–Escuchen con atención miserables mozalbetes ya que pienso explicarlo solo una vez –sentención Gobber con tenacidad frente al grupo de los seis jóvenes aprendices. Se encontraba a la mañana siguiente en el centro de la arena, formado en un apretada hilera esperando ansiosamente las instrucciones del viejo guerrero, mientras eran vigilados de cerca por una la gran multitud de espectadores alrededor de la zona de entrenamiento – . Esta competencia será simple, consistirá principalmente en sobrevivir (si es que pueden) a cada uno de los dragones con los que hemos practicado a lo largo de las clases. Pero estén atentos –agregó con algo de dramatismo –, ya que sí el dragón los alcanza quedaran eliminados de la competencia. Y el ganador no lo será el último en quedar de pie, también deberá seleccionado por nuestro juez imparcial como el mejor competidor de todos.
–¿Quién es el juez imparcial? –preguntó Fishlegs con curiosidad levantando la mano.
–Como la más vieja de la aldea, Gothi lo será –dijo el herrero indicando con la mirada la cornisa donde estaba en pie la vieja mujer con su báculo, acompañada de cerca por Honey y el jefe Stoick. La anciana saludó a los chicos sacudiendo levemente su mano, pero sonriendo con malicia –. Impresiónenla, ya que de eso dependerá quien tendrá el honor de matar al montrous nightmare el próximo jueves de Thor frente a toda la aldea y los Meatheads visitantes –agregó Gobber indicando con su garfio detrás de él, la jaula del dragón rojo que sacudió su entrada con estrepitoso gruñido, mientras el humo se escurrió por las leves rendijas –. ¡Ah ya cállate! ¡Lagartija sobre desarrollada! ¡En dos días tendrás tu oportunidad! –agregó el viejo guerrero dirigiéndose a la bestia.
Pronto, su mirada se volvió de nuevo a los muchachos delante de él y pudo presenciar de primera mano el nerviosismo y terror en la mayoría de sus jóvenes aprendices. Lo cual era perfecto, ya que eso les ayudaría a mantenerse con vida ante los que Gobber tenía preparado para ellos.
En realidad el guerrero retirado se sentía muy impresionado con lo lejos que habían llegado su últimos aprendices, hasta cierta forma culpable por haber dudado de la mayoría de ellos. Estaba seguro que ante sus ojos tenía el nuevo futuro de guerreros de Berk quienes protegerían la aldea de los peligros del mundo incivilizado. Pero sobre todo, estaba sorprendido con la gran mejoría de su escuálido aprendiz.
Gobber había cuidado a Hiccup y Honey desde que eran bebes, mientras su padre debía ocuparse de la aldea y la madre de los niños se había perdido para siempre. Recordaba muy bien que no tenía la menor idea de qué hacer con los gemelos, eran tan pequeñitos que por un tiempo pensó que los podría romper fácilmente. Después comenzó el terror cuando comenzaron a caminar; Gobber no le quedo otra alternativa que atarlos de la cintura a uno de las columnas de madera que sostenían su herrería. ¡Por los dioses! Stoick pegó el gritó en el cielo cuando se enteró.
El herrero había pasado tanto a lado de ellos que él ya los sentía como suyos; se preocupaba por ellos, lo que hacían, lo que comían, como se sentía. Los quería más que nada en el mundo y ellos lo quería como si fuera un segundo padre. Los había visto crecer (tal vez no mucho) y los conocía mejor que nadie en la aldea.
Honey se había separado un poco de su ala cuando comenzó a pasar más tiempo con Gothi, pero Hiccup seguía siendo su muchacho, su aprendiz, su pequeño esqueleto de pescado parlante. Sabía lo mucho que era importante para él la aceptación de la demás y obtener la admiración de su padre; y había recorrido un largo camino para tener esa oportunidad y de verdad se la merecía. Se lo había ganado.
–¡Vamos a comenzar! – bramó el herrero provocando una gran cantidad de aclamos y gritos de los espectadores.
Prácticamente, toda la aldea había acudido a la presentación. Solo aquellos que tenían trabajo esencial para el sustento de Berk estaban ausentes. Los padres y familias de cada uno de los futuros guerreros se encontraban expectantes por lo que iba a suceder, los guerreros hacía apuestas con oro de quien sería el ganador de la competencia, los niños tomaban las manos de sus abuelos para no asustarse cuando salieran los dragones y los adolecente mayores reían y hacía bromas para intimidar a los muchachos en la arena.
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Dragons: A Twins Story
AdventureLa vida de un vikingo no es sencilla en el archipiélago barbarico, en especial cuando se tiene un importante destino sobre tus hombros. Por suerte para Hiccup, él cuenta con la ayuda de su inseparable hermana gemela para convertirse en un héroe. Mi...