Capítulo 30 "Lo hecho, hecho está "

98 9 73
                                    

*Ed's P.O.V.*

¿Qué podría haber dicho esa carta del supuesto padre de Nina? ¿Por qué asumimos que es realmente su padre?

— Ness, ¿qué pasó? — pregunté nervioso— ¿Qué dice esa carta?

— Yo... Dice...

— Leemela, por favor— pedí.

— Está bien, es corta y concisa: “Querida Nina, hija mía, te escribo a fin de comunicar dos  cosas muy complejas; la primera, cuando leas esto, ya estaré muy lejos. La segunda, quiero que sepas que las cosas cuando estábamos juntos cambiaron por distintas circunstancias, y yo nunca quise dejarlas. La vida funcionó así, y es por eso que hoy decidí terminarla. No me busques, no me hallarás, y no me llores, no me lo merezco. Te amo, aunque casi no me conozcas. Te ama, Paul Nesbitt”— habló con la voz quebrada, y de nuevo rompió en llanto. Yo traté de asimilar lo que acababa de leer. Era una maldita carta de suicidio de su padre —supuestamente. No sabía qué decirle, porque lo que ella realmente necesitaba era un abrazo. Ojalá hubiera podido abrazarla y no dejarla romperse en pedazos, pero estaba del otro lado del Atlántico.

— Ness...— murmuré con suavidad— No te preocupes, todo va a estar bien. No estás segura de que ese sea tu padre, podría ser cualquier persona, por favor, no lo creas de entrada. Sinceramente... Diría que no le des mucha importancia, ¿por qué así de la nada tu padre te mandaría una carta? No sé, pero por favor, piensalo bien. Y... En caso de que realmente lo sea... Tranquila, todo va a estar bien. Deberías... Bah, yo.... Lo que yo haría es hablar con mi mamá, a ver si ella sabe algo más.

— Es que— hizo una pausa para calmar su respiración — ¿Qué le voy a decir? ¿¡Le voy a decir que papá me mandó una carta suicida!?— rompió en llanto otra vez.

— No... Tienes razón, aunque quizá ella la ha recibido también.

— En ese caso... Me habría llamado a mí.

— Está bien, es verdad. Habrá que esperar a que ella se comunique con nosotros, pero por favor, quiero que sepas que, de ser tu padre, no eres la culpa de su supuesto suicidio.

— ¿¡Y por qué me mandó la carta a mí!? — gritó.

— No sé, honestamente, no sé— suspiré resignado.

— Agh— resopló— Gracias por escucharme, me tengo que ir a dormir, ya es muy tarde. Hablamos mañana, adiós.

— Hablamos mañana, te amo.

Cortó la llamada rápidamente y me quedé en medio de la oscuridad de la habitación pensando qué acababa de suceder, preguntándome si valía la pena hacer escándalo por la carta cuya veracidad era bastante dudosa. Me daba vueltas la cabeza, el corazón me latía muy rápido, y no podía evitar sentirme angustiado tras haber oído la tristeza de Nina a través del teléfono. Sin embargo, el cansancio me ganó y me dormí con rapidez.

* * *

*Nina's P.O.V.*

Me desperté con dolor de cabeza, y a eso de las doce del mediodía almorzamos en el comedor del hotel. Estábamos en Münich y la comida realmente era maravillosa. En fin, luego del almuerzo, Mike, Stu, Amy y yo subimos a mi habitación. Allí les conté lo sucedido con la carta y después con Ed, y ninguno supo bien qué decir.

— Ehm... Ed tiene un punto, no sabes si es tu padre— apuntó Mike.

— Eso es cierto, pero ¿sabes si a alguien más le llegó la carta?— preguntó Amy, mientras Stu se mensajeaba con distintas personas a fin de averiguar más cosas sobre el origen de la carta.

La GiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora