Yeong
Subí la cremallera de la falda y me fijé en un par de cortes que estaban terminando de cicatrizar en mi costado. Los rocé con los dedos, tratando de que no dolieran al entrar en contacto con la ropa.
—Esta noche vendrá un tipo importante al hotel —me comentó Jae, rebuscando en los cajones—. Es un promiscuo de primera y ya me dijo que quería estar contigo a solas cuando nos visitara. Quería a la mejor chica de todas, y esa eres tú. Solo tienes que hacer todo lo que él te pida, ¿vale, cariño?
JaeHo apareció a mis espaldas y yo me giré. Asentí, obediente, y le ayudé a colocarse correctamente la corbata negra que había elegido él mismo.
Mientras yo hacía esto, vi cómo sonreía. Le encantaba que fuera obediente y no rechistase con el trabajo. En privado, adoraba verme sufrir, pero los negocios eran algo muy importante para él. Si no me los tomaba como algo personal, terminaría destrozada.
—¿Quién es? —le pregunté.
—Alguien con mucho dinero y con hilos dentro de la policía —me explicó, visiblemente contento por haber captado la atención de un pez gordo como ese—. Si lo tenemos de nuestro lado, media ciudad será nuestra. Así que no me decepciones, Yeong. Necesito que se quede con la empresa de destilería.
—¿Alguno de tus amigos se ha quejado de mí? —inquirí, concentrada en terminar el nudo de su corbata.
—No. Todos se van satisfechos si les atiendes —acarició mi mejilla de repente y yo tuve que abandonar mi tarea para mirarlo a los ojos—. Por eso insisto tanto. Este no puede irse después de un simple polvo. ¿Entiendes lo que digo?
Con la garganta seca, analicé su oscura mirada.
Eso significaba que no había limitaciones para el individuo. Podía hacer de todo conmigo. Jae estaba ofreciéndole mi servicio completo y eso no era usual en él. Siempre marcaba unas condiciones previas antes de que me encontrara con el desconocido. Siempre había normas, pero esta vez no, y eso me ponía extremadamente nerviosa.
—Lo entiendo —respondí, apretando la prenda que tenía entre mis manos—. Comerá de tu mano. No te preocupes.
—Bien —murmuró, esperando a que yo acabara de arreglar su aspecto—. Entonces te veo esta tarde.
Alejé las manos de él y esbocé una forzada sonrisa. Jae se inclinó, dejando un casto beso en mis comisuras, y se dio la vuelta para recoger sus cosas. Ya debían estar esperándole en su despacho, así que no me sorprendió que se fuera antes de desayunar. Es más, un gran alivio me recorrió las extremidades cuando lo vi desaparecer tras el marco de la puerta.
Estar cerca de él me quitaba la salud. No tenía duda de ello.
Ya sola y sin esa constante presión en el pecho, acabé de vestirme.
No quería llegar tarde a mi primera clase de la mañana, así que agarré mi bolso y comprobé que lo llevaba todo. Al salir de la casa, descubrí que el tiempo era realmente agradable. Por primera vez en siglos, estaba animada. Y sabía muy bien la razón, incluso si no quería pensar en ella.
Después de mi habitual trayecto en autobús, llegué al campus de la universidad. El lugar estaba bastante concurrido, pero no me podía permitir perder ni un minuto más. Ni siquiera avisé a Tae de que ya había llegado a clase, solo me senté en el primer lugar que vi libre y comencé a escuchar la explicación del profesor de arte contemporáneo.
Las dos horas se fueron volando. La gente comenzó a recoger en cuanto dieron las diez en punto de la mañana.
Mientras mis compañeros iban saliendo del aula, yo me di cuenta de que varios mensajes estaban llegando a mi móvil. Leí el remitente en la pantalla.
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answer » jungkook |+18| #1 VIRAGO
Hayran Kurgu-Respóndeme, noona ... Dime la verdad. -No puedo, Jungkook. No puedo darte la respuesta que quieres. Kim Yeong lleva años sintiéndose como un títere. Jeon Jungkook quiere cortar las cuerdas que la controlan para que sea feliz. Portada hecha por @hyl...