─No esperaba verte en estos lugares.
─Yo tampoco te esperaba ver, Doctor Strange ─respondió el monarca de la gran Latveria, enseriado aún cuando su verdadero rostro tras la máscara no pudiera verse.
Sin embargo, su seriedad se podía notar debido a su gruesa voz. El Hechicero Supremo solamente dudaba su estancia en la plaza en la que casualmente recién hubo avistamientos y ataques de seres Sin Mente. Pareciera que, ahora con Doctor Doom, las cosas daban sentido.
¿Pero era Doctor Doom un hechicero también?
Stephen frunció el ceño con desconfianza, optando una posición de defensa con la espalda derecha y los pies separados uno del otro. Con la frente en alto, continuó diciendo: ─¿A qué se debe tu visita? ¿Latveria no tiene plazas donde puedas pasear por las noches?
─Búrlate todo lo que quieras, Strange ─dijo el de capa verde cruzándose de brazos─. Así como tú, yo también vine por los Sin Mente. Latveria fue invadida por una cantidad de ellos lo suficiente como para difundir el miedo en mi nación.
─Estoy intrigado.
─Deberías ─instó Doom─. Es magia asgardiana.
─¿Loki?
─El mismo imbécil.
─¿Cómo sabes que fue magia asgardiana y, precisamente, la de Loki? ─preguntó el hechicero, aún desconfiando de un ser tan malvado como el que tenía frente a él.
Ya se conocían, sí. Pero no tuvieron ningún enfrentamiento, solo palabras que viajaban de boca en boca. Se oía mucho de un monarca peleándose con Los Cuatro Fantásticos, queriendo invadir el mundo entero con la ayuda de un dios nórdico. Un desastre total.
─El mentiroso es ingenioso, Doctor Strange ─dijo Víctor Von Doom, manteniéndose serio y añadiendo una grandeza propia; dictaba potencia y a su vez honestidad, indudable. Aún así, no fue capaz de responder debidamente la pregunta del Hechicero Supremo, evadiendo la duda con una contestación más interesante y requerida para el momento─. ¿Cómo crees que los Sin Mente podrían atravesar la barrera? Se necesita verdadero poder, un objetivo grande e insaciable ambición.
Stephen se quedó silencioso, esperando más palabras de Von Doom. Mas el viento adornaba el silencio de aquella oscura noche. Como si las palabras volaran, dispuestas a ser atrapadas como la misma obvia respuesta.
─Loki es ambicioso, pero también guarda algo de generosidad para su pueblo...aunque eso signifique sacrificar a otros ─comentó Strange, recordándose lo que el dios nórdico de las mentiras le había dicho antes de marcharse...
─¿Y tú le crees? No me sorprendería, ahora mismo estás tan distraído. Tony Stark se llama, ¿no?
─Tony no tiene nada que ver en esto.
Un rostro con remarcado enojo se notó en Stephen. Podrían decir lo que fuera de él mismo, pero nunca nada de alguien a quien aprecie como el sol aprecia la luna.
─Estoy tratando de decirte que Pesadilla está a punto de cometer su penúltimo acto, el más difícil y sangriento de todos ─contestó de manera sutil, mientras que tomaba cercanía con el hechicero para tener una conversación menos dramática; dejó de cruzar sus brazos─. Se lo reveló a Boris, mi sirviente. Tú eres el único que puede salvar esta dimensión, Doctor.
─Creí que no suplicabas, Doom ─murmuró Strange, observando el metálico rostro de su contrario. Captó que era difícil leer sus gestos faciales, no podía saber si mentía o no.
Hasta que Doctor Doom contestó, conformándole la veracidad de sus palabras:
─Mi querida Latveria y su delicada gente sufre, no pienso quedarme con los brazos cruzados. Algo debe hacerse, y es donde yo admito que son fuerzas a las que no puedo enfrentarme.
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PESADILLA | IRONSTRANGE, MARVEL
RastgeleTony Stark sueña con frecuencia estos últimos días, pareciera totalmente habitual, pero los Vengadores en la Torre A también sueñan y no de diferente manera. Agosto, 2019.