-¡Vamos! ¡Vamos! Salgamos rápido que si no, no llegamos a tiempo les gritó Stu- Ya empacaron, ¿verdad?
Ellos asintieron, agarraron sus valijas, se fueron del hotel y subieron al bus para ir rumbo a Liverpool, en Inglaterra.
Una vez sentados en el bus, Ed le preguntó a Nina:
- ¿Alguna vez has estado en Liverpool?
- Hm, no, nunca estuve en otro lugar de Inglaterra más que en Londres
- ¡Entonces te va a encantar!- exclamó feliz
- Ya lo creo- le respondió soltando un bostezo- ey, cambiando de tema, ¿qué hora es?
- Las...-dijo mientras miraba ma hora en su celular- las 3 de la mañana- respondió, bostezando también- creo que deberíamos dormir- sugirió
- Sí- contestó soltando otro bostezo más, y tapándose con la frazada- tenemos como 7 horas hasta Liverpool, así que yo ya me voy a dormir- cerró sus ojos, pero Ed la despertó
- Durmamos juntos- pidió- por favor
- ¿Uh?
- Que duermas conmigo, Ness
Ella rió en sus adentros y lo dudó, haciendo que él se vuelva impaciente. Hizo una mueca, pero al minuto respondió:
- No sé- dijo divertida- ¿Por qué querría yo dormir contigo?
- Porque eres mi novia, por favor- rogó
- Aún así no me convence...- ella realmente quería que él le rogara, que le suplicara, aunque fuera sólo por un rato de diversión
- No voy a rogarte
- ¿Ah, sí?
- Hm, no- le respondió dubitativo
- Ya veremos- dijo tapándose con la frazada- buenas noches, que duermas bien
- ¿Es en serio? ¿No vas a dormir conmigo?
- No, ya que tu no quieres, al parecer
- ¡Dale! ¡Por favor!
- Ed, no es nada personal, pero no creo que...
- ¡Nina!- la interrumpió, ya perdiendo la paciencia- es sólo una noche, nada más, lo único que pido
- ¿Sólo una noche?- preguntó ella
- Por favor, eres todo lo que necesito
- Sinceramente, no creo que me necesites para dormir, toda tu vida dormiste bien sin mí
- Pero ahora no puedo
- No sé, Edward, yo sólo te digo que...
- ¡Nada!- la interrumpió y luego tomó su cabeza y unió sus labios en un fuerte y apasionado beso.
Ella, un tanto sorprendida, le correspondió y se sentó sobre sus piernas para estar más cómoda. Pasaba sus manos a lo largo de la cabellera naranja de Ed, y él, depositaba algunos besos en el cuello de la rubia.
Luego, cuando se separaron, ella comenzó a reír sobre los labios de él y, extrañado, le preguntó:
- ¿Qué es tan gracioso? ¿De qué te ríes?
- De ti, bobo
Él sólo la volvió a mirar confundido y ella depositó un corto beso sobre su mejilla.
- ¿Cómo no voy a querer dormir contigo? ¿Estás loco?
- Pero...
- Fue una pequeña broma- lo interrumpió- es divertido ver cómo pierdes la paciencia, pelirrojo.