A Train To Your Heart || Freebat

↬ ᴅᴀʏ 11

Al fin.

Finalmente mis dos semanas de castigo habían caducado.

El peso de mis hombros había desaparecido por completo y lo único que deseaba hacer era volar hacía la estación de tren para ver a Billy.

Literalmente.

Luego de la primera visita de su parte, la rutina de él entrando a mi hogar y escondiéndose de mi familia se volvió divertida y agradable para ambos. Es decir, ¿quién no querría tener en su habitación a un chico tan irresistible como Billy Batson, sólo para ti, todos los días?

Nuestras visitas se habían invertido, ahora él ingresaba a mi casa en lugar de yo ir a la estación, aunque de alguna manera ambos terminábamos escondiéndonos de alguien en los dos casos.

Lo mejor era que nunca nos descubrían.

Para festejar que mi castigo había acabado, decidí ir a la estación. Oh, como extrañaba ese viejo y húmedo lugar.

Extrañaba la manera en la que Billy me ayudaba a bajar las escaleras de ingreso, aunque no necesitara de él realmente; extrañaba escucharlo cantar cerca de los largos asientos de la estación, dedicándome palabras hermosas envueltas en melodía; extrañaba sus brazos rodeando mi cuerpo, abrazándome y acariciando mi piel con su nariz; pero más que cualquier cosa, extrañaba su esencia 

Bajé casi corriendo las escaleras para irme de una vez por todas de mi hogar. A pesar de ser un adolescente antisocial que prefiere leer cómics en una biblioteca, ya estaba sofocado de sólo ver las mismas paredes todos los días.

─¡Iré a la tienda de cómics! ¡Si no vuelvo pueden darle mi habitación a Pedro!

Tomé el frío picaporte de la entrada, con la noción de que el clima afuera no era el más cálido y proseguí a girarlo para salir.

Si no fuera por mi padre.

─Hijo, tu madre y yo necesitamos hablar contigo sobre un tema que, suponemos, es importante para ti.

Fruncí el ceño ante eso y la confusión se apoderó de mi, a diferencia de Victor que se veía totalmente serio y firme con sus brazos cruzados.

Suspiré y giré mi cabeza hacia el espacio entre la puerta y el marco, la temperatura acogedora se escapaba lentamente por allí.

─¿Tiene que ser ahora?

Se acercó a mi y volvió a unir la madera en su lugar habitual.

Su mirada era rara, como si fuera difícil para él hablar del tema que, hasta ahora, estaba escondiendo.

─Queremos conocer a Billy.

Y olvidé como respirar.

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Más corto que la mierda, i know but el viernes se viene algo interesante

lxs extrañé♡

 -ᴍ.