Puedo repetirlo las veces que quieras

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Cuando me despierto y miro la hora son las once y media de la mañana.

No hay nadie en casa de Jisung, así que me doy una ducha rápida y me visto. Decido ir a desayunar algo fuera para que me dé el aire y luego termino en una tienda de videojuegos. Por las mañanas se está mucho mejor allí, sin niños correteando.

Pero para cuando me doy cuenta ya casi es la hora de comer, mi amigo debe haber llegado a casa ya.

—Has vuelto —dice Jisung con una sonrisita—. ¿Estás mejor?

—Sí. ¿Sabes? Creo que voy a pasar el verano en Australia.

Frunce los labios y asiente. No le gusta, pero lo comprende.

—Te he comprado un videojuego.

—¿En serio?

Se lo doy y puedo ver cómo su rostro cambia de sorpresa a ilusión.

—¿Cómo han ido las clases? —pregunto.

—Bien. Han creído que vuelves a estar enfermo. Y... eh...

—¿Qué?

—No sé si debería decirlo.

Me quedo mirándolo hasta que al final deja caer los hombros.

—Jisoo ha dejado a Changbin delante de todo el instituto. Ha sido un poco humillante. No parecía que él estuviera muy bien.

¿Esto quiere decir que lo que pensaba ayer era cierto? ¿Había sido capaz de todo estando con ella?

Ojalá pudiera pegarle un puñetazo.

Aunque quizá me lo debería dar a mí mismo también. Al fin y al cabo ni siquiera pregunté.

El jueves Jisung me obliga a ir a clase.

—Solo quedan dos días, Lix —dice abriendo la persiana—. Haz un último esfuerzo.

—No quiero.

—Si sigues faltando van a bajarte la nota. Solo tienes que sentarte en la silla y no hacer nada.

Acepto y vamos a arreglarnos. Antes de salir de casa llamo a mi tía.

—Changbin ha venido hace un rato —comenta nada más descolgar—. Le he dicho lo que me dijiste.

—Vale.

—Se ha quedado un poco confundido. ¿Estás seguro de que decirle eso está bien?

—Está genial —le digo—. Quiero que me ignore. Hoy sí que voy a ir a clase.

—Me alegro.

Le deseo un buen día y cuelgo. En el instituto casi no levanto la cabeza de los libros, aunque no estoy leyendo absolutamente nada.

Chan se da cuenta a última hora.

—¿Qué pasa?

—Nada —respondo sin inmutarme.

—Te estás quedando en casa de Jisung, ¿ha pasado algo con tu tía?

—No.

—¿Con Changbin?

No respondo.

—¿Qué te ha hecho?

—Aprovecharse de mis sentimientos.

Lo he dicho como si me fuera indiferente. He empezado a rayar una de las últimas hojas de mi libreta y me concentro por completo en esa tarea.

Chan se queda muy callado, y es extraño que no me haga preguntas. Por unos momentos lo prefiero, hasta que me da un golpe en el codo y levanto la cabeza.

He's in the rain [Changlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora