04

122 9 14
                                    

— William Byers, por tercera vez, ¿dónde está tú hermana? —La voz de Jim era bastante firme a este punto de la conversación—

—¡Ya les dije que no sé! —Suspira cansado por el interrogatorio.— Si no está con Matt y Vicky debió haberse ido hasta Hawkins, ya la conocen, cada vez que discuten así ella huye con Mike o Max, tal y como pasó hace 2 meses.
—Se encoge de hombros.—

Un suspiro cansado por parte de Jim se escuchó en el silencio del salón, miró a Joyce de reojo y como si ella pudiera adivinar sus pensamientos habló finalmente.

— Ya puedes irte a tu habitación hijo, gracias. —Le sonríe leve pero amablemente y Will sale casi que corriendo a terminar sus dibujos. Podrían haber pasado los años, pero su pasión por ese arte era cada vez más y más fuerte.—

Luego de unos largos e intensos minutos en un silencio para nada cómodo, Jim decide romper la tensión siendo directo con sus palabras.

—¿Crees que El y Mike, ya... ? —Su pregunta queda en el aire sin saber como terminarla, con tan solo pensar que su pequeña hija había perdido su inocencia se le revolvía el estómago.—

—Le da una mirada por unos segundos que parecen interminables y  luego asiente levemente siendo totalmente sincera. — Yo creo que El y Mike ya tuvieron relaciones... —Habla casi en un susurro.— Ambos son jóvenes, con hormonas alteradas y si aún no lo han hecho en algún momento tiene que pasar Hopp.

Hawkins, Indiana

En el silencio incómodo que se encontraba el pequeño sótano de Mike solo se escuchaban los pasos de Eleven, caminando desesperada por todo el lugar mientras sus manos temblaban y ella trataba de controlar sus sollozos.

— El, ¿Puedes parar? Me estás poniendo nervioso. —Habló un tranquilo Mike. —

— "Me estás poniendo nervioso." —Lo imita El.— ¡Claro, como a ti no te van a correr de tu casa si esa prueba da positiva! —Dijo en un tono firme y seguido de esto se soltó en llanto.—

— Aquí estoy. —Acercándose a la menor y abrazándola.— Siempre voy a estar.

La pequeña trataba de contener sus sollozos pero le eran prácticamente imposible, simplemente no podía parar de llorar empapando así la camisa de su novio con sus lágrimas mientras recordaba el momento que los llevó a esa situación.

Flashback POV Eleven:

—¿Estás mejor? —Me abraza recostando mi espalda a su pecho.—

Cambio de posición quedando a unos escasos centímetros de su rostro, mis comisuras se elevan un poco y muevo mi cabeza afirmativamente —. Lo estoy. 

Me acerco y me deshago del poco espacio que nos queda uniendo nuestros labios. Me corresponde de inmediato siguiendo cada uno de mis movimientos, nuestras lenguas se empiezan a encontrar cuando me aparto un momento para observarlo.  Creo que se me acaba de esfumar el sueño que tenia. 

Me abalanzo a besarlo de nuevo subiendome a horcajadas sobre su cuerpo, nuestras bocas se exploran y sus manos se filtran bajo el suéter que llevo puesto, mi piel se eriza un poco ante el frío que sus dedos me brinda durante cada caricia. 

Hago mi cabello a un lado para tener un acceso más libre a su boca, su lengua y la mia juegan entre si mientras por otro lado la temperatura va subiendo poco a poco en todo nuestro entorno. 

— ¿No qué íbamos a dormir? —dice cuando nos separamos a recuperar aire. 

—Más tarde lo haremos —tomo el dobladillo de mi suéter sacandomelo de un tirón, luego bajo mis manos a su abdomen deslizandolas hasta su pecho totalmente desnudo —. Ahora estamos muy ocupados. 

Luego de compartir una mirada cómplice vuelvo a inclinarme a la altura de su rostro recuperando el tacto de sus labios, lo provoco con breves movimientos de caderas que llega a encender un leve cosquilleo en la parte baja de mi vientre. 

Lo único que pensaba era en quitarnos la ropa, brindarnos caricias, besarnos, sumergirnos en el cuerpo del otro.

Nuestros gestos lo decían totalmente todo. 

En Mike encontraba la seguridad, amor y respeto que en un algún momento no tuve.

Cierro mis ojos suspirando de placer de sentir sus labios recorrer todo mi cuello y mandíbula, mis dedos se sumergen en su cabello y no puedo evitar gemir cuando se abre paso dentro de mi por primera vez luego de protegerse. 

No dolía como muchos decían, al contrario, nunca había sentido un placer tan grande como el de este momento, en el que estamos haciendo el amor por primera vez.

Nuestras caderas van en un limpio vaivén lleno de sensaciones placenteras e intensas que me hacen temblar, sube hasta encontrar mi boca y atacarla tal como hice un momento atrás. 

Eso era todo: amar, olvidar y dejarte de llevar.

Estaba tan ida en sus pensamientos que no se había percatado que los minutos de espera ya habían pasado.

— ¿Quieres que la vea yo? —Pregunta Mike tratando de sonar normal para no causarle más nervios.—

—Ella tan solo niega con su cabeza y lentamente se separa de él para entrar al pequeño baño del sótano.— Yo puedo. —Sonríe leve, a lo cual Michael solo se limita a asentir y acercarse a la puerta del baño.—

Agarra la prueba en sus manos y toma una bocanada de aire antes de girarla tratando de calmarse, luego de unos segundos mira el resultado y no puede evitar que sus ojos se cristalicen.

—Oh mierda. —Susurra.—

Cartas a papá.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora