↬ ᴅᴀʏ 10 • 2

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Billy terminó de ajustar los dos extremos de la tela y bajó sus manos por el pecho de Freddy, creando un camino hasta llegar a la cintura de éste.

No sabía que le sucedía. Luego de dormir con Freddy, los últimos 5 días se habían vuelto una tortura para Billy.

Sabía que el rizado no iba a visitarle porque sus padres le habían regañado, por lo que no lo culpaba, y le adoraba demasiado como para ir a su casa y causarle problemas. Pero después de unos días sin ver su tierna carita, hablarle, escuchar su voz y tocar su cuerpo, no aguantó más, así que investigó lo suficiente para saber la ubicación de los Vasquez (algo bueno que había adquirido durante la búsqueda de su madre) y decidió ir.

Con suerte lo recibió la persona que necesitaba ver y no Victor, hubiese salido corriendo si así sucedía.

En resumen, en los días que no vio a su "algo", no dejó de pensar en: Freddy debajo suyo, Freddy besándolo, él besando el cuello de Freddy, ambos sintiendo.

Le daba vergüenza admitir que estuvo pensando en Freddy de esa forma mientras él, en pocas palabras, se autoexploraba.

Y ahora, la imagen que tenía frente a sus ojos era algo tan... ugh, simplemente quería tomarle una foto para verla siempre. Las piernas de Freddy sobre las de él, delgadas pero regordetas, cubiertas por un pijama de Aquaman, haciendo juego con la tela sobre sus ojos pero desentonando con su remera de Superman, contrario a su vestimenta totalmente negra; sus dedos jugaban entre ellos y sus labios rosados eran mordidos por él mismo con impaciencia.

Perfecto.

Prosiguió a acercarse a él, rozó los labios de ambos a propósito, sin llegar a tocarse por completo, electricidad viajando en sus venas. Billy apretó el agarre en la cintura de Freddy, haciéndolo sorprenderse, por lo que emitió un agudo sonido que no duró más de un segundo; el ojiverde no creía poder aguantar sus impulsos, necesitaba escuchar ese sonido otra vez, pero debía seguir las reglas del juego.

Alejó su mano de esa zona y acarició la pierna de Freddy. Era la señal.

─Umh... Y-yo... ─tener la boca de Billy tan cerca de él mientras hablaba le ponía nervioso, pero se sentía increíble─. ¿P-podrías seguir?

No eran las reglas, pues debía contestar, sin embargo, Batson no  dudó ni medio segundo en hacerle caso y volvió a subir su mano, esta vez posicionándola en la nuca de Freddy y dejando la contraria en su lugar.

La mente de Freddy viajaba a mil, quería gritarle que le estaba encantando como le hacía sentir esa deliciosa electricidad, ese característico cosquilleo en su pecho y un calor más fuerte en las zonas que tocaba, pero no sabía como hacerlo sin sonar desesperado, por eso había reservado su respuesta.

Billy, en esta ocasión, decidió avanzar un poco más. Cortó la casi inexistente distancia entre ellos, besó al menor con profundidad, quien le correspondió gustoso de por fin degustar de sus labios y, mientras tanto, sintiendo las manos aprisionando su cabeza y cintura con fuerza. Las suyas se trasladaron a los costados de la mandíbula de Billy cuando sintió la intromisión de una segunda lengua en su boca, acariciando su propia lengua y labios, creando una mezcla que sólo ellos pueden formar.

Pero, cuando menos quería parar, lo hizo.

Era la señal.

Se vieron obligados a separarse, provocando un sonido mojado. Sus bocas parecían un desastre, la fricción constante los había vuelto de un color cereza y se veían húmedos. A la vista de cualquiera eso sería asqueroso, pero Billy simplemente se deleitó con el rostro del menor en esas condiciones.

Lamió sus labios y sonrió con burla. No quería parar, pero necesitaba escuchar la suave voz de Freddy, ya que no podía ver lo que sentía a través de sus ojos.

─Billy... ─suspiró─ te voy a matar.

Se acercó nuevamente a él y susurró:

─¿Y bien, Freddy? ¿Cómo te sientes?

Las respiraciones de los dos iban a un ritmo ligeramente mayor al usual, y esto no ayudaba en nada a Freddy, quien deseaba responder pero parecía no encontrar las palabras correctas.

─Me siento... Creo que voy a desmayarme por lo bien que se siente besarte ─Rio.

El aludido sonrió de lado, satisfecho, y en la oreja de Freeman musitó un grave "sigamos en lo que estábamos".

─¿No puedo quitarme la venda ya? Me siento atrapado y quiero verte ─Hizo un puchero.

─Tranquilo, pequitas. Falta poco ─besó los labios en forma de puchero─. Ahora ven aquí, yo te ayudo.

Billy le sostuvo de las caderas y sentó el cuerpo de Freddy en sus muslos, mientras éste mantenía ambas piernas en un mismo costado y se aferraba a los hombros del ojiverde. Acto seguido, el mayor volvió a besarle con intensidad y le otorgó masajes adicionales a la espalda baja y caderas de Freddy; el azabache simplemente sentía que flotaba en una nube esponjosa, al borde de caer al precipicio, listo para volar por los cielos junto a su compañero.

La lobreguez de la habitación iba en aumento, al igual que el sofocante ambiente cálido, anunciando el pronto anochecer y escondiendo el secreto de los adolescentes.

 Los dedos de Batson se movían con una presión lenta y exquisita cerca del trasero de Freddy, pero había algo que le decía que todavía no debía hacer lo que tanto deseaba. Es decir, deseaba accionar de tantas maneras en ese momento, tocarlo, sentirlo; sin embargo, no quería que su amigo creyera que era un aprovechado o algo por el estilo.

Se le estaba yendo de las manos.

Al caer en cuenta de esto, supo que su cordura no dudaría para siempre y detuvo sus masajes para apretar la pierna de Freddy, casi ordenándole que se alejara por su bien. El pecoso se quejó ante esto entre el beso, el cual Billy no se animaba ni quería cortar, y de mala gana se alejó de él.

─Billy ─susurró o gimió, no lo supo con claridad, y, en un movimiento rápido, se quitó la cinta de los ojos, regalándose una bella y atractiva imagen del mencionado.

Sus ojos claros lucían oscuros, desprendían un brillo nuevo y le miraban con amor, cariño y lujuria, consecuencia de los incesantes toques. Su boca se mostraba roja e hinchada, seguramente la suya estaba igual o peor, su cabello apuntaba a distintas direcciones y sus mejillas pintadas de carmesí creaban una obra de arte.

Algo en su estómago se movió y sonrió, supo lo que significaba inmediatamente.

Te quiero, Billy.

Y con eso confesó todo lo que sentía.

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es algo suave but su relación cada vez se refuerza más, lo que significa más confianza y más intimidad ahre me voy

tkm <3

 -ᴍ.

A Train To Your Heart || FreebatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora