Capítulo 8. ¡Romanoff fue!

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Restaurante China Xiang a unas calles del Greenwich Village. Eran las 6 PM con 15 minutos pasados y, por lo tanto, 15 minutos de retraso para el señor Tony Stark. Aunque, Stephen Strange, quien era el que le esperaba en dicho restaurante, no sabía con quién iba a encontrarse en ese lugar.

Esta mañana, en las habitaciones de cada caballero mencionado anteriormente, les llegó una pequeña invitación al susodicho restaurante bajo la excusa de una pista de lo que estaban buscando. Al ser un lugar poco informal, de requisito era ir de manera civil o en cubierto a la mesa 12, al fondo del establecimiento.

Y allí estaba Doctor Strange, tras la desaparición sin resolver de Loki Laufeyson, era lo mínimo que podía hacer incluso no fuera el enemigo primordial, pero aún tenía dudas tanto de su paradero como el porqué hizo lo que hizo. Strange vestía con un pantalón y camiseta sencilla.

Mientras tanto, el individuo que apareció en el marco de la puerta del restaurante con lentes de sol y una chaqueta de cuero, Tony Stark, buscaba sin cuidados la mesa número 12. Cuando finalmente la halló, pudo divisar que estaba allí alguien muy parecido al Doctor Strange sin sus habituales vestimentas ridículas, así que sin más, tomó cercanía.

─¿Tú dejaste el recado en mi puerta? ─preguntó Tony una vez se paró frente a él, viendo cómo la reacción del hechicero pasaba de tranquila y concentrada a una sorprendida y confusa.

─¿A ti también te dieron uno? ─devolvió la pregunta el de ojos bicolores, con el ceño fruncido.

Ambos quedaron más confusos que con anterioridad, y con Tony ya sentado en la mesa, contestó:

─¿Esto puede ser obra de ese tal Pesadilla? ─interrogó nuevamente tras colocar sus codos sobre la mesa a su vez cruzaba sus brazos.

─Claro que no ─respondió Stephen, negando lentamente con su cabeza.

Después el hechicero pudo darse cuenta de este teatro que empezaba apenas, pues, recordó que la noche anterior mantuvo una conversación con Natasha sobre una salida con alguien que no precisó decir el nombre. Bueno, al menos se sentía aliviado de que su vida no iba a peligrar ni la de los civiles alrededor.

─Entonces debió ser Steve ─murmuró con disgusto el multimillonario, para luego levantar la mano y llamar la atención de cualquier mesero que estuviera desocupado. Pensó que si estaba allí, al menos comería algo.

─¿Steve? ─dudó el hechicero.

─El mismo que escuchaste ─resopló Stark─. Piensa que necesito a alguien a mi lado, claro, no exactamente de manera romántica pero ─se encogió de hombros, dándole poca importancia─...así es. Seguramente esto es obra suya, aunque es sorprendente. Me huele más a Romanoff.

─Qué decirte ─dijo Stephen, evitando a toda costa mencionarle que, en efecto, era obra de Natasha─. A mí me da más el olor de papas fritas sin mencionar que estamos en un restaurante de comida china ─alzó ambas cejas, dando un suspiro mientras recibía la carta del menú impartida por el mesero.

A Tony le pareció un chiste ─o comentario─ bastante diferente viniendo de alguien como él. ¿Era acaso una competencia de repugnancia? Aunque eso significaba opinar lo mismo de sí... Qué más daba, el comentario de Strange le encantó, vaya persona que no se iba con rodeos.

─¿Qué va a ordenar, xiansheng? ─cuestionó el joven mesero con amable actitud. Parecía ser que era un chino genuino.

─Pollo a la naranja, arroz blanco y... ─Tony pasó su dedo índice por el listado de platillos. Strange se sorprendió por la orden tan experta, como si no fuera la primera vez en un restaurante como esos─. Albóndigas chinas. Para beber un vino estará bien ─añadió, con la vista fija en el joven mesero que apuntaba con rapidez.

PESADILLA | IRONSTRANGE, MARVELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora