El aire que abrazaba el pequeño cuerpo de Freddy soplaba fuertemente, congelando cada vez más sus huesos y causando que sus dientes chocaran sin cesar.
Había pasado una hora desde que decidió abandonar su hogar, su caminar era lento debido a la capa de nieve que cubría la vereda, un paso en falso y su cuerpo caería a la fría superficie; no deseaba eso en lo absoluto, pero su paciencia disminuía a la par que avanzaba. Tenía la necesidad de correr, hacerlo como nunca pudo hacerlo en su vida (exceptuando sus sueños), sin embargo, los factores que le rodeaban no se lo permitían.
Su tardanza fue causada por un estúpido muchacho, el cual parecía unos años mayor a él, que discutía con el cajero del mini-mercado al que (desgraciadamente) decidió entrar en busca de alimentos. No quería tomarse el lujo de quedarse en el espacio que habitaba Billy sin preguntarle posteriormente y mucho menos sin llevar una cena para ambos; obviamente que si Batson le decía que no podía dormir con él, se iría automáticamente a su casa, aunque no quisiera y tuviese que aguantar el interminable reproche de sus padres (el cual sabía que iba a escuchar en algún momento, pero no quería que fuese tan pronto).
Parecía que su cabeza le obligaba a cerrar sus párpados un tiempo más prolongado del normal por el insoportable dolor alrededor de ella, era increíble que necesitara de todas sus energías y que, al parecer, su cerebro no quisiera que esa energía llegara a sus extremidades.
Lo único que lograba relajarlo y animarlo en esos instantes era la imagen de Billy sonriéndole cálidamente, con su aura iluminando hasta el rincón más oscuro del universo.
Iluminando su corazón.
|•••|
Billy juraba que nunca había despertado con la felicidad que bañaba sus ojos, haciéndolos ver con más brillo del habitual.Se sentía pleno, con la capacidad de correr durante diez horas seguidas sin parar. Es decir, besó los dulces labios del adorable chico que diariamente veía en la estación, el mismo que desde la primera mirada se animó a acercarse a él y no le juzgó.
El mismo rizado que se hallaba parado delante de él, en la puerta del único lugar que pudo llegar a llamar hogar, sonriéndole, con su típico abrigo azul e igualmente temblando un poco por la temperatura, provocando que sus mejillas y nariz se tiñeran de un suave rojo. Sin embargo, sus orbes no llegaban a compartir el mismo sentimiento que su sonrisa.
Algo andaba mal.
|•••|
Descansaba sus piernas de la caminata en una de las sillas del ojiverde y, luego de una larga explicación de lo acontecido por Freddy, unas cuantas lágrimas patinaban en el rostro del mismo, muriendo en la espalda de Billy, ya que un abrazo los mantenía unidos.
Relatar las palabras de su padre fue mucho más difícil de lo que pensó. Al ser dirigidas al castaño, su cuerpo se llenaba de una sensación extraña, parecida a la vergüenza e incredulidad... sentía vergüenza de las palabras de su padre.─¿No tienes problema con que pase la noche aquí, v-verdad?
Esto hizo soltar una ligera risa al mayor, adoraba la preocupación de su ¿amigo? sin razón, puesto que era la quinta vez que la misma pregunta abandonaba sus labios y, a pesar de ya saber la respuesta, seguía siendo emitida.
─Eres muy terco, Freeman ─relamió sus labios─. Sólo hay un problema, si es que tu lo consideras un problema, claro... Tengo un colchón y nosotros somos d-dos y...
Fue el turno del azabache de reír, pero con más escándalo, borrando cualquier rastro de tristeza.
─Puedo unir dos sillas y dormir allí, si tanto te incomoda.
ESTÁS LEYENDO
A Train To Your Heart || Freebat
FanfictionBilly Batson se dedica a cantar en la estación de trenes más conocida de Filadelfia con tal de conseguir dinero para comer. Freddy Freeman adora ir a la estación de trenes con tal de ver al bonito chico que canta. • ♪•♪•♪• Fanfic 100% mía. No acepto...