Despedida - Parte I

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Hoy era el día en que la familia Byers se mudaría a su nuevo hogar, los chicos habían ido desde muy temprano a ayudar a sus amigos a empacar sus cosas, entre risas, bromas y anécdotas pasaron la mayor parte de su tiempo, hasta que se acercaba la hora de partir y el ambiente se puso tenso...

Turn around sonaba de fondo, combinando las voces de Max y Lucas mientras fastidiaban al pobre "Dusti-bun" sobre su canción para su novia a la distancia, Suzie.

— ¡Will! esa es la caja de donaciones. — Dijo el peligro a su amigo, mientras el chico depositaba su amado juego de Calabozos y Dragones dentro de ella.

— Lo sé, cuando venga a visitarlos podemos usar el tuyo, claro si quieren jugar.

— Pero, ¿y si haces más amigos y quiere jugar con ellos?

— No es posible... — dijo el menor con una sonrisa.

•••

— ¿Ya está todo? — susurró Nancy a su novio Jonathan.

Mientras observaban su antigua habitación que desde que El llegó compartía con su hermano menor, Will.

— Eso creo.. Diecisiete años de mi vida, empacados en un día.

Nancy al notar la nostalgia en su voz, se acercó por detrás a abrazar a su novio, no hacían falta palabras en ese momento, el solo necesitaba el apoyo de su novia, hasta que ella decidió romper el silencio.

— ¿Que pasa... Si no te dejo ir?

— Creo que, los nuevos dueños nos echarán. — Dijo el castaño tomando las manos de Nancy.

— Podrías quedarte en nuestro sótano.

—A tu papá le encantaría.

— Podríamos esconderte en una tienda, como a El... — Nancy realmente estaba dispuesta a hacerlo, con tal de que su amado no se fuera lejos de ella.

Y el silencio volvió a reinar en la habitación, hasta que un sollozo por parte de la rubia se escuchó.

— Hey... Todo estará bien. — Dijo el castaño tratando de consolarla, uniendo su frente junto a la de ella y acariciando la antigua cicatriz que ambos compartían en sus manos. — Como dijo un sabio cierta vez: "Vivimos una experiencia traumática"

— Que importa otra más, ¿No? — Nancy terminó la frase, en medio de un susurro.

— Que importa otra más...

Y así la pareja se fundió en un tierno beso, para acabar abrazados por un largo rato

•••

El, guardaba su última camisa en las cajas de empaque, en realidad era una de las tantas camisas que su padre le había heredado. Volvió a mirar todo su closet para verificar que ya estuviera todo, hasta que vió un osito de peluche, intentó alcanzarlo con su mano, pero aún era muy chica para llegar.

Hace bastante tiempo no intentaba utilizar sus poderes, ya que pensaba que tenía la batería baja y por eso no le funcionaban, concentrándose en lo más profundo de su ser y con un intento fallido trato de alcanzar aquel osito de peluche, la pequeña se sintió bastante frustrada al no lograr nada.

— Van a volver. — Se escuchó la voz de Mike mientras entraba a la habitación. — Sé que sí. — Dijo mientras le alcanzaba con facilidad el peluche a la más pequeña.

— Gracias.

— ¿Llevas el Walkie-talkie?

—Sí.

— Porque le robare a Dustin "cerebro" y te llamaré tanto que tendrás que apagarlo. — Dijo con una sonrisa en su rostro.

Eleven por un momento se contagió de su sonrisa, extrañaba mucho a su amado, desde el día que lo había terminado por influencia de la pelirroja , las cosas se habían puesto un poco incómodas entre ellos, Mike le había dado su espacio. Pero de algo estaban seguros, se amaban igual o mucho más que antes. Poco a poco la sonrisa de El se fue borrando, y su rostro se lleno de nostalgia otra vez...

— ¿Hablaste con tu mamá? — preguntó la castaña esperanzada. — Sobre Acción de Gracias...

— Sí, me dió permiso. Ahí estaré. Pensé que también podrías venir acá por Navidad, Will también. Vengan antes o después de Navidad, o cuando diga la señora Byers. — Dijo el pelinegro emocionado. — Pero pensé que en Navidad sería muy divertido, porque tendremos nuevos regalos para jugar y... — Y ahí fue dónde recordó todas las palabras que le había dicho al pequeño Will, ya no eran niños... — Lo siento, parece que tuviera siete años...

— También me gustan los regalos..— Murmuro El tímida.

— Sí, estupendo, sí. — Las palabras salían torpemente de su boca. — A mi también.

— Estupendo...

Y rodeándolo la chica estaba decidida a salir de la habitación, al igual que Will aquella vez, está también se había sentido mal, solo una vez había celebrado la navidad junto a Hopper y este no era muy dado a las fiestas navideñas, aún así a ella le emocionaba como a una niña pequeña.

Por un momento recordó todo lo vivido con el joven Wheeler. Y sabía lo que debía hacer, por su lado el peligro murmuraba contra si mismo, pensando en lo idiota que había sido con Eleven.

— Mike...

— ¿Sí? — dijo girandose y tratando de aparentar lo más normal posible.

— ¿Recuerdas ese día en la cabaña cuando hablabas con Max?

— Ahm.. Creo que no entiendo.

— Hablaste de tus sentimientos, de tu corazón...

— Oh.. ¡OH! Oh, sí, sí, eso.. fue hace mucho tiempo. — Dijo Mike más nervioso que nunca, claro que recordaba el día que delante de todos sus amigos y hermana declaró por primera vez que amaba a Eleven. — ahm... Me dejé llevar, estábamos discutiendo y... No recuerdo, ¿Que dije exactamente?

-Mike... — Dijo Eleven mientras se acercaba a el, y con su mano acariciaba su mejilla.— También te amo.

Y ella esta vez tomó la iniciativa de besarlo, fue un beso corto, pero muy necesitado por ambos, y sin más la pequeña se fue a ayudar a Joyce a empacar lo de su padre, dejando a un confundido Mike atrás.

Cartas a papá.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora