La Llamada

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— Cielo, ¿Como te sientes? — Preguntó Joyce amablemente, mientras despertaba a El para ir a la secundaria.

— Me duele un poco. — La castaña se encogió de hombros.— ¿Puedo quedarme en casa? Prometo que solo por hoy.

— Hmm... — Joyce se lo pensó por un rato hasta que finalmente accedió. — Bien, pero ya conoces las reglas.

— Sí, no abrirle la puerta a desconocidos, no salir sola, no hacer llamadas de más de treinta minutos y no comerme todos los eggos, solo los que tú me preparaste. — Enumeró cada una de ellas con los dedos.

— Exacto. Me iré al trabajo cariño, Jonathan vuelve temprano hoy, tal vez al rato te sientas mejor y puedes ir con él a recoger a Will. — Dijo la mayor tratando de parecer pensativa. — Y tal vez comer un helado. — Esto último lo dijo en un susurro, sacándole una sonrisa a la menor.

— Adiós, mamá.

— Adiós, hija. — Dijo la mayor dejando un sonoro beso en la cabeza de El.

Pasadas las horas, El ya había ordenado su habitación, desayunado y lavado los platos que utilizó, se dispuso a ver  la t.v y así pasó gran parte de su día. Hasta que el teléfono colgado en la pared sonó... La pequeña se levantó dispuesta a contestar, pero lo que escuchó del otro lado de la línea la dejó helada.

— ¿Bueno? — Del otro lado solo sonaba estática. — ¿Quién habla?

Extraños sonidos se escuchaban del otro lado del teléfono, similares a los que se escuchaban en el upside down y eso le puso la piel de gallina.

— El... — Una voz entrecortada se escuchó, no era lo suficiente clara, pero la menor podría reconocer esa voz hasta en sus sueños.

— ¿Papá? ¿Papá eres tú? — Dijo la pequeña ya sollozando.

Y de la nada la llamada se cortó, la menor estaba en una especie de shock, podría jurar que al que escuchó al otro lado era a su padre. Jim Hopper.

Lágrimas caían de sus ojos, no se había dado cuenta de cuánto tiempo llevaba sentada en el suelo llorando, hasta que unos brazos la rodearon, preguntándole que le había pasado.

— Papá, Jonathan, Hop está vivo. Lo escuché, e-el llamó, y dijo mi nombre. — La castaña estaba hiperventilando, a punto de tener una crisis de ansiedad.

— Hey, hey, tranquila, mírame, respira, inhala, exhala. — La menor seguía la respiración con su hermano mayor.— Eso es, sigue así. Cálmate primero y luego me explicas bien. ¿Vale?

La menor solo asintió, y trató de relajarse, luego de unos minutos y ya más tranquila le explicó a su hermano todo lo que había sucedido y escuchado.

— Entonces, ¿Estás completamente segura que la voz que oíste era Hopper?  — Preguntó nuevamente.

— Sí, Jonathan, no estoy loca, tú me crees, ¿verdad? — Preguntó la más pequeña dudosa.

En ese momento Jonathan recordó cuando el pequeño Will se había extraviado en upside down, y se trató de comunicar con ellos por medio de llamadas.

— ¡Te creo, El! — Dijo con una sonrisa.

La menor sonrió y una lágrima bajó por su mejilla, tenía la esperanza de que su padre estuviera vivo, tenía la esperanza de volver a verlo, de que fueran una familia como antes.

(...)

— Mamá... — Dijo El, llevándose una cucharada de comida a la boca.

— ¿Sí?

— Hay algo que debo contarte... — Mencionó tímidamente.

— Claro, dime, lo que sea. — Dijo Joyce mientras bebía su refresco.

— P-Papá está vivo.— Joyce escupió el refresco en su vaso nuevamente y abrió los ojos como platos.— Hop está vivo, y, hoy me llamó. — Will solo miraba la escena sorprendido, y Jonathan solamente miraba su comida

— ¿Q-Que dices? El, ¿Estás segura? — Ahora fue Will quién habló.

— Solo dijo mi nombre, pero estoy segura que era él. Por favor créeme, créanme. — Dijo con los ojos cristalinos.

— Bien, cuéntame todo. — Dijo Joyce tratando de mantener la calma.

(...)

Esa noche la mayor no pudo dormir por la confesión de la pequeña castaña, algo en su corazón le decía que su amado Jim estaba vivo.

Por su parte El en su habitación lloraba con la esperanza de que su padre estuviera bien, esa llamada realmente la había conmovido, trataba de pensar en un plan para poder rescatarlo y ser una familia otra vez.

"Papá, soy El.

Hoy recibí una llamada, y estoy completamente segura de que eras tú. Papá ayúdame a encontrarte, quiero salvarte, quiero que vuelvas conmigo.

Necesito más pistas para llegar a ti, te prometo que haré mi mayor esfuerzo, practicaré todos los días si es necesario, para que mis poderes vuelvan, para que tú vuelvas.

Todo parecía estar bien conmigo, pero no es así, esa llamada abrió una herida que aún no había sanado, papá te extraño tanto, tengo tanto por contarte, pero quiero hacerlo cara a cara... Se que pronto estaremos juntos otra vez.

Te amo papá.

Con cariño; El

Cartas a papá.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora