*Ed'sP.O.V.*
La segunda entrevista salió mejor de lo que esperaba, ya que afortunadamente, no me preguntaron sobre Nina. Sólo preguntaron cosas sobre la gira y mi álbum.
Cuando finalmente terminó, Stuart y yo nos subimos en la camioneta alquilada que teníamos y partimos al hotel. Durante el viaje, me dediqué a observar la ciudad desde la ventanilla, las calles entrecruzadas que volvían locos a los turistas, tiendas y museos, inclusive pasamos frente al Louvre, y, luego de media hora, llegamos a destino.
Me bajé del auto ansioso por ver a Nina, y ver qué opinaba de las entrevistas.
— Hey, ¡Colorado!— me gritó Michael apenas me vio, corriendo hacia mí — ¡Estuviste genial en tus entrevistas!
— Gracias, me alegro — sonreí — ¿La viste a Nina?— pregunté ansioso.
— No, todavía no regresó de su paseo.
— ¿Paseo? ¿A dónde fue?
— Fue a comprar souvenires para su madre, o al menos eso me dijo.
— Bien — arrugué la nariz en señal de disgusto — cambiando de tema, ¿haremos Hearts On Fire esta noche?
— ¡Claro! — exclamó — la tendríamos que practicar, hace bastante que no la cantamos juntos.
— Sí, es verd...— hice silencio de repente, cuando me di vuelta y la vi, allí estaba ella, entrando por la puerta principal.
No estaba sola, para colmo.
Estaba acompañada por un chico que no emanaba nada bueno. Vestía negro de pies a cabeza, llevaba puesto un saco largo de ese color, unos jeans que, más que jeans, eran pantalones de vestir, zapatos negros y su cabello bien peinado hacia atrás. Era alto también, me hacía acordar al protagonista de la serie Sherlock, y la verdad, nunca había oído de su existencia. Por ello, me molestó verlo con Nina.
— Hablando de Roma — comentó mi amigo, mientras ella caminaba tranquilamente hacia nosotros, seguida por el muchacho misterioso.
— ¡Ed! ¿Cómo te fue en la segunda entrevista? No llegué a verla— exclamó cuando me vio, para luego darme un corto beso; mi rostro no demostraba agrado de ningún tipo, pero ella estaba tan contenta que no lo notó.
— Bien — susurré, inspeccionando al chico — ¿Y él? ¿Quién es?
— Oh, no te conté, él es mi mejor amigo, Patrick.
Ese tal Patrick, fue extrañamente cortés, y me tendió su mano, la cual yo tomé y agité a modo de saludo.
— ¿Ed, verdad? — finalmente habló, yo asentí — Ness me contó sobre ti.
— Me imagino, y ¿qué te dijo?
— Que ustedes eran muy bueno amigos, y que la invitaste a la gira.
— Claro — respondí fingiendo una sonrisa. La verdad, estaba celoso de éste, él también le decía 'Ness', y yo que creí que era el único que lo hacía.
— Él nos acompañará al concierto de hoy, ¿verdad, Pat? — dijo ella.
— Claro, si no hay molestia.
— No la hay — espeté tratando de sonar amigable, si esto no era falsedad...
— Bueno, ¿nos vamos ya?— sugirió él.