En el Reino de los Sueños...
La dimensión podía mostrarse de mil y un formas, el montaje no era algo del que Pesadilla se preocupara, más bien, lo indicado para tal sitio era la presencia del rey en cuestión, su caballo y, las imágenes oníricas.
Tras caminar un buen tramo de la dimensión, Doctor Strange no podía encontrar alguna otra anomalía más que la ausencia de Pesadilla. Lo tomó como un punto del que debería cuidarse, y a la vez, el momento adecuado para indagar con profundidad, todavía más al encontrarse con los hologramas de mortales durmientes.
Strange encontró tarea fácil el llevar devuelta a Bruce Banner, tan solo habría que encontrar su cuerpo entre tantos. Por ello, con la ayuda del Ojo de Agamotto que pronto se adueñó de la parte central de su frente, pidió al Vishanti revelarle lo que había ido a buscar. Con la resplandeciente luz del tercer ojo en su rostro echó rienda suelta su búsqueda llevándolo en camino recto sin temor alguno.
Entonces, cuando por fin encontró el cuerpo onírico del Doctor Bruce Banner, sintió un alivio inmenso recorrer todo su cuerpo ─ahora ectoplásmico─. Sin embargo, la felicidad duró apenas unos segundos al percatarse que tras aquel adormecido cuerpo estaba el dueño de las tinieblas presentes.
─Tú eres su superhéroe preferido, ¿sabías, Strange?
El aludido solamente le miró desafiante, tomando una postura de defensa, listo para responder a cualquier ataque que Pesadilla podría propinarle.
─Me pregunto qué pensará Bruce Banner cuando se entere que no pudiste salvarlo ─comentó burlón, para después gemir sorprendido (claramente fingido) y cubrir su boca con brevedad─. Si es que hay vida después de la muerte, claro.
Sin caer en las palabras del villano fantasmal, Doctor Strange invocó las imágenes de Ikkon para recrear ilusiones con su apariencia con el fin de confundir a Pesadilla y que estas mismas atacaran al villano, mientras que el verdadero Stephen se diera la tarea de acercarse a Bruce Banner y deshacer su imagen onírica.
Pero Pesadilla estaba en su propia dimensión, misma que le daba su fuerza para combatir a los extraños, por ello mismo, duró poco y nada la invocación del hechicero, deshaciéndose debido al golpe con esferas amarillas que el villano convocó.
Hizo que el hechicero se pusiera de rodillas debido a la inteligente hazaña. Casi derrotado, pero más adolorido.
─Se te olvida que estás en mi casa, Strange ─burló el de blanca piel─. Y así como viniste, te vas.
De pronto, unos colores rojizos, amarillentos y oscuros comenzaron a adornar el sitio. Posándose alrededor de Pesadilla, quien no dejaba de gemir con satisfacción. Para Doctor Strange pudo ser fácil percatarse de que algo fluía dentro suyo y que, por lo tanto, comenzaba a darle más fuerza de la que ya tenía.
Stephen tenía que actuar ahora, o nunca.
─No me iré con las manos vacías, Pesadilla ─contestó el Hechicero Supremo, recordándose que no solo su propia vida estaba en peligro, sino también la del Doctor Banner y con la posibilidad que la del mundo entero igual─. Me darás a Banner y dejarás cualquier plan malévolo que estés construyendo, solo seguiremos nuestras vidas cotidianas ─decía con firmeza una vez se levantó de sus rodillas, alzando la barbilla pretendiendo hacer saber a su contrincante que las cosas empeorarían para él─ y nadie más saldrá herido.
─¿Nadie más saldrá herido? ─replicó─ Si con el monstruo en las entrañas de Banner me es suficiente ─Pesadilla comenzó a expulsar pequeñas e irritantes risas entre sus filosos dientes, desconcertando al aludido─... Banner no está aquí, ya no.
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PESADILLA | IRONSTRANGE, MARVEL
De TodoTony Stark sueña con frecuencia estos últimos días, pareciera totalmente habitual, pero los Vengadores en la Torre A también sueñan y no de diferente manera. Agosto, 2019.