Yeong
Jungkook entró en el coche y ocupó el lugar del conductor, a mi izquierda. Yo me encogí en el asiento, tratando de asimilar lo que había ocurrido y el desastre que podría haberse producido.
—Noona —me nombró, agitado—. Toma esto.
Eché un vistazo en su dirección y vi que me tendía una toalla. Alcé un poco más la mirada y me di cuenta de que él también estaba empapado. En lugar de entrar al coche enseguida, tardó porque algo en el maletero lo retuvo. Ahí entendí que se había detenido a buscar algo que ofrecerme para secarme.
—Pero, tú también ...
—Estoy bien —asintió, relajando el gesto—. Has estado más tiempo en la lluvia. Sécate, por favor.
Algunas gotas caían desde su nariz y se estampaban contra su ropa, acompañadas de otras tantas que se resbalaban desde su pelo. Él estaba más mojado de lo que quería admitir, pero aún así me tendió la prenda para que yo entrara en calor.
Tras dudar durante unos segundos, estiré la mano para atrapar la toalla.
No dijo nada más. Solo esperó a que yo comenzara a limpiarme y se giró de nuevo. No me hizo falta mirarle para saber que se había dado cuenta de su indiscreción. Toda la ropa se me había pegado al cuerpo por culpa del agua, así que mi sujetador se trasparentaba mucho. Las mejillas sonrojadas de Jeon confirmaron mis sospechas rápidamente.
Intenté secarme todo lo que pude para no mojarle el coche demasiado y pronto le ofrecí el paño. No quería que enfermara por mi culpa. Ya le estaba haciendo pasar suficientes cosas.
Tan torpe como siempre, me lo agradeció y se empezó a secar las mangas de su jersey.
Me senté correctamente, observando la densa cortina de lluvia que aporreaba la luna delantera, soportando el fuerte torrente de agua.
Todavía tenía los ojos cargados de lágrimas, apenas había logrado dejar de llorar, pero aquel silencio me llevó a imaginar la reacción de JaeHo cuando llegara a casa y no me encontrara allí.
Estaba paralizada por la situación y sentía que cada vez me era más difícil pensar con claridad. No podía sobrevivir con ese hombre cerca. Me mataría, premeditada o repentinamente. Un día lo haría y ya no podría hacer nada más que esperar el descanso absoluto.
Pero, por mucho que la muerte fuera mejor opción que la convivencia con él, tenía miedo. ¿Quién no lo tendría? No quería que mi final fuera ese. No quería dejar aquel maldito mundo que me había hecho tan infeliz y desgraciada. En mi interior, no había perdido la esperanza de escapar, y cuando los delgados dedos de Jungkook se deslizaron por los míos, dejé ir el sollozo que me hacía sentir una miserable.
—¿Yeong? —murmuró, mirándome desde su lugar.
Yo me fijé en sus falanges. No quería tocarme porque temía que rechazara su acción. Aún así, había sido capaz de tomar mi mano y sujetarla. Yo no me controlé porque estaba cansada de hacerlo y sostuve con fuerza sus dedos mojados.
Jungkook se tranquilizó y la tensión huyó de su brazo en cuanto notó mi actitud.
—Lo siento —le dije, dejando que las lágrimas cayeran sobre nuestras manos.
Escuché cómo se movía para quedar más próximo a mí, pero no me atreví a mirar por la vergüenza que me daba mostrarle unos ojos rojos y una cara destrozada por las marcas.
—¿Por qué lo sientes? —preguntó, de pronto—. Siempre pides perdón, pero nunca ...
—Pedir perdón ... —me limpié los pómulos con mi otra mano—. Es lo único que me hace sentir un poco mejor. Todo es mi culpa, Jungkook. Todo se va a la mierda porque yo pensé que ...
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answer » jungkook |+18| #1 VIRAGO
Fanfiction-Respóndeme, noona ... Dime la verdad. -No puedo, Jungkook. No puedo darte la respuesta que quieres. Kim Yeong lleva años sintiéndose como un títere. Jeon Jungkook quiere cortar las cuerdas que la controlan para que sea feliz. Portada hecha por @hyl...