su compañero, quería oírlo otra vez.
El líquido preseminal comenzó a rebosar de Billy, facilitando los movimientos que Freeman tenía en mente antes del pequeño incidente, aunque mantenía el bóxer en su lugar. Desplazamientos cuidadosos y pausados, cada uno de ellos acariciando apenas una pequeña porción de su glande, tortura que el mayor disfrutaba y lo mantenía en un limbo.
Freddy quitó la camiseta contraria y se congeló unos segundos admirando el abdomen algo marcado de Billy. Acostó por completo el cuerpo de éste sobre el colchón, se posicionó sobre él y sonrió cuando sus orbes se encontraron. Besó por última vez la piel rosada para comenzar a descender delicadamente por el torso desnudo. El ojiverde sentía que no aguantaría más, y eso que sólo eran toques; Freddy lo debilitaba y amaba sentirse de tal manera gracias a él. Una mezcla entre placer, cosquilleos y choques eléctricos viajaba por toda su extensión, la respiración de su chico en el centro de su pecho, besos húmedos pero delicados parecían tatuarse en la piel caliente de esa zona. No apartaba la mirada de él, no podía ni quería.
Afuera seguía lloviendo, el pecoso agradeció internamente, su casa era bonita pero cada rincón tenía oídos atentos.Freddy deseaba seguir probando de esa tez suave desbordante de fragancia deliciosa. Descendió, sus párpados cerrados con la esperanza de no despertar de su sueño, y la punta de sus dedos rozando los pezones de Billy, logrando sacar un suspiro de él, lo cual provocó una ligera disminución en su pecho por la ausencia de aire. Besó alrededor de su estómago y llegó a su pelvis; fijó sus ojos cafés en los verdes y sonrió, lo que tranquilizó a Billy, realmente quería la comodidad de ambos. Ya no habría retrasos.
Freddy posicionó su cuerpo entre las piernas contrarias, sujetó el elástico del pijama y, al mismo tiempo, el del bóxer y tiró hacia abajo para terminar de retirar la vestimenta. Tragó duro, rodeó el miembro con su mano derecha y retomó el movimiento. Había visto distintos videos en los que explicaba como realizar la actividad con cuidado y sin parecer un completo novato, sólo faltaba ponerlo en práctica; claro que eran videos informativos y no pornográficos, ya que sabía que eran actuaciones exageradas del sexo.
Acercó su lengua al extremo, lo lamió y vio como Billy se estremeció y su respiración se volvió un tanto acelerada. También notó que necesitaba arrancar su propio pantalón por el dolor de sentirse aprisionado en él, pero eso podía esperar.
Prosiguió a lamer desde la base hasta la punta y, al terminar, humedeció sus labios y envolvió el glande con ellos. Billy se imaginaba subiendo por una escalera hacia el cielo, no podía creer como antes siquiera había pensado en que no existía.
Freddy succionaba con una velocidad moderada, la sensación no era desagradable pero sí algo incómoda al principio. Era vergonzoso y hasta un poco gracioso que en su escuela lo llamasen por el apodo "lame penes" y que se encontrase casi comiéndose uno, era en lo único que los Breyer tenían razón; luego se reiría de sí mismo por eso.
Billy soltó un audible gemido y sus manos se aferraron a la sábana. ¿Lo estaba haciendo bien?
Sabía que no tenía que atragantarse, por lo que el espacio libre era sustituido por su mano y lo restante por su boca, en donde su lengua le dedicaba (con su mayor esfuerzo) una fricción deleitosa.
Humedad, calor y movimientos en aumento hicieron que la parte baja del estómago de Billy se contrajera levemente.─Detente.
Freddy entendió y se apartó, no sin antes depositar un beso sonoro en la zona más débil, dándole lugar al placer del castaño de liberarse. Era un desastre que luego limpiarían.
Se acostaron uno al lado del otro y sonrieron. La felicidad de tener a un ser como Freddy a su lado alegraba a Billy, más que nada por su brillante personalidad, y lo reflejó besando repetidas veces y mordiendo con intensidad los dulces labios rojos por la fricción. Las risas inundaron su pequeño espacio íntimo. Quería tener todo de él y darlo todo también sólo para ver su sonrisa brillar.
Le debía una.
ESTÁS LEYENDO
A Train To Your Heart || Freebat
FanfictionBilly Batson se dedica a cantar en la estación de trenes más conocida de Filadelfia con tal de conseguir dinero para comer. Freddy Freeman adora ir a la estación de trenes con tal de ver al bonito chico que canta. • ♪•♪•♪• Fanfic 100% mía. No acepto...