Con la práctica, había aprendido a no quejarme.
Cuando todo empezó y mis días se convirtieron en una verdadera pesadilla, solo sabía llorar y rogar. Lo único que buscaba era salir de aquel basurero y volver a mi anterior vida, por mucho que hubiera luchado para alejarme de ella en su momento.
Sin embargo, llegó una mañana en que la verdad me golpeó y comprendí que eso era imposible. Mi rutina dio un giro de ciento ochenta grados antes de que pudiera darme cuenta.
Cuando JaeHo me ayudó, nunca pensé que acabaría sufriendo de esa forma. Nunca imaginé que terminaría siendo una chica de compañía que él podría usar siempre que lo deseara. Para lo que fuera.
Las personas mienten, son malvadas y egoístas. Supongo que, con el tiempo, había aprendido a desconfiar de todo el mundo. Sin duda, el ser humano es vil por naturaleza, pero hay personas que degustan la maldad y se regodean en ella.
Una de esas personas era Choi JaeHo.
Todos los días, a las seis y media de la mañana, me levantaba de la cama e iba a preparar el desayuno. Él no solía despertarse antes de las nueve porque nuestros trabajos eran nocturnos, por lo que prefería descansar todo lo posible por las mañanas para estar perfecto unas horas más tarde.
Yo podría hacer eso también ... Lo haría si no hubiera encontrado una pequeña vía de escape que me permitía escapar de mi cárcel cinco escasas horas al día.
Apenas dormía porque las órdenes de Jae me retenían siempre en el hotel hasta las dos de la madrugada como mínimo. Apreciaba más la soledad de la tarde que las horas de sueño, ya que las pesadillas podían atacarme y yo era incapaz de defenderme.
Apenas comía por la estricta dieta que se me había impuesto, y cuando podía hacerlo, el apetito no aparecía por mucho que lo intentara.
Apenas vivía, pero ... Creo que eso había sido solamente culpa mía.
Yo me comporté como una niña y abandoné mi hogar. Allí no me trataban bien, pero ahora sabía que aquello era mil veces mejor a lo que tenía que soportar estando junto a Jae. Si tan solo hubiera pensaba un poco lo que iba a hacer, si hubiera sido más precavida ... No estaría sufriendo por el simple hecho de respirar.
—¿Qué coño haces despierta a estas horas? —su voz grave y amenazadora me sobresaltó. Casi tiré los huevos revueltos del susto—. Me has despertado con tanto ruido, Yeong.
Siempre intentaba mantener mi orgullo, de una manera u otra. Era lo poco que quedaba de mi antiguo yo, pero había ocasiones en las que solo me quedaba callar y asentir. El orgullo con Choi JaeHo solo servía para recibir golpes y malas palabras que me hacían sentir mucho peor.
—Siempre me levanto a esta hora —dije mientras escuchaba sus pasos detrás de mí.
—Ah ... Cierto. Tus clases —me contestó.
A veces pensaba si hacía aquello solo para tratarme mal o realmente no recordaba cosas tan esenciales como mis estudios. Fue una de las condiciones que le exigí antes de ser nada de él. Si no me dejaba unas horas en las que pudiera aprender sobre lo que más me entusiasmaba en el universo, me perdería para siempre. Sin embargo, una vez descubrí que Jae era un demonio disfrazado con apariencia de un simple mortal, continuamente sentía el temor de que me arrebatara aquello. Solo le pedí esa distracción, pero su forma de actuar era tan volátil que siempre me levantaba pensando que me la negaría sin ninguna excusa válida.
Por suerte, todavía no habíamos llegado a algo así. Yo me encargaba de que él estuviera satisfecho conmigo en todos los sentidos. Ya fuera en mi "trabajo" o cuando estábamos a solas. Cada vez me denigraba más, me trataba como un objeto al que podía romper sin más.
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answer » jungkook |+18| #1 VIRAGO
أدب الهواة-Respóndeme, noona ... Dime la verdad. -No puedo, Jungkook. No puedo darte la respuesta que quieres. Kim Yeong lleva años sintiéndose como un títere. Jeon Jungkook quiere cortar las cuerdas que la controlan para que sea feliz. Portada hecha por @hyl...