Nina's P.O.V*
Su borrachera no de nuevo, por favor. Rodé los ojos en resignación al ver al pelirrojo bailando al ritmo de Beyoncé en ropa interior con una botella de cerveza en la mano, cantando a todo pulmón Single Ladies.
Si no hubiera estado cansada, juro que me habría sumado a su baile. Pero estaba irritada y exhausta, así que me lo quedé mirando perpleja.
-¿Edward?-exclamé para llamar su atención, un poco confundida todavía.
-¡Sí!- gritó divertido soltando la botella que derramó su poco contenido por toda la alfombra.
-¿Qué estás haciendo?-pregunté con mis manos sobre mis caderas.
-Tengo una fiesta con Queen Bey, ¿quieres unirte?- y se me acercó, rodeándome con sus brazos.
-No, estoy bien- reí zafándome de su agarre, pero posó una de sus manos en mis nalgas, y las apretó- ¡Ed!-chillé enojada.
-¿Qué?-rió.
-No me gusta que hagas eso cuando te emborrachas-confesé inútilmente y me separé.
-Oh, cariño, no es nada-se burló tambaleándose, realmente borracho- Además somos pareja.
-Eso no tiene nada que ver, no quiero que me toques, debes respetarlo-me quejé.
-Vamos- rogó-Aun sea... Un... Bes...besi-besita.
-No, estás demasiado borracho, mejor vete a dormir- dije tendiéndole la cama.
-Ven conmigo-guiñó un ojo recostándose.
-Ahora en un rato voy, tú duerme- ordené quitándome el abrigo y las botas, buscando el piyama.
-Te espero-balbuceó torpemente y no dijo nada más.
Fui al baño a quitarme el maquillaje que se había corrido, me coloqué unos pantalones holgados y una camiseta amplia y cómoda. Cuando fui a ver a Ed, ya estaba durmiendo cual bebé. Es necesario admitir que Ed se ve demasiado tierno cuando duerme, por lo que le tomé una foto para mostrársela al otro día. Acto seguido, apagué las luces y el celular y me fui directo a dormir. Me posicioné más cerca suyo y lo cubrí con un brazo, abrazándolo de costado.
* * *
Para ser el último show, el último día de gira, estábamos bastante tranquilos.
Sin embargo, Ed no sabía del todo acerca de mis inquietudes aún.
Nos encontrábamos en camino al teatro.
- ¿Se puede saber qué es aquello que querías decirme ayer?- le pregunté.
- Oh-hizo memoria-¿Sobre lo que sentías? ¿La razón por la que te sentías triste?
- ¿Así que era eso?
-Ahora que lo recuerdo, sí. Me gustaría hablar de eso.
- Bien-suspiré, iba a confesarle mis miedos de una vez por todas- Es que me preocupa que no superemos la etapa de relación a distancia-solté, y me animó a proseguir-No es que dude de nosotros, o de ti. Simplemente sé que no será lo mismo al estar ocupados, separados y en distintas zonas horarias.
- Ness-acarició el dorso de mi mano derecha- Te entiendo. Yo me siento igual, pero lo único que puedo hacer es prometerte que voy a hacer todo lo que esté a mi alcance para que no se sienta tanto este cambio. Lo sé, no va a ser igual. Sin embargo, sólo puedo jurar que intentaré con todas mis fuerzas.
- Yo te prometo lo mismo-dije con algo de nostalgia pero con una pizca de esperanza.
-Lo que más quiero es que me digas que todo va a estar bien- pidió.