12.- Amarillo cálido

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Segunda parte

Amar a las almas y las volveréis a encontrar


No... no... no ahora...

Resoplo, aun con los ojos cerrados. Me doy la vuelta para quedar boca arriba, sin abrir los ojos, intentando recordar todos los detalles del sueño. Era fantástico, hermoso, aun siento cosas extrañas que debí estar sintiendo mientras soñaba pero estoy comenzando a olvidar algunos detalles, no puedo quedarme mucho tiempo en la cama cuando despierto después de haber visto eso.

— oh, vamos...— murmuro cuando no veo mi libreta de bocetos. Debería estar en mi escritorio, frente a mí, pero no está. Si no plasmo lo que acabo de ver lo voy a olvidar y no puedo olvidarlo porque mi vida depende de eso— ah, ya recuerdo...— no exagero cuando digo que mi vida depende de no olvidar un "sueño", esos sueños en particular. Actualmente mi trabajo es ser dibujante, un artista de comic. Con mis veinticinco años pocos saben a qué me dedico aunque muchos conocen mis obras. Inicie hace algunos años dibujando superhéroes pero el campo estaba muy ocupado ya con héroes demasiado grandes ¿Quién puede competir con Batman, Superman o Wolverine? Me divertí mucho esos años. Después crecí y me interese por las tiras cómicas de la vida real, abundaban los artistas que se dedicaban a eso, cada uno con su estilo muy diferente que permitía sobresalir un poco y que fue lo que me hizo conocido al final. También doy clases en una escuela de arte a niños y adolecentes.

— Everett, no camines descalzo por la casa— la voz de mi mamá sale de algún lugar de la sala. No sé cómo le hace para verme.

— ¿has visto mis cosas?

— dejaste tu mochila en la sala ayer, la puse en el armario de tu habitación.

— Gracias— regreso a mi habitación. Firme un contrato con un periodo y algunos sitios de internet donde publico todo tipo de historias, no lo parece pero los ingresos me bastan. Me han invitado a algunos eventos públicos y poco a poco soy conocido. Historias de aventura, dramas románticos, comedias ridículas: no hay un género en específico para mí, o eso es lo que todos creen.

— ¿La encontraste?

— ¡Sí!— vivir con mis padres es solo temporal, viví una temporada por mi cuenta, y en los dormitorios de la universidad, estoy esperando ahorrar lo suficiente y encontrar otro lugar ya que el anterior fue clausurado debido a remodelaciones. Dentro de la mochila esta mi cuaderno, uno pequeño y con los bordes gastados, casi todas las hojas están usadas pero encuentro un espacio para hacer las anotaciones y algunos bocetos.

Hace años que tengo esos sueños, cuando era niño había veces que no podía distinguir cual era mi vida real. Mis sueños siempre fueron demasiado reales para mí, casi como recuerdos. Comencé a escribirlos en diarios y aunque preocupe a mis padres nunca pude explicarles porque me importaba no olvidarme de lo que soñaba o recordaba a veces que estaba despierto y veía o escuchaba algo. Cuando tuve la suficiente capacidad para plasmarlos en dibujos, lo hice y hace meses que los subo a internet claro que con otro nombre y sin relación con mis otros trabajos. Me sorprendió darme cuenta de la cantidad de personas que lo leen.

La mayoría de las veces sueño lo mismo pero me encuentro con detalles nuevos que no vi las veces anteriores, y es por eso que tarde mucho en decidirme a plasmarlo como tal. No lo hago por la fama, ni por el mero hecho de dibujar, para mi es importante poder verlo incluso despierto y he dibujado tantas veces que podría hacerlo con los ojos cerrados.

— Everett— la cama se hunde y me hace botar y hacer un rayón en la hoja— lo siento, escuche que estabas buscando tus cosas y quiero ver que es lo que paso hoy.

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