05

6.4K 494 107
                                    

Agarré una nueva pila de libros y me marché hacia el tercer pasillo para colocarlos en su lugar correspondiente.

Todavía seguía dándole vueltas a aquella extraña situación en la que Jungkook había fingido no conocerme y terminado aceptando el trabajo a medio tiempo en la librería de mi hermano. No tenía sentido, pero al menos Namjoon no se había enterado de quién era Jeon en realidad y de que yo lo conocía mejor de lo que pensaba.

Un giro inesperado que nunca habría imaginado, pero ya no había forma de dar marcha atrás. Jungkook era el nuevo empleado de Namjoon y yo tenía que ayudarle a adaptarse.

Yo misma iba a echarle una mano a mi hermano siempre que podía y, si hubiera sido posible, también habría sido esa empleada que tanto necesitaba. El problema era Jae; él nunca me permitiría trabajar fuera de su alcance, así que Namjoon decidió buscar a alguien más. Ese alguien ahora se trataba de Jungkook.

Me detuve al fondo del pasillo, comiéndome la cabeza por el lío que se había montado en tan poco tiempo. En el momento en que Nam fue a buscar los horarios de la librería a la trastienda, Jungkook me entregó un pendrive. Era mío. Al principio, no entendí por qué lo tenía él, pero caí en la cuenta de que, probablemente, Tae se lo había llevado sin querer y Jungkook había venido a traerlo en lugar de mi mejor amigo.

La situación era cada vez más complicada.

¿Qué haría si Jungkook descubría cosas de mí que debían seguir ocultas? ¿Qué ocurriría si Namjoon se enteraba de quién era ese chico de brillantes ojos negros? Mierda, había tanto en lo que pensar que sentía cómo todo se me caía encima.

—¿Cómo he llegado a esto ...? Joder —murmuré mientras ponía en su lugar diversos volúmenes.

Mi vida se había convertido en un laberinto sin salida. Siempre que parecía hallar un sitio donde descansar, algo surgía entre las tinieblas para aterrarme y hacer que continuara caminando infinitamente. No importaba cuánto me desgranara la mente en continuos intentos por dar con una solución para la intrincada red que se había creado en torno a mí. Daba igual. No había escapatoria.

—¿Noona?

Me giré, observando a un Jungkook que dudaba sobre si debía acercarse a mí o dejar que me replanteara toda mi vida en soledad.

¿Por qué estaba allí? ¿Cómo había averiguado que estaría en la liberaría de Nam si nunca le había hablado de ella? Odiaba mezclar a mi hermano con asuntos que tuvieran relación directa con Choi y Jungkook solo haría las cosas más complicadas de lo que ya eran. Si algo salía mal, todo se derrumbaría, pero ... Pero él seguía igual de sonriente, caminando hacia mí como si no nos estuviéramos acorralando a nosotros mismos con cada paso que dábamos en aquel sendero de minas.

Aparté la mirada, enfocándome en el libro que tenía en la mano. Sabía que pasar tiempo con Jungkook solo nos causaría problemas, pero no podía rechazarlo después de haberme ayudado varias veces. Y tampoco quería alejarlo a pesar de saber que era lo correcto.

Se quedó a mi lado, dejando otros cuantos libros en la misma estantería que yo. Completamente callado, fue colocándolos todos sin equivocarse. Yo observé cómo lo hacía y de pronto se confundió con una enciclopedia que no estaba bien etiquetada.

—Eso no va ahí —le dije, confundiéndolo.

—Pero aquí dice ... —murmuró, observando el libro.

—Sí, sé lo que pone —lo agarré de sus manos, captando su atención—. Y es erróneo. ¿Ves?

Le señalé el apartado en el que se debía dejar el tomo de arte egipcio. Marcaba el conjunto equivocado, como si se tuviera que poner junto con los libros de arte contemporáneo. Además, esas enciclopedias ya habían estado antes en la librería y sabía bien cuál era su lugar.

answer » jungkook |+18| #1 VIRAGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora