Capítulo 2

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Al sonar mi despertador me doy cuenta de que es tiempo de levantarme, pero mi mente y mi cuerpo se sienten totalmente agotados. Me he pasado la mitad de la noche despierta dando vueltas, pensando y sobre analizando las cosas, en cualquier momento entrará mi madre gritando mi nombre para comprobar que estoy despierta. Con mariposas en mi estómago tomo la fuerza necesaria para salir de mi cama para hacerle frente a mi nuevo destino en unas cuantas horas más. Mi instinto organizador no me deja seguir adelante a menos que me disponga a acomodar una última vez mi habitación ya que a partir de hoy no dormiré más aquí. La felicidad que tuve el día de ayer por haber llegado a mi hogar duró tan poco tiempo, pero no me pone triste puesto que la emoción que tengo por mi primer día en la universidad es lo que me hace seguir adelante.

- ¿Teresa cariño estás lista?- pregunta mi madre entrando a mi habitación.

- Si, tan solo estaba organizando unas cuantas cosas más- contesto entrelazando mis dedos nerviosamente.

- De acuerdo, toma una ducha rápida y nos vemos abajo en diez minutos para que tomes tu desayuno- ordena mi madre antes de salir de mi habitación.

De inmediato fui al cuarto de baño, preparando una ducha relajante para calmar un poco mis nervios, y en cuanto mi cuerpo toca en agua caliente siento como mis músculos se relajan poco a poco, lo que me provoca cierto consuelo sobre mi tensión. Gracias a la increíble sensación que obtengo por el agua caliente decido quedarme un rato más debajo del chorro para despejar mi mente de todos los pensamientos que no me dejaron dormir la noche anterior.

Una vez fuera de la ducha envuelvo mi cuerpo con una toalla y tomo un momento para mirarme en el espejo y ver la clase persona en la que me he convertido, me miro una y otra vez hasta que me doy cuenta de que la chica de cabello marrón, ojos verdes y piel pálida que está justo enfrente de mí ha logrado ser una mujer independiente, fuerte y capaz. El estar sola toda mi vida me ha llevado a ser quien soy ahora, pero aun así sigo siendo frágil e inexperta.
Noto que cada extremidad de mi cuerpo tiembla al momento de ponerme una blusa color lila y mis pantalones de mezclilla perfectamente planchados. Una vez vestida y con el calzado perfecto, me dedico a arreglarme un poco el cabello, eligiendo algo simple como unas ondas para que me den más volumen. No me molesto en maquillarme ya que nunca he sido una chica que se toma el tiempo para hacerlo, a comparación de mi madre que si lo hace diariamente, incluso me ha dicho que desea que me tomara más en serio mi apariencia física y cada vez que hace ese tipo de comentarios me entran unas ganas tremendas de ser lo opuesto a lo que ella espera de mí.
Después de analizarme en el espejo varios minutos más, por fin me animo a bajar las escaleras y tomar el desayuno con mis padres por primera y última vez. Entrando a la cocina puedo percibir los diferentes aromas, tanto del tocino frito como el de los panqueques recién hechos, mis ojos se abren plenamente al ver el increíble buffet que han preparado para nosotros: omelettes, panqueques, waffles, variedad de fruta y todo tipo de jugos entre otras cosas. Creo que mis padres tomaron demasiado en serio la frase "último desayuno juntos".

- Buenos días querida- saludó mi padre, dándome un beso en la mejilla.

- Hola papá- digo tomando una fresa.

- ¿Estás lista para tu gran día?- pregunta dibujando una sonrisa en la cara.

- Estoy algo nerviosa pero estaré bien- respondo encogiendo mis hombros.

Siempre supe que este día llegaría pero jamás creí tener esta sensación tan extraña en mi estómago, es como si me estuvieran exprimiendo desde adentro y no pudiera respirar. Sé que tengo que controlar mis nervios, no quiero llegar a la universidad y desmayarme o peor, vomitar en frente de mi nueva compañera de habitación.

- Me alegra que estés emocionada querida ya que necesitarás esa emoción para ir tu sola a la universidad- mi madre aparece al lado de nosotros y decide soltarme esta noticia justo este día.

Eres Mía (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora