7.- Luz de luciérnagas

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Con el pasar del tiempo deje de ir a las reuniones que no me involucraban porque en realidad no importaba si iba o no, Zachelle o alguien más me diría lo que paso o lo que pasaría después de la reunión.

Como prometió Vahard, nunca estuve involucrado en la lucha a pesar de que hubo muchas batallas: supe que muchos pueblos más de las tierras indómitas habían sido conquistados y sus habitantes llevados a otras ciudades. Escuche historias muy tristes de los familiares que pudieron escapar y vieron como todo lo que conocían desparecía ante sus ojos.

— ¿Otra vez estas preocupado?— Vilia me quita el cuchillo con el que pretendía cortar trozos de carne.

— No.

— Zachelle está bien, siempre causa estos problemas.

— No estoy preocupado por él— Conozco el modo en que Zachelle logra convencer a cualquiera de que no tiene relación con la Fortaleza y solo es un civil más que estaba perdido y con miedo a que algo pasara. Es su forma favorita de infiltrarse, como tampoco usa su habilidad, le creen con facilidad aunque muchas veces le llevan con las manos atadas y pierde el tiempo intentando escapar, algo en lo que según él se ha hecho un experto.

— Siempre dices lo mismo.

— Pero es la verdad. Sé que puede cuidarse solo.

— ¿Entonces cuál es el problema?

— No hay ninguno— Es mentira. Estoy preocupado, pero no porque Zachelle no ha regresado, sino por las personas con las que fue. Uno de ellos fue su amante antes y Zachelle no quería ir con él— Sahar también está con ellos, por eso no estoy preocupado.

— Cuando no pienses darnos tus dedos como comida entonces puedes regresar a ayudarnos— me importa poco lo que vaya hacer Zachelle en ese viaje, me importa que al final de todo yo soy el que tendrá que escucharlo quiera o no y eso es lo que me está agobiando antes de que regresen siquiera.

No le dije a Zachelle que Sahar conocía su secreto, ni hable con ella para pedirle que lo ocultara, nada de eso es algo que yo tenga que hacer y que de cualquier modo no hizo falta mi ayuda: Sahar no le ha contado a nadie, y tampoco me ha vuelto a mencionar nada sobre eso. Si supiera que Zachelle todavía se queda a dormir conmigo entonces estaría convencida de lo que me dijo. Ese es otro motivo por el que no me preocupo: tener mi espacio para mí es un privilegio ahora que él no está.

La fortaleza ha crecido mucho, he tenido que moverme de lugar en dos ocasiones porque otras pequeñas casas se estaban acercado mucho y haciendo más ruido del que soporto. Zachelle sigue teniendo su carpa, pero no la usa mucho. Cada vez me cuesta más recordar a todos los que viven aquí.

— ¡Rahn!— un plato de comida aparece al lado del mío y siento a Zachelle sentarse en la banca a mi lado

— no tienes que gritarme, te escucho perfecto.

— ¿de verdad? parece que no me escuchas cuando te llamo. Y que recibimiento tan frio has dado, acabamos de llegar y ni siquiera has preguntado cómo fue.

— Si están aquí debió ir bien— alguien se ríe a mi espalda, y debe ser por lo que dije porque nadie más se ha reído. También viendo el buen humor de Zachelle parece que no ha pasado nada que le haga quejarse conmigo. Cuando lo miro no puedo evitar la pregunta— ¿Qué te paso?

— Ah...— Tiene un ojo morado y una herida en el labio— Un pequeño accidente— Sonríe, acercándose el plato con pan que tiene delante— Nada importante, ¿Cómo han ido las cosas por aquí?— Una de las chicas que le siguen le comienza a dar una plática de la nada que ha pasado por aquí. Quiero decirle que está mintiendo, he tenido las peleas suficientes para saber que los golpes que tiene son por una pelea y no un accidente y si hubiera un problema con los Sentinellas nos lo habrían dicho desde que llegaron. Tampoco es que me importe mucho lo que haya pasado, si quiere me lo contara en algún momento porque Zachelle no sabe guardarse las cosas importantes.

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