Al despertarme mi mente reproduce todo lo que sucedió anoche. ¿Por qué no le di más importancia a todo lo que pasó? ¿Por qué mis amigos no me cogieron y me encerraron en un armario hasta ahora? ¡Que estuve sentado encima de Changbin! ¡Que incluso me duché delante de él! Espera, ¡me lavó el maldito pelo!
La cabeza me duele muchísimo, pero la vergüenza por todo lo que pasó es todavía peor.
Lo último que recuerdo es decirle a Hyunjin... Espera. ¡¿Cómo pude hacer eso?! Ay, Dios, Hyunjin va a matarme en cuanto se despierte.
¿Cómo acabaría? Creo que me quedé dormido antes de enterarme. ¿Llegué a acabarme el helado que me dieron?
Me incorporo y me doy cuenta de que estoy en una de las camas individuales. Todavía llevo los pantalones vaqueros, pero casi ni me he enterado, y estoy tapado con una sábana.
Los demás están todos dormidos. Jisung está tirado en el sofá todavía. Recuerdo que ayer me reí mucho con él por nada en particular, supongo que se encontrará igual que yo cuando se levante. Chan está en uno de los sacos de dormir y Seungmin y Woojin también. Así que los que están en los colchones grandes... Hyunjin y Jeongin están durmiendo juntos. Hyunjin tiene un brazo por encima del cuerpo del pequeño, que parece dormir como un bebé. ¿Eso es que todo fue bien? Al menos me consuela saber que no se mataron.
Changbin está junto a Minho, ambos durmiendo boca arriba. No sé cómo Changbin puede dormir a su lado, porque el otro siempre se mueve muchísimo. Sin ir más lejos, Changbin ahora mismo tiene el codo de Minho en toda la cara. Supongo que es la amistad, yo también aguantaría el codo de Jisung o de Chan si tuviera que dormir con ellos.
O no. Quizá los tiraría al suelo.
Nunca lo sabré.
Me levanto, me estiro y voy al jardín. Observo la piscina. Gracias a ese momento empezó todo. Changbin me dejó su ropa, dijo que estaba enamorado, bebí, me enfadé conmigo mismo, me fui, me senté sobre él, volvimos, bebí más, me ayudó a ducharme... Y todo por culpa de Seungmin. A veces me gustaría odiarlo.
Pero no tengo tiempo para pensar en el perro, porque los recuerdos de ayer vuelven a mi mente. ¿Por qué Changbin me dejó hacer eso? Espera, yo no lo hice porque sí. Fue él el que me lo dijo. Fue él el que se movió en primer lugar. ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?
Le fue infiel a Jisoo. Conmigo. Vale, ni siquiera nos tocamos de verdad. Pero si yo estuviera con alguien y me enterara de que ha hecho eso con otra persona... Bueno, consideraría que me ha sido infiel. ¿Esto me convierte en el otro?
Me tumbo en el césped húmedo. No deben ser ni las nueve de la mañana.
Necesito dejar de pensar.
—¿Ya estás despierto? —me pregunta Chan saliendo al jardín.
—Sí —respondo. Espero a que se siente a mi lado y mira el cielo—. Oye, lo siento mucho. Últimamente no dejo de disculparme, pero es que estoy cometiendo errores en todo lo que hago.
—No te preocupes. No la liaste tanto, y por parte entiendo cómo te sentías.
—Pero ya sabía lo que había, no debí ponerme así e ir a beber como si el mundo fuera a acabarse.
—No pasa nada. Te cuidó.
Asiento y suspiro.
—Felix, ¿algún día comprenderás que te queremos? ¿Acaso no nos cuidas a nosotros y dejas que confiemos en ti?
Me encojo de hombros.
—A veces creo que no lo suficiente.
—Eres un buen amigo, Felix. Te alegras por nosotros cuando las cosas nos salen bien, te preocupas por todo. Contarte las cosas a ti es más fácil que contárselas a cualquier otra persona. Nunca nos juzgas y siempre tienes cosas bonitas que decir. Le ves el lado bueno a todo, ¿por qué no te permites recibir un poco de lo que das?
Me quedo callado y cierro los ojos. El día está gris y nublado. ¿Irá acorde a mis sentimientos?
—Hay algo que no sabe nadie —dice—. ¿Quieres comprobar que confío plenamente en ti?
Abro los ojos y giro la cabeza hacia él.
—Chris... —Le sonrío un poco—. ¿Tienes un secreto? ¿Un secreto que no sabe absolutamente nadie?
—Sí.
—¿Y me lo vas a contar?
—Sí.
—¿Puedes darme la mano?
—Sí.
Me la extiende y yo se la agarro. Me la llevo a la mejilla y froto mi cara contra ella.
—Te quiero. No hace falta que me lo cuentes si no quieres. Me basta con saber que lo harías.
Chan se ríe y me aprieta las mejillas con los dedos.
—Quiero contártelo, niño. Ya es hora de que me sincere yo también.
Le sonrío.
—Vale.
—¿Te acuerdas de que te dije que un amigo me invitó a dormir ayer a su casa?
—¿Woojin?
Chan asiente y creo que empiezo a ver por dónde van los tiros. Me suelta la cara, pero vuelvo a cogerle la mano.
—Bueno... Eh... No es exactamente un amigo.
Me muerdo el interior de la mejilla para no pegar un grito de emoción.
—¿Podéis ser mis padres?
—¿Qué dices? —pregunta con cara de confusión y la acompaña con una risita.
—Ya sabes. Mis padres están en Australia. Aquí tengo dos abuelas. Me faltan unos padres.
—¿Sigues con el rollo de las abuelas? La señora Lee es tu tía.
—Es mi abuela segunda. ¿Podéis ser mis padres sí o no? Todo encaja —digo—. Tú eres de Australia, como yo, y Woojin es coreano, como yo también. Además, sois más mayores y siempre estáis pendientes de nosotros. Hola, papá.
—Estás loco.
Sí. Loco. Pero puedo ver la ilusión en sus ojos.
—Y también quería volverme a disculpar porque fui un poco hipócrita al tener miedo de perderos por tus sentimientos cuando yo fui el primero en estar con Woojin.
—Olvídalo ya.
Me siento y me abalanzo sobre mi amigo. Lo tiro para atrás hasta que su espalda toca el césped y lo abrazo durante un buen rato.
—Me alegro de que seas feliz, Chris.
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He's in the rain [Changlix]
FanfictionDesde que Lee Felix abandonó su vacía vida en Australia, Seo Changbin llamó su atención. Llegó a Corea del Sur durante el verano, y desde entonces ha pasado casi un año y las cosas han cambiado por completo. Tanto, que Felix podría asegurar que llev...