Capitulo 7 "Hallelujah"

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Ed no podía asimilar lo que tenía en frente suyo, su amigo, Stuart Camp estaba frente a él. Hacía años que no se veían. Se conocieron de casualidad en una fiesta, entablaron una amistad sólida pero luego, por cuestiones de la vida y el estudio, se separaron.

- ¡Stu!- gritó Ed cuando lo vio- ¡tanto tiempo, hermano!

- ¡Lo mismo digo!- dicho esto, se abrazaron y comenzaron a charlar

- ¿Qué fue de tu vida, Stu?

- Bien... Mi padre me había obligado a ir a la escuela de leyes, ¿te acuerdas?- Ed asintió, y el otro prosiguió- bueno, resulta que yo fui a la escuela de leyes, pero después de cursar como dos años, me di cuenta de que eso no era lo que quería hacer de mi vida. Entonces dejé, y estudié para ser manager de artistas- concluyó

- ¿Acaso eso se estudia?- bromeó Ed

- Algo de preparación, supongo- rió- en fin, ¿qué es de la vida de la súper estrella británica del momento?

- No sé... Sabes que siempre me ha gustado cantar para las personas

- Por favor, dime algo que no sepa

Después de un rato, Ed dijo:

- Bien, si te interesa saber, estoy de novio- soltó

- ¡wow!- exclamó su amigo- me alegra escuchar eso, ¿quién es la víctima ahora?

- No es una víctima- respondió molesto- se llama Nina y... No sé, como que me gusta

- Eso es genial, hermano, me alegro mucho por ti

- Escuchame, no te pediría esto si no fuese sumamente urgente o importante- pidió y luego hizo una breve pausa- resultó ser que mi mánager anterior era un completo idiota y lo despedí. El tema es...

- Sí, puedo ser tu manager, pelirrojo, no te preocupes, tengo tiempo para ti- lo interrumpió

- No sabes lo mucho que te lo agradezco, Stu

- Ah, no es nada, todo por un viejo amigo

- ¿Qué te parece si te invito un trago?- sugirió Ed

- Lo acepto- sonrió

- Genial. ¡Eh! ¡Mozo! Tráiganos dos tragos de lo mejor que tenga

- ¿Le apetece un tequila?- me sugirió el tipo detrás de la barra

- Que sean dos, por favor

* * *

- Qué sueño...- se quejó Nina cuando sonó el despertador a las 10 de la mañana

- Buenos días, rubia no tan rubia- le dijo él desde el otro lado de la habitación, todavía acostado en su cama

-¡Ey!- le contestó arrojándole una almohada desde el otro lado del cuarto- no hace falta que me recuerdes que tengo que teñirme para ser rubia

- Por favor, podrías tranquilamente no teñirte y ser así de hermosa igual, sabes que me gustas más natural- ella sólo se sonrojó y Ed, riendo, negó con la cabeza- en fin, tengo una buena noticia

- ¿Qué pasó?- dijo ella ya un poco más alegre

- He conseguido un nuevo manager

- ¿Sí?- contestó incrédula- ¡wow, Ed, eso es genial!

- Y no es cualquier tipo, es un viejo amigo, me lo encontré ayer en el bar del hotel, tomamos unos tragos y charlamos

- Qué bueno, ¿cómo se llama?

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